La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, instará este miércoles a los 179 ayuntamientos de la región a rebajar el impuesto de plusvalía, según una fuente gubernamental. La propuesta, que la líder autonómica lanzará durante la primera jornada del debate para su investidura como presidenta, pone en un aprieto a los alcaldes de la región. Por un lado, los 115 regidores del PP deberán interpretar el proyecto de su jefa de filas como una orden obligatoria, según una fuente gubernamental, sin que importe que el cambio les cree un agujero presupuestario (en la capital, por ejemplo, se recaudan 500 millones de euros al año por este concepto). Por otra, el reclamo permite a los conservadores confrontar con los líderes municipales del PSOE a las puertas de las elecciones generales del 23 de julio. Y como colofón, la reforma de este gravamen sobre los cambios de propiedad de viviendas y locales (por venta, herencia o donación) le sale gratis a Díaz Ayuso: como este es un impuesto municipal, rebajarlo no afecta en nada a las cuentas de su Gobierno, que no tiene ningún tipo de competencia en la materia ni recauda este impuesto.

“La rebaja será de obligado cumplimiento en los ayuntamientos del PP”, resumió una fuente gubernamental que despacha a diario con la líder conservadora, que en estos momentos concentra todo el poder posible en la región: es presidenta de la Comunidad y del partido en Madrid.

“La entrada en vigor de esta bajada beneficiará el ahorro de miles de familias, impulsando tanto el consumo como la inversión”, defienden en el Gobierno sobre un anuncio que no afecta en nada al Ejecutivo autonómico, pese a que la propuesta se vaya a realizar durante el debate para la investidura de la presidenta.

Nada se sabe todavía, en todo caso, sobre a cuánto ascendería la rebaja, ni sobre qué efecto tendría en la consecuente bajada de recaudación de cada ayuntamiento de la Comunidad de Madrid.

La plusvalía municipal grava la revalorización del suelo donde están ubicados los inmuebles cuando se venden, heredan o reciben en donación. Es el segundo impuesto más importante para las haciendas locales, solo por detrás del IBI, con unos ingresos anuales que suelen rebasar los 2.000 millones. Sin embargo, su recaudación cayó “en torno a un 39%” en 2021, pues su vigencia ha estado más que en entredicho.

Así, entre 2017 y 2021, el Tribunal Constitucional dictó tres sentencias en contra del Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (IIVTNU) —nombre oficial de la plusvalía—, que fueron poco a poco desmontando el tributo. Las primeras dos eliminaron la posibilidad de que el gravamen se exigiera cuando la operación reportara pérdidas o la cuota a pagar por ello fuera superior a la ganancia obtenida, circunstancias que empezaron a darse con frecuencia con el traspaso de inmuebles adquiridos durante el bum del ladrillo. El último fallo, de octubre de 2021, fue más allá y supuso un giro de 180 grados para los municipios: el dictamen imposibilitó de facto el cobro del impuesto, al declarar nulo el método para calcularlo.

Bonificaciones

Para solucionar ese vacío legal que dejaba las cuentas municipales tiritando, el Gobierno de la Nación reaccionó en tiempo récord: apenas quince días después de la sentencia, el Consejo de Ministros aprobó un decreto ley que fijaba un nuevo método de cálculo. El PP recurrió el cambio ante el Tribunal Constitucional, pero sin éxito. Desde entonces, el contribuyente puede elegir entre dos alternativas para determinar la base imponible del gravamen: a través de la ganancia real obtenida, o a partir de unos coeficientes que recogen la evolución del mercado, y que fija el Estado como unos valores máximos que los ayuntamientos pueden modular a la baja si quieren. Es ahí, aprovechando ese margen, donde Díaz Ayuso quiere que actúen los municipios madrileños, estableciendo bonificaciones.

Hacerlo causaría un roto calculable en los balances de los municipios. Por ejemplo, en el de la capital se venían recaudando 500 millones de euros cada año por este concepto hasta la sentencia del Constitucional de 2021. Pero nada de eso afectará a la Comunidad de Madrid y sus Presupuestos.

Subvenciones para poner plantas en las azoteas

Además, la presidenta también se comprometerá en su discurso a completar esta legislatura el proyecto del Arco Verde con la construcción de los últimos 100 kilómetros de este corredor medioambiental que conectará 25 municipios de la región con los tres parques regionales: Cuenca Alta del Manzanares, Curso Medio del Río Guadarrama y Sureste.

También en materia medioambiental, el Ejecutivo autonómico aprobará subvenciones para facilitar a las comunidades de vecinos la instalación de plantas en azoteas y lugares comunes que ayuden a mejorar la calidad del aire de estos espacios. Una medida que recuerda a la propuesta lanzada por la líder durante el debate electoral del 28M para combatir el cambio climático: “Que cada balcón de Madrid tenga una planta”.

Nueva consejería de digitalización

Finalmente, Díaz Ayuso tiene previsto anunciar este miércoles la creación de una consejería de digitalización, aunque mantendrá las nueve carteras gubernamentales de las que disponía hasta ahora.

Este nuevo departamento del Ejecutivo madrileño, según una fuente gubernamental, trabajará en la constitución de un nuevo clúster tecnológico, el de computación cuántica, ubicado en Boadilla del Monte, cuyos ingenieros desarrollarán algoritmos aplicables al ámbito sanitario, medioambiental y social, entre otros. Este núcleo de trabajo se suma a los otros cuatro que ya están en pleno funcionamiento y que integran las empresas, organizaciones e instituciones más punteras en Transformación Digital (en Torrejón de Ardoz), Internet de las Cosas (Las Rozas), Inteligencia Artificial (Leganés), y Blockchain (Tres Cantos).

Además, será competencia de esta consejería la creación en torno al anillo metropolitano de cuatro regiones digitales. Así, desde la zona denominada Futuro Tecnológico se impulsará el Centro Regional de Tecnologías Digitales y del Espacio o un Centro de Ganadería Digital. El arco sur será el del talento y el conocimiento, donde, entre otras cosas, se creará el mayor contenedor cultural, el Centro de Arte Digital de la Comunidad de Madrid. Asimismo, será la base de Madrid, Motor Aeronáutico de Europa, un referente a nivel continental que tratará de competir con los dos centros aeronáuticos de la Unión Europea, situados en Lyon (Francia) y Hamburgo (Alemania). Por último, el oeste será el espacio de la innovación, donde se pondrá en marcha un Centro de Referencia en Formación Digital y el Centro Regional para las Smart Cities, que utilizará las nuevas tecnologías para un uso inteligente, sostenible y socialmente responsable de las ciudades.

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