Un ‘Otelo’ protagonizado por una mujer, Declan Donnellan, Castellucci, Pipo del Bono y les Luthiers, en el Temporada Alta de Girona

El festival Temporada Alta de Girona y Salt, una de las grandes citas del año, ofrece en su 31ª edición, del 7 de octubre al 12 de diciembre (10 semanas de actividades), un verdadero festín artístico compuesto por 107 espectáculos, de ellos 17 internacionales. Un total de 193 funciones, 22 estrenos absolutos, 42.450 entradas a la venta, representaciones en otras 9 poblaciones aparte de las emblemáticas Girona y Salt, entre ellas Barcelona, y un presupuesto de 3.035.397 euros. Este es el resumen en números de una programación muy atractiva en la que destacan los nombres del brillante director lituano Oskaras Koršunovas, que presentará un Otelo de Shakespeare protagonizado por una mujer (la actriz Oneida Kunsunga-Vildžiūniene); Declan Donnellan, de Cheek by Jowl, que dirigirá a la Compañía Nacional de Teatro Clásico en La vida es sueño, de Calderón; Romeo Castellucci, “el maestro de la inquietud”, con Il Terzo Reich (espectáculo-instalación con una bailarina); Pipo del Bono, con Amore; Angélica Liddell, con Caridad; Christiane Jatahy con Después del silencio, sobre el Brasil de Bolsonaro; Ute Lemper, con un recital de la considerada “música degenerada” por los nazis; el grandísimo creador de circo contemporáneo Johann Le Guillermin con Terces, de Cirque Ici; o Les Luthiers, que ofrecerán su Gran reserva.

En el teatro Romea de Barcelona se podrá ver excepcionalmente el ya histórico montaje (25 años de su estreno) de Krystian Lupa Ritter, Dene, Voss, sobre la obra de Thomas Bernhard, con el reparto original.

Temporada Alta se inaugurará con L’adversari, una adaptación teatral del célebre libro de Emmanuel Carrère, que dirigirá Julio Manrique y protagonizarán Pere Arquillué y Carles Martínez. Habrá un musical de Mario Gas en homenaje al recientemente fallecido Stephen Sondheim, con la participación de artistas catalanes que han interpretado sus obras, y Joan Carreras dará voz a San Agustín, nada menos, con las Confesiones del santo ex crápula en la catedral de Girona.

Muchas, muchísimas más cosas interesantes, como Petróleo, de Piel de Luna, con cuatro mujeres haciendo de hombres en una perdida plataforma petrolera, Mal Pelo con Bluebird Call o el debut como dramaturgo del crítico Santiago Fondevila con La gran farsa dirigida por Ramon Simó…

Bajo la advocación de Gramsci y su idea del optimismo de la voluntad frente al pesimismo del intelecto, el director de Temporada Alta, Salvador Sunyer ha subrayado este mediodía en la presentación del festival en Girona la necesidad de hacer oídos sordos a las voces que vaticinan el desastre para otoño. “Esa es una actitud perfecta para no hacer nada, pero nosotros preferimos hacer todo lo que podamos desde nuestro ámbito y aquí está este programa muy bestia”. Ha destacado que 70 espectáculos son de autoría catalana de algún tipo, que el eje más importante del festival es el apoyo a la creación del país, con 21 espectáculos producidos o coproducidos; y el énfasis en la creación contemporánea. También que el cartel mezcla grandes nombres con gente nueva buscando favorecer un relevo generacional y que hay muchas obras que hablan de la vida cotidiana en todos sus aspectos. Ha señalado asimismo que tras la pandemia vuelven las producciones de Latinoamérica y ha reflexionado que a su parecer el problema de que vaya poca gente joven al teatro no se soluciona haciendo espectáculos específicos para ellos, sino logrando que se interesen en las buenas creaciones que se ofrecen.

El Temporada, ha recordado, es un festival interdisciplinar en el que no sólo hay teatro, danza (a destacar la presencia de Cristiana Morganti, veterana de la compañía de Pina Bausch, y de la transgresora coreógrafa argentina Marina Otero, con Fuck me), circo y música (Maria Arnal y Marcel Bagés ofrecerán su recital Hiperutopia que triunfó en el Sónar), sino también arte y cine (se estrenará la nueva película de Iñaki Lacuesta, Un año, una noche). Entre lo más curioso figura el documental teatral con pulpo Temple du present (solo for an octopus), de Stefan Kaegi, de Rimini Protokol.

De la relación con Barcelona, Sunyer ha zanjado que “Barcelona es importante, Girona también” y que la ciudad tiene una centralidad al hacer el festival que no quieren que se pierda. Así que el Temporada continuará siendo el festival de Girona y Salt con algunas extensiones, entre ellas la “pincelada” del espectáculo de Lupa en la capital catalana.

Ha destacadoel director la nueva aportación del INAEM de 250.000 euros en un presupuesto que contempla 587.600 euros de ingresos por taquilla, 699.740 por patrocinio, 450.000 de subvención del Ayuntamiento de Girona, 33.000 del de Salt, 750.000 de la Generalitat de Cataluña y 256.000 de la Diputación de Girona. Sunyer ha recordado la reciente muerte de Peter Brook, cuya presencia ha sido habitual desde los inicios del festival, pero no la de Joan Ollé, lo que ha achacado a un lapsus que ha lamentado luego. El director de Temporada Alta ya expresó su afecto y su admiración por Ollé en otros ámbitos al conocerse su fallecimiento.

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