Un proyecto para salvar la memoria de la guerra y Robert Capa en Vallecas
Llega al Ayuntamiento la propuesta para reacondicionar la degradada zona de Entrevías que fotografió el reportero húngaro hace 85 años
Hay un descampado en Madrid que se considera el último trozo de tierra sin reedificar tras los bombardeos de la Guerra Civil. Si uno teclea en Google Maps “plaza del fotógrafo Robert Capa”, aparece señalado ese solar en el barrio vallecano de Entrevías. Allí, en un rincón y sobre el muro lateral de la parroquia de San Carlos Borromeo, luce incluso una placa azul, sí como las oficiales, donde se da cuenta de esa nomenclatura sin rango oficial. Pero la capital no cuenta en su callejero con más espacio público que recuerde al famoso reportero húngaro que una vía en Cuatro Vientos, a una quincena de kilómetros de allí.
La referida explanada de tierra aparece ya como moderno ágora dentro del Plan Robert Capa-Entrevías, que un nutrido grupo de entidades agrupadas en la Plataforma #SalvaPeironcely10 presenta hoy martes al equipo que comanda el alcalde José Luis Martínez-Almeida (PP) en el Ayuntamiento. El objetivo es revitalizar a nivel cultural y económico una zona degradada y que se sitúa muy lejos de los principales focos de atracción de los visitantes. Se trata actuaciones urbanísticas y artísticas pensadas de manera acorde al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). El lugar elegido para el proyecto es el entorno del edificio de la calle Peironcely número 10 que Robert Capa fotografió en 1936 después de ser bombardeado. El inmueble, declarado protegido, acaba de ser expropiado por el Ayuntamiento, que ya ha realojado a sus inquilinos.
El área municipal de Cultura, según reconoce un portavoz, no tiene todavía una decisión tomada sobre el futuro de la casa, pero añade que acuden al encuentro “con ánimo de escuchar propuestas e ideas”. Desde el Consistorio se “han barajado algunas ideas que podrían encajar en el espacio, que podría reflejar la vida civil durante el periodo de guerra en Madrid, no únicamente los bombardeos” y apuntan “asuntos como las cartillas de racionamiento, refugios, el ocio de la época, etc.”. Otra opción, añade la misma fuente, es la fotografía de guerra, “cómo reflejaban los fotógrafos nacionales e internacionales la Guerra Civil”.
El proyecto pretende avanzar en dos direcciones, explica Luis Sobrón, profesor de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid y miembro de la plataforma. “Por un lado, la protección del edificio como patrimonio y su relación con la memoria histórica” y por otro, “mejorar el entorno”. Para Álvaro Bonet, de Madrid Ciudadanía y Patrimonio, el plan que se presenta a Cultura es la “natural continuación” del realojo de las familias y servirá para recordar “el horror de la guerra, de una época en la que por primera vez en la historia hubo bombardeos aéreos sobre ciudades”.
La casa, de una sola planta a pie de calle, albergaba hasta hace pocos días a 14 familias en apenas 400 metros. El plan es que ese inmueble de 1928, una vez remodelado y convertido en espacio expositivo permanente, forme parte del futuro Centro Robert Capa para la interpretación de los bombardeos aéreos sobre Madrid. Una sala de exposiciones ocuparía gran parte del espacio. Los visitantes, además, podrían acceder a la reproducción de una de las viviendas obreras que han acogido a familias humildes en el último siglo así como una de las letrinas comunales en uno de los dos patios.
Delante de Peironcely, 10, el plan prevé que se levante el monumento homenaje a la infancia víctima de la guerra, según el proyecto de la Plataforma. Se trata de una escultura en bronce cuyo boceto ya ha desarrollado Emma García-Castellano, y que recuerda -y reproduce- a los tres niños que fotografió Capa delante de la casa bombardeada.
Formará también parte de ese centro un museo al aire libre en la todavía oficiosa plaza de Robert Capa, que pasaría a contar con reconocimiento del Consistorio. Se llevaría a cabo una excavación y estudio arqueológico de los restos de las viviendas bombardeadas. Todavía hoy, al rascar un poco sobre ese descampado de Entrevías que los vecinos emplean como aparcamiento, aparecen restos de baldosas hidráulicas de las antiguas casas que ocupaban el lugar.
El arqueólogo Alfredo González Ruibal cree que puede tratarse del último solar bombardeado durante la Guerra Civil en Madrid que permanece hoy sin estar edificado de nuevo, aunque puntualiza que “es difícil confirmarlo al cien por cien”. Ese enlosado, añade este investigador del Instituto de Ciencias del Patrimonio de Centro Superior de Investigaciones Científicas (Cesic), era típico del primer tercio del siglo XX. Tras analizar fotografías aéreas de diferentes épocas, han comprobado que en el solar únicamente hubo chabolas en torno a los años 40 y 50. En ese espacio se levantaría también un centro de salud municipal, como prevé el PGOU, con un aparcamiento para residentes subterráneo para cien coches.
Peatonalizar Peironcely
La taquilla y la recepción de los visitantes se ubicaría en el quiosco, hoy dotación municipal abandonada, del número dos de la calle Hernández Mas. Esto permitiría ganar algunos metros a las aledañas y estrechas instalaciones de Peironcely, 10, sede central del centro de interpretación. De forma paralela, se prevé peatonalizar esa calle desde su inicio hasta el cruce con Rafael Marcote así como la recuperación del adoquinado que permanece oculto debajo del asfalto. Eso obligaría a reordenar la dirección del tráfico de dos calles aledañas para que la circulación no se vea afectada. El entorno que rodea al Centro Robert Capa se completaría con murales realizados por diferentes artistas.
Por último, el plan propone renombrar la actual estación de Cercanías Asamblea de Madrid-Entrevías como estación Robert Capa y dotar el interior de las instalaciones con obra del reportero, nacido en Hungría en 1916 y fallecido al pisar una mina en la guerra de Vietnam en 1954.
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