Jóvenes y mujeres para la alcaldía: la dificultad de tomar el mando en el mundo rural

Mairena Martínez acababa de cumplir los 22 años cuando, de forma inesperada, se convirtió en alcaldesa de su pueblo, Chilluévar (1.390 habitantes, Jaén). Hace cuatro años, cuando tenía 20 y aún estaba estudiando Trabajo Social, iba en el décimo puesto de la candidatura socialista. Pero, la marcha del anterior alcalde a la Diputación Provincial precipitó los acontecimientos hasta tal punto que todos los que antecedían a Martínez en la lista renunciaron a tomar el relevo, lo que provocó el nombramiento de la primera alcaldesa que ha tenido este municipio de la Sierra de Cazorla. Y no siempre es fácil. “Cuando voy a visitar una obra”, explica, los operarios y los vecinos me ignoran, hablan antes con el concejal del área, que es un hombre, que conmigo”.

Martínez sabe que llegó al puesto por una concatenación de hechos, aunque no le importa. “Fue todo muy rápido e inesperado, pero la verdad es que a mí no me tembló el pulso, siempre he tenido una vena muy reivindicativa y luchadora”, señala Martínez, la alcaldesa más joven de Andalucía, que aspira en los comicios del 28-M a afianzar un liderazgo político que, según comenta, cuesta mucho más cuando se trata de jóvenes y mujeres que están en el medio rural. “Cada día es una lucha continua por hacernos respetar y buscarnos un hueco, la verdad es que no nos toman en serio”.

La alcaldesa en su haber desde este año el Premio Clara Campoamor que otorga las Juventudes Socialistas de Andalucía. “Su cercanía es su seña de identidad propia, es clara, trasparente, tiene una capacidad empática que la diferencia. Es directa, resolutiva, inconformista, defensora a viva voz del feminismo, con coraje, con las ideas muy claras, y una socialista de bandera”, la definió el jurado de este galardón, unos piropos que han llegado para cargar un poco más la ya de por sí pesada mochila de esta joven política.

Jaén es una de las provincias con mayor número de jóvenes en las candidaturas, especialmente en las del PSOE, donde el 37% de los integrantes de las listas tienen menos de 35 años. Además, hay 19 jóvenes que aspiran a ser alcaldes y alcaldesas. Entre ellas también se encuentra Ana María López, de 25 años, en Lupión o María López, de 26, en Santiago-Pontones.

Lucía Ortega tenía apenas 19 años cuando fue elegida en 2019 como concejala de Noalejo, un pueblo de unos 1.800 habitantes situado a medio camino de Jaén y de Granada. Ahora, cuatro años después, repite en el número tres de la candidatura del PP, una lista insólita formada en su integridad por mujeres y encabezada por Rosa María López, la cartera rural de la localidad.

“Las mujeres movemos el pueblo es nuestro lema de campaña y lo que nos guía para intentar transformar nuestro entorno más cercano”, manifiesta López, la cartera del pueblo que lidera una candidatura en la que se integran empresarias, agricultoras, estudiantes y jubiladas. “Aquí no hemos pedido el DNI para entrar en la lista, pero sí que tenemos en común con los jóvenes la ilusión tremenda por mejorar nuestro pueblo, y encima los vecinos nos animan y nos dicen ‘olé vuestras narices’”, comenta esta empleada de Correos de 40 años e hija de emigrantes.

Hace falta una discriminación positiva hacia el mundo rural, nuestros pueblos se están muriendo

Mairena Martínez, alcaldesa de Chilluévar (Jaén)

La candidata popular asegura que la decisión de hacer una lista 100% femenina surgió casi de manera espontánea “y con el beneplácito de todos los hombres del PP”. De alguna manera, es un nuevo intento de este partido por acabar con las dos décadas de hegemonía del actual alcalde socialista.

Lo que sí une a los candidatos de los municipios rurales es su empeño por cambiar la tendencia demográfica regresiva. “Hace falta una discriminación positiva hacia el mundo rural, nuestros pueblos se están muriendo”, subraya la socialista Mairena Martínez. Rosa María López, del PP, agrega: “Contra la despoblación no cabe otra cosa que el empleo, es la única manera de que nuestros jóvenes no se marchen”.

La misma pasión por su tierra la comparte Luis García Millán, un ingeniero de Telecomunicación de 30 años que es el número tres de la candidatura de la capital de Jaén, Merece Más, una formación que nació al abrigo de la plataforma de la España Vaciada. En las pasadas elecciones andaluzas se quedaron a apenas 2.000 votos de obtener un escaño en el Parlamento autonómico, y ahora aspiran a gobernar o ser influyentes en 13 ayuntamientos de Jaén.

“Es un momento histórico para esta provincia. Jaén no puede perder más trenes, duele muchísimo ver cómo tus amigos y familiares tienen que dejar su tierra y las pocas oportunidades que tenemos los jóvenes para trabajar en lo que nos hemos formado o para emprender” afirma García Millán, que durante dos años trabajó en Alemania para la Agencia Espacial Europea para luego volver a su tierra. A su juicio, lo que le llevó a dar el salto a la política fue el desencanto que sufrió la provincia por la decisión del Gobierno de llevarse a Córdoba la base logística del Ejército, el Colce, cuando todo el mundo daba por hecho que acabaría en Jaén.