Puigdemont, tras la ruptura con el PSOE: “Un pacto que no se ejecuta es un acuerdo roto”
La dirección del partido acuerda suprimir las reuniones periódicas con el PSOE en Suiza y someterá a votación de la militancia su decisión

La dirección de Junts per Catalunya se ha reunido este lunes en Perpiñán (sur de Francia) para abordar un cambio en las relaciones con el PSOE dos años después de firmar el acuerdo de investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. La ejecutiva ha avalado “por unanimidad” la propuesta que ha hecho el líder de la formación, Carles Puigdemont, que básicamente supone romper el pacto de investidura por los “incumplimientos” que reprochan al PSOE. “Un pacto que no se ejecuta es un acuerdo roto”, ha resumido el expresidente catalán para justificar su posición.
En una comparecencia sin preguntas de los periodistas, Puigdemont ha motivado su ruptura sin aclarar cómo actuarán a partir de ahora en el día a día. Pese a dejar claro que ya no confían en el Gobierno y que Pedro Sánchez ya no dispone de apoyos para gobernar ha evitado pedir elecciones o defender una moción de censura. “No estamos dispuestos a seguir ayudando a un Gobierno que no ayuda a Cataluña”, ha subrayado Puigdemont. “No hay confianza suficiente”, ha indicado. A lo largo de veinticuatro meses “no ha habido resultados suficientes que justifiquen mantener la vía abierta”, ha abundado. “Sé que se dirá que no hemos esperado lo suficiente, pero hemos tenido paciencia”, ha defendido el expresidente catalán.
El presidente de Junts ha buscado aparecer como el responsable del divorcio y ha señalado con el dedo a la otra parte de la relación: “el PSOE ha roto a conciencia el acuerdo de investidura, es el responsable máximo porque tiene todas las palancas del poder”, ha dicho. “Les hemos dado muchas oportunidades para cambiar y el único cambio ha sido el cambio de hora”, ha reprochado Puigdemont.

Cómo se visualiza ese divorcio es uno de los puntos que tenía que perfilar la dirección de Junts, y se opta por buscar un gesto que sea visible y que tenga efectos inmediatos: Junts se levanta de la mesa negociadora con el PSOE en Suiza. En los últimos dos años se han celebrado 19 reuniones con la supervisión de un verificador internacional. Junts ha concluido que ese marco deja de tener sentido, por la falta de concreciones y por la distancia, cada vez mayor, que hay entre las dos partes.
La militancia tendrá que ratificar la decisión de la cúpula en una consulta que se celebrará esta misma semana, entre el miércoles y el jueves.
“Junts solo tiene siete diputados y hay que ver el lío que estamos formando”, ha valorado el expresident. Reivindica que su partido es cumplidor, y que solo opta por romper tras dar varias prórrogas a la confianza: “Junts pudo escoger entre PSOE y PP v escogió al PSOE”, ha señalado. Sobre el escenario qué se abre ahora, ha evitado dar muchas concreciones pero sí ha vaticinado más dificultades para el Ejecutivo: “No tendrá presupuestos ni capacidad para gobernar”, ha pronosticado. Ha evitado pedir elecciones o mostrar apoyo a una eventual moción de censura, pero sí ha dicho que Sánchez podrá tener “poder” y “poltrona”, pero “no podrá ejercer el gobierno”.
La decisión se ha tomado en tres actos. En primer lugar, ayer por la tarde se reunió la permanente, el núcleo duro del partido, para abordar el estado de cumplimiento de los pactos. Esta mañana, al inicio de la reunión de la ejecutiva, que es el núcleo de dirección ampliado, Puigdemont ha explicado su punto de vista y ha defendido sin ambages dar por finalizado el acuerdo con el PSOE. Finalmente, los dirigentes de Junts se han mostrado favorables a las tesis del líder. Puigdemont reprocha al menos tres “incumplimientos” al Gobierno. En primer lugar, que la amnistía no haya llegado a todos los dirigentes del procés, comenzando por él, pese a haber sido aprobada en el Congreso y debido a las trabas de algunos jueces. En segundo lugar, que el Gobierno no lograra la aprobación en el Congreso —por el rechazo de Podemos— de la transferencia de las competencias sobre inmigración a la Generalitat de Cataluña. Y en tercer lugar, que España no haya conseguido que la Unión Europea reconozca la oficialidad del catalán, el gallego y el euskera. El Gobierno mantiene que ha hecho todo lo posible para dar cumplimiento a estos pactos, pero que han sido los jueces, Podemos y el PP, respectivamente, quienes han imposibilitado el cumplimiento total.

Está por ver el alcance real de la decisión de Junts de romper el pacto de investidura, ya que en los últimos meses los de Puigdemont ya se han distanciado mucho del Gobierno y han rechazado medidas estrella como la reducción de la jornada laboral.
Esta mañana, antes de la reunión de la ejecutiva de Junts en Perpiñán, desde la órbita socialista han continuado los mensajes pidiendo paciencia a los de Carles Puigdemont. Sin ir más lejos, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha pedido a Junts que decidiera “con sensatez” y ha alertado de la “alternativa involucionista” que a su juicio representaría un gobierno capitaneado por el PP y Vox.
La decisión de Junts de este lunes, que se había venido anunciando los últimos días, llega después de que varios dirigentes del partido, entre ellos el propio Puigdemont, hayan lanzado alertas al PSOE desde finales del pasado verano. Con más o menos intensidad, estos dirigentes avisaron de que en otoño iban a “pasar cosas” si no se avanzaba decididamente en el cumplimiento de los acuerdos.
La militancia de Junts tendrá la última palabra sobre la ruptura con el PSOE. La dirección hará una consulta telemática a las bases, como ya se hizo en otros momentos importantes, como cuando la formación de Puigdemont decidió en 2022 dejar el Gobierno de la Generalitat que compartía con ERC o para tomar la decisión de investir a Pedro Sánchez. Lo más probable es que la consulta se celebre el miércoles o el jueves de esta semana.
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