Los Mossos detienen a dos de sus agentes por ayudar a huir a Puigdemont
La policía catalana preveía detener al expresidente, que llevaba siete años huido, antes del pleno de investidura
Los Mossos d’Esquadra han detenido este jueves a dos de sus agentes por su implicación en la fuga de Puigdemont, según han confirmado fuentes policiales. Uno de los arrestados es el titular del vehículo que los investigadores creen que el expresident ha utilizado para huir tras pronunciar un breve discurso en Barcelona. El hombre ha sido puesto en libertad provisional a primera hora de la noche, después de que la jueza le haya tomado declaración. La policía catalana ha activado poco antes de las diez de la mañana un operativo jaula, que ha mantenido durante tres horas y media, para localizar ese vehículo. Con una orden de detención vigente, el expresidente catalán ha incumplido su promesa de comparecer en el pleno de investidura. La policía catalana preveía arrestar a Puigdemont, que llevaba siete años huido de la justicia, antes del pleno. La supuesta nueva escapada de Puigdemont, televisada, y ante un gran dispositivo policial, con más de 300 agentes movilizados, ha causado estupefacción en el propio cuerpo policial. “Ridículo histórico”, lamentan mandos policiales.
Todo apunta a que Puigdemont ha logrado de nuevo dar esquinazo a los Mossos, que preveían poder detenerlo este jueves y llevarlo a disposición judicial. Puigdemont ha llegado poco antes de las nueve de la mañana al paseo Lluís Companys de Barcelona, ha pronunciado un breve discurso, y de manera sorprendente, se ha esfumado en el momento en el que se preveía que caminase escoltado por la masa hasta el Parlament. La policía sospecha que viaja en ese coche de color blanco, según fuentes de los Mossos, que han blindado cualquier información oficial sobre los planes de detención del expresidente catalán.
El dispositivo jaula ha ocasionado serias dificultades en el tráfico en Cataluña. Activo durante tres horas y media (desde poco antes de las diez hasta la una y media), la policía catalana ha llevado a cabo controles en las inmediaciones de Barcelona, también en las principales autovías, así como en las fronteras con Francia y Andorra, donde Policía Nacional y Guardia Civil han reforzado su presencia. También se han llevado a cabo inspecciones de trenes y en el puerto, y han activado incluso un helicóptero para lograr apresar al expresidente catalán. “El cuerpo no merece esto, esta vergüenza. El comisario jefe, Eduard Sallent, el director general, Pere Ferrer, y el propio conseller, Joan Ignasi Elena, deben dar todas las explicaciones”, ha asegurado a este diario uno de los principales sindicatos de Mossos, el Sap-Fepol, a través de su portavoz, Toni Castejón.
Los servicios de información llevan semanas planeando la detención del expresidente catalán. Desde que anunciase que acudiría al pleno de investidura, después de siete años huido de la justicia, en Bélgica, se esbozó un plan de detención, todavía muy en ciernes, a la espera de la manera que eligiese regresar Puigdemont. Fuentes policiales sospechan que Puigdemont se encuentra en Cataluña desde el martes. Extraoficialmente, mandos del cuerpo policial han insistido en que su misión no era saber el paradero exacto en cada minuto de Puigdemont, sino detenerlo en el momento en que él se dejase ver. “No hay una búsqueda activa”, han insistido.
Dos centenares de manifestante independentista consiguen entrar en el parque de la Ciutadella y llegar hasta escasos metros del Parlament. El parque estaba, en principio, blindado por @mossos #investidura pic.twitter.com/HGBdW02twS
— Alfonso Congostrina (@alfcongostrina) August 8, 2024
En los planes policiales, no se preveían sorpresas de última hora, y trabajaban con la hipótesis de que se presentaría en el Parlament. Incluso, durante las gestiones, responsables de la comisaría general de información de los Mossos contactaron con el abogado del expresident, Gonzalo Boye, para tantear la posibilidad de acordar una detención pactada y discreta. A través de su letrado, Puigdemont rechazó el ofrecimiento. La llamada se llevó a cabo el 12 de junio, un mes después de las elecciones autonómicas, según confirmaron fuentes de la defensa y fuentes policiales.
Los Mossos cerraron el lunes el dispositivo policial, que ha conllevado diversas reuniones al máximo nivel. Bajo la batuta de los servicios de información, la filosofía era similar a la que aplicaron en la detención de la exconsejera Clara Ponsatí, que dio una rueda de prensa en el colegio de periodistas de Barcelona, y la arrestaron poco después frente a la catedral de Barcelona. Igual que entonces, la detención de Puigdemont estaba delegada en un mando de la comisaría general de Información. Lo pasarían a disposición judicial y ya entonces quedaría en las manos del juez Pablo Llarena decidir el futuro del expresidente: si prisión preventiva o algún tipo de comparecencia con medidas cautelares. “Qué ridículo que hacemos”, ha lamentado otro mando del cuerpo. “Esto nos salpica a todos”, ha añadido otro, mientras la búsqueda de Puigdemont sigue activa.
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