Aragonès defiende el pacto con el PSC y En Comú Podem porque el catalán “no es solo de los independentistas”
La jefa de filas de la CUP acusa al presidente de “vender la lengua” con la propuesta de reforma de la ley de Política Lingüística
La CUP, teóricamente el socio preferente del Govern de ERC y Junts, ha aprovechado la sesión de control en el Parlament de este martes para criticar el acuerdo entre los partidos del Ejecutivo, el PSC y los comunes para cambiar la ley de Política Lingüística, que permite equilibrar el uso del catalán y del castellano en la escuela. La líder anticapitalista Dolors Sabater ha acusado al presidente Pere Aragonès de “vender la lengua” y dar “rango de ley a la deriva catalanofóbica” que ve en la sentencia que obliga a aplicar el 25% de clases en castellano en la escuela. El jefe del Govern ha asegurado que el cambio ayuda a defender la escuela catalana y ha reivindicado que el gran consenso de 103 diputados “quiere decir que la lengua tiene que ser de todos, no solo de una parte”.
“Hace años que decimos que la inmersión es un consenso de país y un modelo pedagógico internacional. Ustedes ahora se venden la lengua”, ha lamentado en su intervención Sabater. La CUP cree que aceptar la reforma electoral que garantiza la enseñanza de las lenguas oficiales y en las lenguas oficiales, sin fijar ningún tipo de porcentaje, dinamitará el modelo de inmersión lingüística y “contribuirá a aumentar la segregación escolar y vulnerará el derecho a aprender el catalán de gran parte de la población”.
Aragonès ha defendido con vehemencia el acuerdo que va más allá de la dinámica de bloques independentistas. “Nosotros no vendemos la lengua”, ha dicho. “La lengua no es solo de los independentistas, es del conjunto de los catalanes y catalanas”, ha respondido. Para el president es necesario dar un paso a nivel legislativo porque “o regulamos nosotros o regularán los tribunales. Por tanto, regulemos nosotros que siempre lo haremos a favor del modelo que hemos defendido conjuntamente”.
En la búsqueda de un mayor consenso social sobre la reforma legal, Aragonès ha tendido la mano a los anticapitalistas para intentar llegar a un acuerdo, aunque ha advertido de que hay que huir de medidas que “serán anuladas al cabo de dos días” y ha pedido centrarse en “dar seguridad jurídica a los docentes” para que cada centro pueda decidir su proyecto lingüístico de acuerdo a la realidad social de su entorno. El president, ante la petición de los comunes de cesar al consejero de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, ha defendido su gestión en temas como el adelanto del calendario escolar o la gratuidad de las guarderías.
El jefe de la oposición, el socialista Salvador Illa, ha aprovechado su turno de intervención para tender la mano a Aragonès para hacer retoques al presupuesto de la Generalitat para poder atender las consecuencias de la crisis de la guerra por Ucrania. “Si hiciese falta hacer alguna modificación presupuestaria, mi grupo está en disposición de escuchar, proponer y ayudar”, ha afirmado, un gesto que ha agradecido Aragonès.
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