Los test rápidos de Madrid se amplían a todos los vecinos por falta de respuesta de los convocados

La iniciativa de la Comunidad de Madrid para realizar más de 850.000 pruebas de coronavirus a la población con mayor tasa de contagio sigue sin encontrar el respaldo deseado. Más de la mitad de los convocados no acude. Hay comprados cinco millones de test de antígenos, cuyo resultado se conoce en apenas 15 minutos. En toda la semana pasada solo se hicieron algo más de 2.000. Nadie se atreve a calcular cuándo se alcanzará ese objetivo de 850.000.

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La historia se repite entre críticas de la comunidad científica, que duda de la utilidad del trabajo que se lleva a cabo. En agosto, la mayoría de las personas a las que se llamaba tampoco acudían cuando se realizó un primer testeo en varios distritos de la capital y otros municipios. La realización de pruebas, una de las apuestas de la presidenta Isabel Díaz Ayuso, sigue estos días su curso. Pero la tónica es la misma que hace dos meses: menos de la mitad de los convocados acude a una prueba que tiene carácter voluntario. Esta semana es el turno de los barrios de Entrevías, Nueva Numancia y el Pozo del Tío Raimundo, en el distrito de Puente de Vallecas, el más afectado por la pandemia de los 21 de la capital. Entre 1.200 y 1.500 vecinos son avisados diariamente en cada zona.

En principio, únicamente los que hubiesen recibido una alerta en su teléfono móvil a través de un mensaje SMS podían acudir para hacerse la prueba. Tras la falta de respuesta cosechada la semana pasada, con menos del 50% de asistencia de los convocados según el Ejecutivo autonómico, se ha decidido no hacer caso de la lista. Así, se han abierto los centros donde se están haciendo los test a los vecinos de las calles más afectadas de estos barrios que se las quieran hacer de manera voluntaria, aunque no hayan recibido un mensaje de texto el día anterior, según la Consejería de Sanidad. Contrasta con la falta de acceso a pruebas diagnósticas que se vive en centros de salud o con la situación denunciada por algunos centros educativos de falta de pruebas a contactos de los casos. Hoy se anunciarán las siguientes zonas básicas de salud donde se seguirán llevando a cabo estos sondeos de la población.

Entre el martes y el viernes de la semana pasada, solamente se hicieron un total de 2.407 test con un resultado de 10 positivos, es decir el 0,4%, según datos de la Consejería. Coincidiendo con el comienzo de la campaña, el alcalde de Madrid hizo un llamamiento a la “responsabilidad” de los madrileños para que participen en la realización de estas pruebas ante “el altísimo número de ciudadanos” que no acuden a pesar de que han sido “comunicados debidamente”.

Este lunes se había convocado a 2.000 personas en Entrevías, donde al cierre se habían hecho 589 test con un positivo; en el Pozo, estaban citadas 1.400 pero se realizaron 487 pruebas, de las que tres dieron positivo, y 1.400 en la zona de salud de Puerto de Navacerrada, con 291 test hechos y un positivo, según datos del Summa 112. En total entre los tres centros, 1.367 test realizados con cinco positivos.

“Caos organizativo”

Mientras las autoridades apelan a la responsabilidad ciudadana para acudir, la coordinadora de asociaciones vecinales de Puente de Vallecas critica a través de un comunicado la iniciativa por el “caos organizativo” con el que se lleva a cabo. “La Consejería de Sanidad ha convocado con menos de 24 horas de antelación mediante un sistema de mensajería SMS, a partir de unos listados que están dudosamente actualizados”, añade el texto.

Este nuevo formato de prueba, que detecta antígenos, unas proteínas en la superficie del virus, funciona tan rápidamente porque no es necesario procesarlas en laboratorio y tampoco hace falta personal especializado, solo sanitarios entrenados. Se recoge una muestra de la nariz y la garganta con un bastoncillo largo, igual que la PCR. El ciudadano enseguida pasa a una sala de espera donde después de 15 ó 20 minutos se le comunica el resultado. En caso de ser positivo, el paciente debe pasar 10 días aislado.

El uso de estos test en cribados masivos y aleatorios ha sido criticado por expertos pues no está demostrada su utilidad completamente, a pesar de que los fabricantes aseguran que tienen una fiabilidad de más del 90%. La Asociación Madrileña de Salud Pública (Amasap) considera la medida un “dispendio económico” que “puede resultar contraproducente”, pues en el ámbito epidemiológico esta prueba no está recomendada para personas asintomáticas ni para estudios en la población general.

Asimismo, el movimiento médico AP Se Mueve, que agrupa a más de 1.200 facultativos madrileños de atención primaria, asegura que “presentan claras limitaciones en su eficacia para el diagnóstico de los pacientes asintomáticos”.

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