A Usansolo le faltan 500 vecinos para celebrar elecciones

Para los vecinos de Usansolo las elecciones del domingo van a ser singulares. Van a votar en el pueblo del que quieren separarse. Usansolo es un distrito de Galdakao (Bizkaia) donde viven algo más de 4.500 vecinos. Es un ente local en vías de convertirse en un municipio independiente. Hace seis meses recibió el visto bueno de las Juntas Generales (el Parlamento provincial) para convertirse en el municipio 113 de Bizkaia y el 252 del País Vasco. Pero no lo han conseguido plenamente. Usansolo está en el limbo judicial. Un recurso de la Abogacía del Estado ha dejado en suspenso la segregación y, hasta que se pronuncie el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), seguirá perteneciendo a la localidad de la que se está independizando. Por eso, en estos comicios municipales no podrán elegir a su alcalde y votarán, a todos los efectos, como habitantes de Galdakao (29.300). “Es una situación curiosa”, dice Iñaki Urgoiti, cabeza de lista de Usansolo Herria (UH), la agrupación vecinal que está peleando por lograr la desvinculación. A Usansolo le faltarían unos 500 vecinos para celebrar unos comicios propios.

Una furgoneta de los años sesenta, decorada para la ocasión de verde y amarillo, circula por las calles con un megáfono que lanza mensajes pidiendo el voto para Usansolo Herria. Al mismo tiempo, en el batzoki (sede del PNV) están preparando sobres y papeletas de su candidatura que se van a buzonear durante estos días. Estas dos fuerzas políticas son las que más votos reciben en este núcleo urbano. “Los de Usansolo somos y nos sentimos de Usansolo y tarde o temprano vamos a conseguir nuestro objetivo de dejar de depender de Galdakao”, asegura Urgoiti. Iñigo Bilbao, del PNV, coincide: “Esto no lo puede echar atrás nadie, porque hay una voluntad clara de constituirnos como municipio”.

Los paisanos de Usansolo llegaron a pensar que este domingo iban a poder votar como municipio, contar con una corporación propia y funcionar como un ayuntamiento más. En noviembre pasado fue aprobada su separición de Galdakao, pero justo antes de las campanadas de Año Nuevo este proceso quedó paralizado. La norma foral de Demarcaciones Territoriales de Bizkaia (2012) permite una segregación cuando, entre otros requisitos, la población supera los 2.500 habitantes. Sin embargo, la ley estatal aprobada en 2013 exige llegar a los 5.000 para poder independizarse. La decisión de constituirse como municipio está ahora en manos de la justicia. “En Usansolo no llegamos por menos de 500 personas, pero puede ocurrir que lleguemos a 5.000 habitantes antes de que se pronuncien los jueces”, advierte Bilbao.

La Junta Electoral Central resolvió no permitir la celebración de elecciones en Usansolo porque “no se ha perfeccionado, por el momento, la plena constitución como municipio”. No habrá votaciones propias porque no existe aún un censo oficial, pero esta localidad ya ha dado los pasos para ser autónoma: “Hemos constituido una gestora municipal y ya se ha solicitado la inscripción en el registro de entidades locales” del Ministerio de Política Territorial, comenta Urgoiti. Esa gestora está formada por 11 miembros, con ocho de UH y tres del PNV, un reparto que concuerda con los resultados electorales de 2019. La preside Agustín Aizpuru, quien este año dimitió como concejal de Galdakao para asumir este cargo.

Esta suerte de concejales se renovará tras los comicios de este domingo. Por eso los vecinos dan tanta importancia al 28-M. En virtud de lo que resulte de las urnas en el distrito electoral número 4 de Galdakao (la parte que corresponde a Usansolo) se actualizará la composición de la gestora. El PNV no ha presentado en sus listas de Galdakao a ningún vecino de Usansolo. EH Bildu ha hecho lo mismo. Solo UH, que ahora tiene dos concejales, ha incluido a su gente. “Es una campaña anómala”, dice el representante del PNV. “Es una pena que no hayamos llegado a tiempo para votar como pueblo”, señala Urgoiti. Zuriñe Zugazaga fue la primera edil de UH en Galdakao en 2011: “Hemos trabajado muy duro para conseguir que Usansolo sea un pueblo independiente. Ahora nos cierran las puertas y no respetan nuestra palabra. ¿Dónde está esa democracia que tanto defienden?”, se pregunta.

Hace 50 años en Usansolo vivían unas 1.000 personas. Esa población ha ido creciendo con gente venida de fuera, muchos de la población extremeña de Valencia de las Torres, otros de la zona de Potes (Cantabria). “La gran mayoría estamos a favor de separarnos de Galdakao”, subraya Urgoiti. En todos los referendos celebrados la opción de la segregación ha sido apoyada por una amplísima mayoría. Este núcleo urbano cuenta con todos los equipamientos necesarios para echar a andar en solitario: ambulatorio, polideportivo, escuelas de Primaria, biblioteca, un frontón y campo de fútbol, estación de tren… Una de sus bazas más fuertes es que en su término municipal está ubicado el Hospital de Galdakao, uno de los referentes de Osakidetza. Solo este centro sanitario aporta casi medio millón de euros a las arcas municipales por su valor catastral.

En plena campaña, los integrantes de la comisión gestora celebran la primera reunión el pasado 17 de mayo. Conversan amistosamente a la sombra de un retoño del árbol de Gernika, trasplantado en noviembre de 1995 al lado del viejo caserío Txapelena. En esta casa de cultura se reúnen los primeros munícipes de Usansolo, el germen de la corporación que saldrá de las elecciones de 2027.

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