Así se están moviendo las encuestas de las elecciones generales del 23-J

Este artículo es un fragmento de la ‘newsletter’ de Kiko Llaneras, que en las próximas semanas estará dedicada a los datos de las elecciones. Es un boletín para suscriptores de EL PAÍS, pero se puede leer durante un mes de prueba. Si quieres recibirla en tu correo, apúntate aquí.

Según nuestro promedio de sondeos, cuya metodología se explica al final de este artículo, el Partido Popular sería hoy la primera fuerza, rondando el 34% de los votos, seguido del PSOE (27%-28%), Vox (14%) y Sumar (13%). Pero estas cifras siguen moviéndose, como muestra el gráfico a continuación:

Contradiciendo mi impresión de la semana pasada, ahora el PP aparece plano o incluso crece ligeramente en detrimento de Vox, que pierde unas décimas.

La tendencia más importante, no obstante, es otra: el PSOE sigue avanzando, como lleva haciendo desde que se convocaron estas elecciones sorpresa. Los socialistas han subido dos puntos desde junio, y lo que es más importante para sus intereses: su paso adelante no viene acompañado de un retroceso de Sumar, que está horizontal, sino de otras formaciones.

Eso puede comprobarse mirando la evolución del voto de los bloques de izquierda (PSOE y Sumar) y derecha (PP y Vox):

La suma de PP y Vox sigue por delante (47% en votos), pero PSOE y Sumar están recuperando terreno (41%). Si a principios de junio la ventaja de la derecha era de nueve puntos, ahora se ha reducido a seis o siete. La formación del próximo Gobierno depende de esa cifra, más que de ninguna otra, de que acabe siendo un +4 o un +7 para la derecha.

Mayoría probable: PP y Vox

¿Cómo se traducen los sondeos anteriores en escaños y opciones de Gobierno? A continuación he calculado el reparto de asientos. Lo hago asumiendo que los totales de voto nacional se distribuirán por las diferentes provincias de manera similar a como lo hicieron en 2019 (ver metodología). En este escenario principal, la suma del PP y Vox ronda los 180 representantes y seguiría teniendo una mayoría ajustada (el umbral está en 176).

En esencia, las encuestas actuales ven el Gobierno del PP y Vox como la opción más probable, aunque lejos de ser una certeza. Es así por un motivo sencillo, que ya comenté: ambos partidos solo tienen media docena de escaños de margen, y las encuestas son un ejercicio aproximado. ¿Cómo de aproximado? He analizado en el pasado decenas de elecciones desde 1986 para medirlo. El error medio del promedio de encuestas ha rondado los 1,9 puntos por partido. Es decir, fueron habituales desviaciones de 3 o 4 puntos con algún gran partido y el margen de error (al 95%) se acerca a los 10 o 12 escaños arriba o abajo de lo previsto.

Las opciones de la izquierda

Las posibilidades de la izquierda pasan por continuar su avance en las dos semanas que quedan o dar una sorpresa la noche electoral. Como dije la semana pasada, lo primero parece plausible: el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha recorrido radios y televisiones y eso podría valerle un empujón, aunque solo fuese por movilización de su electorado, muy inactivo.

Pero ¿cuánto tiene que avanzar o sorprender la izquierda como para cambiar el Gobierno más probable? Si la suma de PSOE y Sumar avanza 1,5 puntos sobre la de PP y Vox, los bloques quedarían 42% a 46% en votos, y la mayoría de escaños de la derecha estaría en el aire, al 50% de probabilidad, con las mismas opciones de acabar sumando como de quedarse cortos. Si los populares se quedan muy cerca de los 176 asientos, podrían buscar el apoyo en la investidura de algún partido más allá de Vox, quizás convenciendo a Coalición Canaria o a Teruel Existe. No obstante, si esa suma no alcanza, la alternativa por la izquierda sería reeditar una mayoría similar a la que convirtió a Pedro Sánchez en presidente hace cuatro años, con el apoyo de Sumar y prácticamente todas las demás fuerzas.

Metodología del promedio. Nuestro promedio tiene en cuenta decenas de sondeos para mejorar su precisión, tomando todos los que publican medios de comunicación y que se recogen en Wikipedia periódicamente. Es un promedio ponderado para dar distinto peso a cada encuesta según tres factores: la casa encuestadora y su historia, el tamaño de su muestra, y la fecha del estudio. El último criterio —dar más peso a las encuestas más recientes— es el más importante de todos. En el promedio he excluido los sondeos del CIS, que se han demostrado sesgados, y otras encuestadoras sin trayectoria. El cálculo de escaños a partir de los votos lo explico aquí o aquí. He usado métodos parecidos desde 2015, por ejemplo aquí.

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