_
_
_
_

El PSC y el independentismo se disputan los seis votos de los Comuns, claves para ganar la Mesa del Parlament

La pugna por el ajustado juego de mayorías determina quién gana el control de la cámara autonómica y toma la delantera en la carrera por la posterior investidura del ‘president’

Una imagen reciente del Parlament, durante el debate del proyecto de ley de presupuestos de la Generalitat para el año 2024.
Una imagen reciente del Parlament, durante el debate del proyecto de ley de presupuestos de la Generalitat para el año 2024.Albert Garcia (Albert Garcia)

Las elecciones al Parlament del pasado 12 de mayo dejaron un magro botín para los Comuns, pero aquel tropiezo ahora cotiza al alza. Jéssica Albiach, la líder del partido, reconoció tras las catalanas que el resultado obtenido merecía “una reflexión”. Perdieron dos escaños en relación a los comicios de 2021 y se han quedado con seis diputados para afrontar la legislatura. Media docena de votos en el Parlament que cobran una importancia notable en el baile de sumas para elegir quién alcanza, en el pleno del próximo lunes, la presidencia de la Cámara autonómica catalana. Los partidos independentistas han perdido fuerza tras la decisión del Tribunal Constitucional que anula el voto telemático que puedan emitir Carles Puigdemont y Lluís Puig. Junts, ERC y la CUP suman 57 escaños (sin el voto telemático) y trabajan en un frente común para configurar lo que han bautizado como “Mesa antirrepresiva”. A esta suma se podrían sumar los dos votos de la ultraderecha independentista de Aliança Catalana, partido con el que no van a negociar. Un posible acuerdo del PSC con el PP propicia el apoyo de 57 diputados. Los seis votos que aportan los comunes van muy buscados. Todos les invitan a sentarse en su mesa.

La sesión constitutiva del Parlament está prevista para el próximo lunes por la tarde. Se vota mediante papeletas. En cada voto debe constar el nombre de un solo diputado. El TC resolvió este miércoles que la votación telemática no es aceptable en el caso de “quien voluntariamente ha decidido eludir la acción de la jurisdicción penal española y sobre el que pesa una orden judicial de busca y captura”. Esto implica que los votos del expresident y del exconsejero, ambos diputados de Junts que se marcharon de España para no ser juzgados, no pueden ser contabilizados si se emiten telemáticamente. De momento, los miembros de la Mesa de Edad, encargados de decidir sobre esos sufragios, están divididos informa Camilo S. Baquero. Una de las secretarías será para Vox -en contra de que se computen-, la otra para ERC. En X, la antigua Twitter, la republicana Mar Basses, ha dado a entender que aboga por darlos por válidos. Agustí Colomines (Junts), el presidente de la Mesa, ha declinado a hacer comentarios sobre qué hará el lunes.

Cada partido puede proponer a sus propios candidatos. Para elegir al presidente del Parlament hace falta mayoría absoluta, esto es un mínimo de 68 votos sobre 135 escaños. Si nadie la logra, se repite la votación entre los dos nombres que han tenido más apoyos. Quien saque más votos en esta segunda vuelta, se hace con la presidencia. El resultado, más allá de aclarar quién se hace con el mando de la Mesa, supone poder tomar la delantera de cara a la posterior investidura del president de la Generalitat.

Un hipotético acuerdo progresista entre PSC, ERC y Comuns sumaría 68 votos, pero parece improbable que los tres partidos puedan llegar a ponerse de acuerdo en un candidato de consenso. Esquerra aboga por un acuerdo con las fuerzas independentistas, esto es Junts y la CUP, que puede sumar, como máximo y sin contabilizar los votos de Puigdemont y Puig, 57 apoyos. Si llegaran a tener algún resultado los mensajes, que ha lanzado sobre todo Esquerra, para tratar de atraer a los comunes, la alianza redundaría en 63 votos. Y tendría, además, un doble efecto, porque supondría arrebatarle al PSC un socio potencial.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Los Comuns han mostrado su interés por un organo rector de la Cámara de cariz “progresista”. Jaume Asens, candidato del partido a las europeas, incluso avala una posible presidencia de ERC. Esa Mesa de fuerzas de progreso podría incorporar a la CUP, defienden los Comuns, pero tiene que contar también con la presencia del PSC, posibilidad que se descarta desde Esquerra.

Los socialistas impulsaron hace meses el recurso judicial que ha tumbado la votación telemática en el Parlament. Una maniobra que ahora les complica poder sellar un acuerdo con ERC. Los republicanos tienen a uno de sus diputados, Ruben Wagensberg, en Suiza, para evitarse posibles complicaciones judiciales por la causa judicial que le involucra con el caso Tsunami Democràtic. Sobre el papel, Wagensberg va a poder votar el lunes de manera telemática, porque consta que está de baja médica y en ese supuesto sí se acepta la votación a distancia. Pero, desde ERC se pone de relieve que la baja no va a ser eterna y que el partido no se puede plantear un acuerdo con quien ha “limitado” los derechos de uno de sus diputados.

El PP ya ha adelantado que es una prioridad alejar a los independentistas de la presidencia de la Mesa. La posible suma de PSC y PP proporciona 57 escaños. Si los Comuns optan por respaldar este bloque, la cuenta crece hasta los 63, en lo que supondría la reedición de la operación a tres bandas que, hace un año, se llevó a cabo en el Ayuntamiento de Barcelona para dar la alcaldía a Jaume Collboni y cortarle el paso al independentismo.

En el PP catalán pone en duda un posible un entendimiento con el PSC si Pedro Sánchez no rompe antes sus relaciones con los partidos independentistas en el Congreso. “Lo que hicimos en Barcelona fue anterior a la ley de amnistía”, manifiestan desde los populares catalanes. “La gente ha votado a favor de que el procés se acabe. Nos corresponde a los políticos corroborarlo. El PSC va a ser el que decida si se acaba, y los pasos que están dando no nos gustan”, expuso este jueves Alejandro Fernández.

El lunes, la Mesa de Edad se encargará, de inicio, de dirigir el arranque del pleno. Lo conducirá el diputado más veterano, Agustí Colomines (Junts), y las secretarías serán para los dos diputados más jóvenes: Mar Besses (ERC) y Júlia Calvet (Vox). A continuación, el pleno tendrá que elegir al presidente del Parlament y a los seis miembros que lo acompañan en la Mesa. El sistema de votación es una suerte de jeroglífico. Una primera ronda sirve para designar al presidente, en una segunda ronda se escogen a los dos vicepresidente y, en la tercera, se designan en bloque a los cuatro secretarios.


Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Tu comentario se publicará con nombre y apellido
Normas
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_