La Generalitat abandona el proyecto para organizar unos Juegos Olímpicos de Invierno en el Pirineo

El Govern ha puesto fin a su sueño olímpico. El Ejecutivo de Esquerra Republicana da por descartado “esta legislatura” poder promover una candidatura para acoger los Juegos Olímpicos de Invierno en el Pirineo. La renuncia supone finiquitar formalmente con las expectativas, escasas, que aún resistían alrededor de un proyecto que ha generado polémica y controversia desde su nacimiento. “Los informes medioambientales que teníamos eran válidos pensando en 2030. Para una fecha posterior, habría que verlo”, revelan fuentes del Govern. La próxima fecha libre para aspirar con garantías a organizar un evento olímpico invernal no se encuentra hasta el año 2042, toda vez que el Comité Olímpico Internacional (COI) apuesta por los Alpes franceses para 2030 y confía en Suiza para 2038. Salt Lake City (Estados Unidos) es la única aspirante que se ha presentado formalmente para el año 2034.

El carpetazo del Govern a la propuesta olímpica, avanzado por el diario Ara, se escenifica en un momento de emergencia climática por la fuerte sequía que sufre Cataluña. En este contexto de falta de agua y de aumento de las temperaturas en la totalidad del territorio catalán, tratar de defender públicamente una candidatura de Juegos Olímpicos de Invierno levanta más recelos que ilusiones y se interpreta como una fuente de desgaste para la imagen del Ejecutivo que comanda Pere Aragonès. Anna Barnadas, secretaria de Acción Climática de la Generalitat, ha manifestado en Catalunya Ràdio que el cambio climático y la sequía hacen difícil que un evento como los Juegos “pueda celebrarse en unas latitudes como las de Cataluña”.

La idea de los Juegos de Invierno se trató de promover cuando Junts aún estaba dentro del Govern, pero ha sido ERC, a través de la consejera de Presidencia Laura Vilagrà, quien ha conducido todo el protocolo negociador con el Comité Olímpico Español (COE).

El experimento embarrancó definitivamente hace un año y medio, después de intensas disputas de la Generalitat con el Gobierno de Aragón. La idea inicial definió el proyecto como Barcelona Pirineus 2030, pero pretendía promover una candidatura olímpica conjunta, con pruebas en estaciones de esquí de Aragón y de Cataluña. El expresidente aragonés, Javier Lambán, se quejó repetidamente de que el reparto de protagonismo era desequilibrado y que Aragón sufría un menosprecio. En mayo de 2022, el Comité Olímpico Español comunicó que la última reunión con los representantes de Aragón y Cataluña para confirmar la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno del 2030 había acabado “sin acuerdo”. El organismo subrayó que las desavenencias con el Gobierno de Aragón habían bloqueado los avances de la candidatura, y se dejaba la puerta abierta a explorar otras vías para construir otro proyecto olímpico sin la Diputación General de Aragón (DGA).

De entrada, Cataluña presentó una nueva propuesta a Alejandro Blanco, presidente del COE, pero nunca ha habido ninguna contestación oficial. De todas formas, la Generalitat afirma ser conocedora de que el COE nunca ha visto con buenos ojos la posibilidad de que la candidatura olímpica sea circunscriba solamente al Pirineo catalán. El posicionamiento del COE es fundamental, ya que de este organismo depende la competencia de elevar al COI cualquier iniciativa que se incube en España.

La Generalitat sostiene que es el COE “quien debe mover ficha”, y se señala que desde el Govern no hay intención de dar ningún paso más en lo que queda de legislatura. Las elecciones catalanes están fijadas para el primer trimestre de 2025.

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