Los ambulatorios catalanes dan carpetazo a la pandemia con el reto de recuperar la proximidad

Viernes, vacaciones, escuelas cerradas y sin casi rastro de la covid. Son los ingredientes perfectos para convertir el Centro de Atención Primaria (CAP) Ramon Turró del barrio del Poblenou de Barcelona en un oasis de tranquilidad. Son las 10 de la mañana y las salas de espera están prácticamente vacías. La escena refleja la calma propia de los días previos a un inicio de curso intenso en el que los ambulatorios pretenden dejar atrás definitivamente la etapa covid e iniciar una fase de normalidad similar a 2019. “Ahora la mayoría de visitas son por procesos víricos y contracturas”, admite Abigail Fargas, referente de atención a la ciudadanía del centro barcelonés. “Los casos por covid son puntuales”.

Existe una sensación de fin de ciclo en los ambulatorios. La incidencia del coronavirus está bajo mínimos en Cataluña, con una incidencia estimada de 28 casos semanales por cada 100.000 habitantes; y ha vaciado los CAP de usuarios positivos por la enfermedad. La comunidad realiza 450 visitas diarias, cuando hace nueve meses se superaron las 100.000 en un solo día. “Con toda la prudencia, quizás es el momento de ir cerrando la carpeta covid para recuperar la plena normalidad”, admite Ariadna Mas, directora de Atención Primaria del Instituto Catalán de la Salud (ICS).

La normalidad significa recobrar la sensación de proximidad con los usuarios; encontrar el equilibrio entre las visitas presenciales y las digitales; y afianzar el trabajo de los nuevos perfiles sanitarios, entre otros retos que plantea el futuro. Y todo a las puertas del otoño, siempre incómodo para los centros sanitarios. “A partir de octubre coincidirá la campaña de vacunación de la gripe con la atención a los crónicos, las urgencias y la prevención”, entiende Fargas.

El presidente de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (Camfic), Antoni Sisó, acepta que actualmente existen algunas limitaciones de accesibilidad en determinados CAP, y lo achaca al “modelo de organización”. “Hay equipos que se organizan bien, y otros que no tanto. La Atención Primaria está muy evaluada, y el Departamento debería premiar a los que hacen las cosas bien”.

Los responsables sanitarios pretenden mejorar la eficiencia en los centros y proponen a los usuarios que se dirijan directamente a aquellos profesionales que puedan responder a sus necesidades sin tener que pasar por la consulta médica. El objetivo, justifican, es que la tarea médica sea lo “menos burocrática posible”, insiste Mas. El aumento de las visitas no presenciales ya ayuda a reorganizar y priorizar la agenda de los sanitarios, aunque la gestora del ICS aboga por reforzar la importancia de todos los perfiles sanitarios y reclama maximizar las competencias de las enfermeras y los administrativos. “Las enfermeras pueden tratar infecciones urinarias no complicadas”, ejemplifica, “y los administrativos conocen las necesidades de los pacientes y pueden resolver muchos problemas burocráticos”. El 70% de la población ya tiene vinculado un administrativo permanente, del mismo modo que también tiene una enfermera o un médico, aunque desde el ICS se admite que muchos usuarios ni siquiera lo saben.

Salud pretende consolidar los nuevos perfiles profesionales integrados en el sistema durante el último año: referentes de bienestar emocional, nutricionistas y fisioterapeutas, aunque este último grupo aún no está desplegado. Alexandra Ducà es referente de bienestar en el CAP Ramon Turró y admite que el recibimiento de los usuarios ha sido evidente. “Hay una gran aceptación porque han aflorado muchos problemas de salud mental”, señala.

Menos espera

El tiempo de demora de los usuarios para ser atendidos en la atención primaria ha disminuido. En julio del 2019, una visita tardaba 6,8 días en realizarse después de pedirse, mientras que la cifra ha disminuido hasta los 5,36 en este 2022. Los expertos rechazan que aún se mantenga la sensación de inseguridad por la pandemia y consideran que la mejora llega por la apertura de nuevos canales. Sisó, en todo caso, avisa de que “los nuevos canales de comunicación con el sistema sanitario abre la puerta a un público nuevo con demandas nuevas”. Y ello obliga a su vez a contar con más trabajadores disponibles. “Si no, el paciente se siente desatendido”, considera Sisó. Según Salud, la plantilla del ICS en Atención Primaria ha pasado de contar con 19.158 profesionales (contabilizados como turnos laborales y no como personas) a 24.812, aunque el aumento de los facultativos representa únicamente un 11,3% (639 de 5.653). “No hay médicos de familia que no estén trabajando”, explica Mas. “El problema actual es que cuando hay una baja no se puede cubrir”.

En las próximas semanas el departamento de Salud tendrá que decidir cómo se gestionarán las bajas por sintomatología covid, que actualmente se tramitan automáticamente a través de La Meva Salut, el portal personal de salud digital. “Yo abogo por que se mantenga el formato actual”, defiende Mas, que abre la puerta a incluir otras patologías leves en este formato basado en la confianza entre el paciente y el médico; “Las bajas por gastroenteritis y los resfriados, por ejemplo, son una opción para tramitarse de forma automática”, analiza.

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