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¿Dónde están los bancos que diseñó Gaudí para la Colònia Güell?

El obispado de Sant Feliu de Llobregat tiene, en un almacén, ocho piezas únicas que reivindican las administraciones públicas dueñas de la cripta modernista

Bancos Gaudí
Uno de los bancos originales de Antoni Gaudí para la cripta de la Colonia GüellEL PAÍS
Alfonso L. Congostrina

Cada año aparecen en las casas de subastas bancos diseñados por Antoni Gaudí para la Colonia Güell cuyo precio de salida supera los 200.000 euros. En Cataluña, como mínimo, hay ocho bancos originales del artista. Piezas que tiene ocultas y guardadas el obispado de Sant Feliu. Esos mismos bancos son los que reclaman las administraciones que forman el Consorcio de la Colonia Güell. Ocho piezas modernistas de gran valor patrimonial que muy pocos saben cual es su paradero. Este es un nuevo episodio de conflictos entre administraciones e Iglesia.

El templo de la Colònia Güell, en Santa Coloma de Cervelló (Barcelona), fue construido entre 1908 y 1918 por orden de Eusebi Güell, el conde Güell, y encargado a Antoni Gaudí. El modernista abandonó el proyecto en 1914 y se centró en la Sagrada Familia. Los arquitectos sucesores añadieron un techo a la parte construida y lo que tenía que ser solo la cripta se convirtió en la iglesia de la colonia. En 1915 se cedió el uso de este templo a perpetuidad —no la propiedad— a la Iglesia.

En 1945 la familia Güell vendió la colonia a la familia de industriales textiles Bertrand i Serra. Los Bertrand i Serra, en 1985, vendieron la colonia a trozos. La parcela de la cripta junto con la casa del rector la compraron diversas administraciones. En la actualidad, la titularidad de esta finca es del Consorcio de la Colònia Güell, constituido por la Diputación de Barcelona, el Incasol de la Generalitat y el Consell Comarcal del Baix Llobregat.

El gran problema con el que se encontraron las administraciones al comprar la finca fue la cesión de uso a la Iglesia que habían realizado los Güell. Nada más formalizar la compra comenzaron las desavenencias entre Iglesia y Consorcio por la titularidad del templo modernista. Mientras seguían los conflictos, en julio de 2005 la UNESCO declaró la cripta patrimonio de la humanidad.

La paz llegó en 2012 cuando ambas partes firmaron un convenio. La Iglesia reconocía que la “desnuda propiedad de la cripta” era propiedad del consorcio y las administraciones reconocían que en la documentación originaria de la colonia aparece un “uso perpetuo y gratuito” de la cripta a favor de la parroquia. El Consorcio cobra entrada a los visitantes y realiza las labores artísticas y divulgativas y a la parroquia se les proporciona unos horarios para poder utilizar la cripta para misas, bodas, bautizos.

Pero la paz no fue total. La firma del convenio dejaba un elemento clave en el aire. Dentro del templo había muebles, objetos litúrgicos y ornamentos que por un lado el obispado y, por otro, el Consorcio reclaman como suyos. “Entre ellos hay ocho bancos originales de Gaudí que el obispado asegura que los diseñó el arquitecto para la iglesia pero que desde el Consorcio entendemos que los encargó y pagó Güell y por tanto son de la administración no de la Iglesia”, mantiene el responsable técnico del consorcio, Andrés Andrés Jara.

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Cuando en 2012 se firmó el convenio ya había tenido lugar el momento crítico entre Consocio e Iglesia. En 2007 el entonces responsable de conservación del Consorcio, Miquel Domènech comprueba que desaparecen objetos de la cripta. No tardó en localizarlos. “El sacerdote de la época, sin consultarlo, acordó con el Obispado de Barcelona la cesión de objetos para una exposición en la Casa Pia Almoina”. Esta exposición sobre Gaudí estuvo abierta al público entre 2006 y 2021. “Allí estaban los ocho bancos originales”, revela Andrés. Como no se había llegado a firmar un acuerdo sobre estos objetos, el Consorcio no actuó hasta que en 2021 el arzobispado de Barcelona cierra la exposición y se devuelven los objetos al obispado de Sant Feliu.

En cuanto se devolvieron los bancos, el Consorcio pidió al Obispado de Sant Feliu llegar a un acuerdo y definir la titularidad de estos objetos. “Independientemente de quién sea el dueño, estas piezas deberían estar en la cripta. No sabemos dónde están, ni en qué condiciones. No nos lo dicen y estamos hablando de un patrimonio que debe preservarse y conservarse”, denuncia Andrés. El técnico del Consorcio que cree que los bancos se encuentran en un contenedor o un almacén del obispado. “Si no llegamos a un acuerdo de quien es el titular por lo menos deberíamos llegar a un acuerdo para que estén en la cripta”, mantiene.

EL PAÍS se ha puesto en contacto con el obispado de Sant Feliu de Llobregat. Los miembros del departamento de patrimonio del obispado de Sant Feliu, han argumentado en un email que cuando se creó la diócesis decidieron que “los bienes muebles, por su singularidad y por su uso no habitual, no era oportuno que estuvieran dentro de la cripta se custodiaron inicialmente en la última planta de la casa rectoral. Sin embargo, para incidir en una mejor custodia y conservación estos bienes se trasladaron al museo de la Pia Almoina” durante el período 2006-2021. Las mismas fuentes aseguran que los objetos que estaban en la Pia Almoina —entre ellos los bancos de Gaudí— vuelven a estar en manos del arzobispado “para su custodia y seguridad”. No revelan su paradero. El email concluye: “La comisión eclesial y el Consorcio tienen abiertas diferentes líneas de trabajo para explorar nuevas vías de colaboración en beneficio de la custodia y la rentabilidad cultural de este patrimonio”.


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