“La cultura blanca” de Vox en la Comunidad Valenciana: más toros y menos poesía

Del poeta Miguel Hernández (1910-1942) se afirma que es uno de los más populares y relevantes de la literatura en castellano del siglo XX a pesar de su temprana muerte. De Vicent Andrés Estellés (1924-1993), que es el mejor poeta en valenciano desde Ausiàs March, del siglo XV. La importancia de ambos autores valencianos, de Orihuela, el primero, y de Burjassot el segundo, es ampliamente ponderada por los expertos. Ambos coincidían también en su ideología de izquierdas. En el caso de Hernández se entreveraba con los valores y la defensa de la II República, lo que le llevó a ser encarcelado y condenado a muerte inicialmente por el franquismo, y en el de Estellés, con la reivindicación de la lengua minorizada durante la dictadura y de la unidad lingüística del catalán.

Ahora, los nombres de ambos también están vinculados por Vox. El concejal de Cultura de Orihuela, Gonzalo Montoya, de la formación ultra, eliminó una ayuda municipal de 6.000 euros que se concede desde el 2000 para el premio de poesía de la Fundación Miguel Hernández por un “problema de concurrencia de otras subvenciones”, según explicaron. La polémica saltó a los medios de comunicación y el alcalde del PP, Pepe Vegara, aseguró que la ayuda “será restituida”.

Miguel Hernández es un símbolo y un reclamo turístico para la ciudad alicantina. La principal subvención para su Fundación es aportada por la consejería del Cultura dirigida desde hace siete meses por Vicente Barrera, vicepresidente de la Generalitat en virtud del pacto con el PP y por decisión de Santiago Abascal, el líder del partido de extrema derecha, según ha manifestado el propio exmatador de toros y empresario.

En todo este tiempo Barrera no ha dado ninguna rueda de prensa y solo ha apuntado sus líneas de actuación en sus obligadas comparecencias en las Cortes Valencianas, en los presupuestos y en un par de entrevistas. En Valenciaplaza, lanzó su idea programática que ha hecho fortuna a falta de más explicaciones: “Queremos ir hacia una cultura blanca, donde no sea un arma de colonización de conciencias y de adoctrinamiento político”.

En esa idea descolonizadora no ha entrado Estellés. Barrera presumió en el parlamento de eliminar 50.000 euros de la partida para la Cátedra dedicada al poeta y ha renunciado a organizar este 2024 el Any Vicent Andrés Estellés, con motivo del centenario del nacimiento del poeta, como había previsto el anterior gobierno de izquierdas de la Generalitat. Diversas entidades cívicas y culturales como Escola Valenciana o Acció Cultural del País Valencià, se han unido en la coordinadora Profundació Estellés para celebrar el año del autor de los conocidos versos “No hi havia a València dos amants com nosaltres./ Feroçment ens amàvem del matí a la nit (...)” con que empieza Els amants. El PSPV-PSOE lo conmemora con iniciativas en el Senado, en los ayuntamientos valencianos y en Les Corts. La presidenta del Congreso, Francina Armengol, citó unos versos de Estellés en la jura de la Constitución de la princesa Leonor en octubre.

Ferran Carbó, catedrático de Literatura Catalana y estudioso del poeta, da una pinceladas sobre su importancia: “Estellés es comparable con Ausiàs March por su obra ingente y extraordinaria, por estar enraizada en las coordenadas geográficas y lingüísticas valencianas. Ningún poeta ha escrito más en valenciano que él y con una lengua marcadamente dialectal, vinculada al registre coloquial, próxima, fácil de entender para el lector. No olvidemos que trabajó como periodista en Las Provincias de 1948 al 1978 y llegó a ser redactor jefe. Sería muy interesante recuperar ese corpus periodístico sobre un autor indiscutible, más allá de cualquier cuestión ideológica”.

En este ultimo sentido se expresó la actual alcaldesa de Valencia, María José Català, del PP, cuando era consejera de Cultura y fue a visitar en 2012 la exposición sobre Estellés organizada por al Acadèmia Valenciana de la Llengua por los 20 años del fallecimiento del poeta. Fuentes de la consejería de Cultura aseguran que tiene previsto realizar algunas acciones sobre Estellés.

Barrera se ha jactado especialmente en las Cortes de retirar las ayudas a las entidades que considera catalanistas y ha puesto en valor las subvenciones directas concedidas a Lo Rat Penat o la Real Academia de la Cultura Valenciana que defienden el secesionismo lingüístico y emplean una normativa diferente a la oficial de la Generalitat y contraria al criterio filológico de la comunidad académica.

El abuelo del consejero, “el Ausiàs March del toreo”, según Fuster

En su cruzada contra lo que considera “el pancatalanismo”, que no discrimina entre los que defienden los postulados de la romanística internacional sobre el valenciano, ha eliminado ayudas para el legado del ensayista Joan Fuster (1922-1992), habitual e histórica diana de las críticas en Valencia de los grupos ultras y secesionistas -también llamados blaveros por su defensa de la franja azul (blava) en la bandera de la Comunidad Valenciana durante la Transición-. Al escritor de Sueca, que sobrevivió en 1981 a un atentado con bomba en su casa, le gustaban los toros. Incluso amenazó a finales de los años sesenta con dejar de colaborar en la redacción de la Enciclopèdia Catalana si no se incluía una entrada sobre el que consideraba el “Ausiàs March del toreo”, Vicente Barrera Cambra, abuelo del actual vicepresidente, según recordaba la veterana editora Teresa Lloret en una entrevista publicada el pasado agosto en la revista El Temps. El torero tiene su entrada.

En estos siete meses de “cultura blanca”, Barrera ha tomado otras decisiones relevantes: la destitución por “mala praxis” de José Luis Pérez Pont como director del Consorci de Museus y del Centre del Carme, pese a multiplicar por nueve las visitas; la concesión de una ayuda directa de 300.000 euros a la Fundación Toro de Lidia, radicada en Madrid, para organizar novilladas en la Comunidad Valenciana; la reducción de un millón y medio de euros en el presupuesto del Institut Valencà d’Art Modern (IVAM) y el aumento de la partida del Museo de Bellas Artes; o destinar medio millón de euros para preservar “tradiciones populares y religiosas”.

Este lunes esta previsto el cese de los tres directores adjuntos del Institut Valencià de Cultura (IVC), Marga Landete (Música y Cultura Popular), Francesc Felipe (Audiovisual) y Roberto García (Artes Escénicas), nombrados por el anterior Gobierno. Se han convocados concursos para cubrir las vacantes de estos cargos, como se hizo con anterioridad. Se mantiene al frente del IVC Abel Guarinos.

Vox ha tenido problemas para encontrar profesionales de la cultura para desempeñar los principales cargos políticos de la consejería y para dirigir sus distintos organismos. Para sustituir a Pérez Pont se convocará un concurso. Como gerente del Carme y el Consorci se ha nombrado a Nicolás Bugeda, para lo que se ha reincorporado al trabajo tras tener reconocida una incapacidad permanente. En el IVAM, Nuria Enguita sigue al frente de la dirección artística (su contrato acaba en 2025), si bien Cultura gestiona un nuevo concurso para nombrar gerente del museo tras declarar desierto el anterior. En Bellas Artes, continúa el director Pablo González Tornel. En el Palau de les Arts se ha confirmado al patronato de la opera dirigida artísticamente por Jesús Iglesias, renovado en 2022 hasta el 2027.