Junts considera “fundamental” que avance la oficialidad del catalán en Europa para mantener viva la negociación de la investidura

La negociación por etapas que Junts per Catalunya ha planteado al PSOE para votar la investidura de Pedro Sánchez vive el próximo martes en Bruselas un momento decisivo con la reunión del Consejo de Asuntos Generales que debe abordar la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en la Unión Europea. El partido de Carles Puigdemont considera “fundamental” que España logre mantener despejado el camino hacia este reconocimiento en el seno de la UE si el PSOE quiere conservar viva la negociación de la investidura. En la reunión del martes no está previsto que se tome ninguna decisión definitiva sobre el uso de las tres lenguas, especialmente por las dudas expresadas por diferentes países miembros, pero Junts ha avisado de que la confianza en el equipo negociador del Gobierno sufriría un serio revés si el reconocimiento embarranca. “El depósito de la confianza se llenará o se vaciará en función de lo que pase el martes”, resaltan fuentes de Junts del entorno de Carles Puigdemont.

La decisión para ampliar de 24 a 27 el número de lenguas oficiales en la Unión Europea debe tomarse por unanimidad; es decir, deben apoyarla todos los países miembros. Y lograrlo será una auténtica prueba de fuego para la diplomacia española. No será tarea fácil. España tiene prisa por avanzar, pero son varios los Estados miembros de la UE que ven prematuro tomar una decisión sin conocer, por ejemplo, el coste de sumar tres lenguas cooficiales a las 24 que ya están reconocidas en Europa, o saber cómo se van a cubrir las plazas de traductores e intérpretes. La última oferta llegó el viernes: España se ofrece a asumir los costes de hacer oficial en la UE el catalán, el gallego y el euskera. Sin embargo, forzar una votación en el Consejo y perderla puede tener un alto coste en las negociaciones de la investidura de Pedro Sánchez.

Suecia fue uno de los primeros países esta semana en alertar de que no lo tiene claro. “El Gobierno cree que para poder adoptar una posición definitiva es necesario un análisis de las consecuencias de la propuesta sobre la eficacia del trabajo de la UE, así como sobre los efectos presupuestarios y prácticos”, señaló el miércoles Estocolmo en un comunicado relativo a la cita del Consejo de Asuntos Generales que se celebrará el martes en Bruselas. En el orden del día de la cita, a la que acudirá el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel Albares, figura ya que el Consejo “debatirá, con vistas a su adopción, una solicitud de España de modificación del Reglamento n.º 1/1958 para incluir el catalán, el euskera y el gallego en el régimen lingüístico de la UE”.

Junts dice ser consciente de las dificultades para cumplir con el compromiso que el Gobierno adquirió el 17 de agosto para desatascar la votación que dio la presidencia del Congreso a la socialista Francina Armengol. Pero, aun así, considera que España tiene margen de negociación diplomática si considera “realmente importante” dar cumplimiento a dicho compromiso. “El Gobierno suele presumir de la influencia de Pedro Sánchez en Europa: ahora le toca demostrarlo”, resumen las fuentes consultadas en Junts.

El partido de Carles Puigdemont considera que la siguiente negociación, la de una ley para amnistiar o aliviar las responsabilidades legales de los condenados y encausados en el proceso independentista, solo tendrá garantías de éxito si antes se demuestra que el Gobierno está en disposición de cumplir su compromiso de agosto. El partido lleva días sacando punta a su perfil negociador tras años de autoexclusión de las mesas negociadoras tras no llegar a un acuerdo con ERC sobre quién debía representar a Junts. La formación dará este sábado más pistas de sus demandas al Gobierno durante la celebración del Consejo Nacional del partido que se celebra en Mataró (Barcelona) y en el que va a intervenir el propio Puigdemont y la portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras. Sus rivales independentistas de Esquerra Republicana celebran también una reunión de su máximo órgano entre congresos y dejarán que sea su secretaria general, Marta Rovira, quien fije públicamente las líneas maestras de una negociación que mantiene a los republicanos en un segundo plano por la nueva irrupción de Junts en el panorama negociador.

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