Los comunes alertan a ERC de que pueden retirarle el apoyo en Cataluña si no vota la reforma laboral
Aragonès se encuentra con los portazos de los comunes y la CUP, que declinan verse este miércoles con el ‘president’
Nubarrones sobre Pere Aragonès y el Gobierno en minoría que encabeza en Cataluña. La CUP y los comunes, hasta ahora los socios preferentes para la legislatura, dan muestras inequívocas de alejamiento, en medio de la crisis por la decisión de la Junta Electoral Central de retirar el escaño al diputado anticapitalista Pau Juvillà y la negativa de los republicanos de votar sí en la convalidación de la reforma laboral del Gobierno. En Comú Podem advierte que no convalidar el decreto ley en el Congreso este jueves “tendrá consecuencias” en el Parlament mientras que la CUP ha declinado reunirse esta tarde con Aragonès, dentro de la ronda de encuentros que el president quería celebrar antes de que se cumpliera el aniversario de las elecciones autonómicas.
Fuentes de los comunes afirman que “el cálculo partidista” de los republicanos con la reforma electoral “tendrá consecuencias en el Parlament”. No hay en el horizonte grandes votaciones pendientes, pero después de salvar los Presupuestos de este año, los comunes se han consolidado como el verdadero socio del Govern. En las filas de Podemos y en Comú Podem siguen sin ver razones objetivas para que los de Aragones se nieguen a modificar la normativa laboral sacada adelante por el PP y solo lo atribuyen a una manera de presión ante el Gobierno central.
La advertencia sería el último cartucho con los que en Comú Podem intenta convencer a ERC de que cambie de parecer -por su lado también presionan CC OO y UGT, que pactaron el texto con la patronal- y este jueves apoye la convalidación del decreto ley, sin exigir que se tramite como ley. Aceptar ello implicaría volver a abrir a debate el difícil consenso logrado entre empresarios y trabajadores. ERC argumenta que tiene derecho a mejorar un texto que considera poco ambicioso y en el que quiere incluir otras propuestas para blindar competencias autonómicas o contra la precariedad, a las que la patronal se opone frontalmente.
Si ERC se mantiene firme en el no, vería peligrar frontalmente la estabilidad de la legislatura. Las relaciones con la CUP no se recuperan después de que los anticapitalistas se opusieran a las cuentas, en diciembre pasado, y ahora se ven mucho más enrarecidas por la situación de Juvillà. La JEC ordenó quitarle el escaño por negarse a retirar unos lazos amarillos de su despacho del Ayuntamiento de Lleida, en 2019, en plena campaña electoral. Los republicanos hasta el momento han cerrado filas en la defensa del escaño pero en los próximos días tendrán que ser claros sobre si hay que desobedecer o no.
Por lo pronto, la CUP ha optado por plantar a Aragonès en la tarde de este miércoles, en la reunión que tenían en el Palau de la Generalitat. Los anticapitalistas no van a la reunión como protesta por la detención de cuatro activistas en defensa del derecho a la vivienda por parte de los Mossos d’Esquadra. El president, que también se reunirá con Junts, ERC y las entidades independentistas, quiere plantearles las líneas generales del futuro de la legislatura. La unidad independentista sigue sin aparecer.
PDeCAT confirma el sí
Los cuatro diputados del PDeCAT confirmaron en la tarde de este miércoles su apoyo al proyecto de reforma laboral pactado entre el Gobierno y los agentes sociales. Y se suman así al bloque del sí, que según los cálculos del propio Ejecutivo, estaría ya en 174 apoyos frente a los 173 votos más o menos contrastados en el bando negativo. El portavoz del PDeCAT, Ferrán Bell, ratificó esa postura para no generar más "inestabilidad e incertidumbre" ante un momento tan complejo para salir de la crisis. Bell valoró especialmente el esfuerzo y la relevancia del pacto social inédito entre los sindicatos y la patronal para encarar mejoras y defectos de la anterior norma, sobre todo en cuanto a la temporalidad. El dirigente catalán recordó que su formación y él mismo serán los únicos que votaron a favor y con la misma coherencia la anterior reforma laboral del PP, entonces dentro de CiU, y ahora la nueva capitaneada por Yolanda Díaz. Y criticó la "demagogia" ahora en el rechazo del PP y el comportamiento irresponsable de los socios habituales del Ejecutivo, en alusión a ERC, que se piensan desmarcar en la votación de este jueves.
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