Yolanda Díaz defiende que el feminismo “pierde cuando se coloca en las trincheras”

Caminar hacia un feminismo integrador. Ese es el mantra que repite Sumar, la coalición de izquierdas que lidera Yolanda Díaz, de cara a las generales del 23 de julio. En un acto sobre la materia, moderado en el Teatro Pavón de Madrid por la actriz Anabel Alonso —que ha advertido de la “vulneración” de derechos y libertades si la derecha y la ultraderecha llegan al Gobierno—, la vicepresidenta ha enfatizado que el feminismo “pierde” cuando se “coloca en las trincheras” y ha pedido huir de la “trampa de las derechas”, que busca generar “división”.

La posición del “feminismo para el 99%”, tal y como lo ha definido Díaz en su intervención, es una postura que marca una clara diferencia con el contexto de los últimos cuatro años. Incluir en el movimiento no solo al colectivo LGTBI, sino sobre todo a los hombres, como han repetido Díaz y la filósofa Clara Serra, también presente en el acto, es cambiar el paso de lo que ha ocurrido durante la última legislatura en el Gobierno de coalición, también con la oposición y en el movimiento feminista.

Fue precisamente la ley trans, y la libre autodeterminación de género —poder cambiar el nombre y el sexo en el DNI solo con la voluntad de las personas—, lo que dividió de tal forma al movimiento que en 2022, por primera vez en la historia, caminó separado el 8-M por la escisión de parte del feminismo, contrario a esa norma. Al igual que pasó en el seno del PSOE, donde una facción no quería asumir el texto.

Fuera del movimiento, es la ultraderecha, y a veces la derecha, quienes contraponen los derechos de las mujeres, los avances para el colectivo LGTBI, a los de los hombres, con un discurso en el que aluden a una batalla entre unas y otros. “Derogaremos la ley de violencia de género y toda la normativa que, lejos de proteger a las mujeres eficazmente, ha alentado una guerra de sexos, la ruptura de familias, la desigualdad ante la ley y la destrucción de la presunción de inocencia”, incluye Vox en su programa electoral.

“El feminismo no está en guerra contra nadie, a pesar de lo que dice Abascal”, ha contestado Díaz, “al contrario, amplía derechos no solo para las mujeres, sino para los hombres, para todos”. Elizabeth Duval, la portavoz de campaña de esta área, sentada a la derecha de Díaz durante el acto, ha señalado también a qué se refieren con ese 99% cuando ha aludido al feminismo como un lugar de “academia”. Eso, ha afirmado, “no es” el feminismo. “No es ni una bandera cultural, ni un debate filosófico, sino una revolución social y radical para el siglo XXI”. Duval ha alertado de que se ha intentado “construir una imagen del feminismo que lo empequeñece, que lo hace un lugar donde cabe cada vez menos gente”.

En la misma línea, Serra ha abogado por “reconquistar el feminismo plural”. Un movimiento que tiene su referente en la marcha del 8 de marzo de 2018, “transformador” y “para todo el mundo”. “Un feminismo capaz de convencer, persuadir, ilusionar, que de la bienvenida a todo el mundo”. En una conversación sin referencias directas a la ministra de Igualdad, Irene Montero, todos los discursos, también el de la concejala de Más Madrid Carolina Elías y el de la diputada colombiana Mafe Carrascal, defendieron caminar en esa dirección.

Un programa electoral transversal

El programa de Sumar no ha incluido políticas específicas de un área, sino transversales a todos los departamentos. “Las cuestiones de género tienen que integrarse en todas las políticas públicas y dejar de ser cuestiones marginales y de asociarse solo a determinadas políticas sociales”, sienta el documento. El programa toca desde el ámbito económico —reducción de brecha salarial y en las pensiones—, hasta el fortalecimiento del Ministerio de Igualdad, con la propuesta de crear una Vicepresidencia de Feminismos y Economía de los Cuidados, una de las que más repercusión mediática ha tenido.

El documento con el que Sumar se presenta a los comicios del próximo 23 de julio aboga por “garantizar el funcionamiento de los centros de crisis” para víctimas de violencia sexual y recoge cuestiones de salud sexual y reproductiva, como el acceso a técnicas de reproducción asistida financiadas por el sector público para mujeres hasta los 45 años.

También incluyen las propuestas para la igualdad del colectivo LGTBI+, cuyo apartado comienza con la “prioridad” que supone para el partido “dar cumplimiento efectivo a las disposiciones contenidas” en la llamada ley trans, y con la propuesta de “un pacto de Estado contra los discursos de odio”. En el último párrafo del capítulo, la coalición defienden medidas para “prevenir y atajar de manera específica” la violencia intragénero, aquella que se produce en el seno de parejas del mismo género, y para “otorgar derechos y protección” a sus víctimas.

Lo que sí ha quedado fuera del programa, y tampoco se ha abordado durante el acto, han sido algunos asuntos clave, como la prostitución, con visiones encontradas entre los partidos de la coalición, o los vientres de alquiler, aunque tampoco lo hacía hace cuatro años el programa de Unidas Podemos. Quien sí lo ha incluido en su programa ha sido el PSOE, con el que Sumar aspira a revalidar Gobierno tras el 23-J. La prostitución la recoge con “una ley para prohibir el proxenetismo en todas sus formas, que incluya el castigo de la tercería locativa y la sanción a los proxenetas”, mientras los vientres de alquiler lo hace con una propuesta para “avanzar” contra esta práctica —ya ilegal en España—, actuando “contra las agencias” y, en paralelo, a través de medidas “para facilitar y fomentar el sistema de adopción nacional e internacional”.

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