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La Generalitat asegura que Aragonès fue espiado más allá del estallido violento de otoño de 2019

El móvil del presidente catalán también fue atacado en enero de 2020, en plena negociación de la investidura de Sánchez, según el Govern

Pere Aragonés y Pedro Sánchez, este viernes a su llegada al Círculo de Economía de Barcelona.Foto: Kike Rincón | Vídeo: EUROPA PRESS

La comparecencia de la directora del Centro Nacional de Inteligencia, Paz Esteban, este jueves en el Congreso, no solo no ha servido para calmar los ánimos de los independentistas catalanes por el caso de espionaje que han sufrido algunos de sus principales responsables y activistas, entre ellos el presidente catalán, Pere Aragonès. Además, ha agravado la indignación de Esquerra Republicana por las sospechas de que algunos de sus dirigentes, comenzando por el propio Aragonès, fueron espiados en el día a día de su actividad política institucional, más allá de momentos clave para el orden público como el estallido violento de otoño de 2019, posterior a la sentencia del procés. Fuentes de la presidencia de la Generalitat sostienen que la vigilancia se extendió hasta enero de 2020, cuando Aragonès, en nombre de ERC, negociaba la investidura de Pedro Sánchez, que se celebró la primera semana de aquel año. No ha trascendido el momento concreto en que se iniciaron las escuchas, pero la ley prevé que tengan una duración inicial de tres meses prorrogables.

El CNI enmarca las escuchas —legales y con autorización judicial— a dirigentes independentistas que estaban en contacto con los grupos violentos que en octubre de 2019 provocaron el caos en varias ciudades catalanas en protesta por la sentencia del Tribunal Supremo que condenó a los líderes del procés. En el caso de Aragonès, se alega que el móvil interceptado no sería el institucional, sino un segundo dispositivo utilizado en contactos con grupos violentos como los CDR (Comités de Defensa de la República). Aragonés es presidente de la Generalitat desde mayo de 2021, vicepresidente y consejero de Economía y Hacienda desde junio de 2018 y coordinador general de ERC desde septiembre de 2019.

Citizen Lab, la organización que destapó la avalancha de intromisiones en los móviles de los independentistas, tampoco concreta en su informe el momento concreto en el que fue espiado Aragonès. La Generalitat, sin embargo, asegura haber investigado por su cuenta esta cuestión desde que fue alertada del caso de espionaje a finales del año pasado. De esta investigación interna, el Gobierno catalán concluye que Aragonès fue ciberespiado en dos momentos: otoño de 2019 y enero de 2020. Concretamente, en enero de 2020 tienen registrados dos intentos y un ataque con éxito el 4 de enero. Ese día, señalan fuentes republicanas, se cerraba la negociación para que ERC facilitase con su abstención la investidura de Pedro Sánchez y daba comienzo el debate de la misma en el Congreso.

Sin embargo, la investidura de Sánchez no es el único aspecto político relevante de esa semana para la formación republicana. El 3 de enero, la Junta Electoral Central, daba prácticamente por finiquitada la legislatura en Cataluña al retirar el escaño al entonces presidente, Quim Torra, que se vería apartado del cargo pocas semanas después. Con todo, en ese momento, no hubo protestas de la magnitud que se registró apenas tres meses antes por la condena de los líderes del procés. La versión que aporta ahora la Generalitat difiere parcialmente de lo dicho hasta ahora, cuando no se especificaba ningún ataque exitoso al móvil de Aragonès en otoño de 2019.

Depurar responsabilidades políticas

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El creciente malestar de Esquerra se explica, según fuentes del partido, porque el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se resiste a depurar responsabilidades políticas como le están exigiendo. Y porque consideran que el espionaje llegó mucho más allá de lo que el Gobierno o las fuerzas de seguridad pueden considerar justificable por cuestiones de seguridad. De ahí que el comunicado de este jueves del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, insistiera en el carácter “inaplazable” de la asunción de responsabilidades políticas. También hablaba de que lo que este jueves reconoció la jefa del CNI en sede parlamentario “agrava” la magnitud del caso.

Con todo, Sánchez y Aragonès se verán las caras este viernes en Barcelona. El presidente del Gobierno y el de la Generalitat coincidirán en el foro anual del Círculo de Economía, en el que la entidad entregará un premio a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen. Pese a esta coincidencia en el espacio y el tiempo, los dos dirigentes no tienen previsto ningún encuentro privado. La Generalitat asegura que no se dan las circunstancias para que se produzca a menos que Sánchez pueda dar explicaciones concretas sobre lo ocurrido.

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