El test de antígenos deja de ser obligatorio para los contactos estrechos en escuelas de Cataluña

La obligatoriedad de realizar test de antígenos a los alumnos asintomáticos cuando se produzca un positivo en clase ha durado solo dos días. La Generalitat ha cambiado el protocolo de gestión de casos covid estrenado el lunes y ahora ha pasado a ser una recomendación, según el nuevo documento enviado a las direcciones. Así, los alumnos podrán seguir asistiendo a clases con normalidad, aunque no se haya podido realizado el test. La responsable de los programas intersectoriales de Salud Pública, Laia Asso, lo justificó en el hecho de que los menores son un colectivo de bajo riesgo. “Queremos mantener la máxima presencialidad”, añadió.

Otra novedad es que no se realizará test de antígenos a alumnos y profesores que hayan pasado la covid en los últimos tres meses porque se considera que el riesgo de reinfección “es mínimo”, apuntó Asso. De esta forma, solo se ofrecerá la prueba a los alumnos de infantil y primaria, que sean contacto estrecho por positivo en clase. En el caso de la secundaria, profesores y centros de educación especial, solo se prescribe el test a los inmunizados; el resto harán cuarentena.

En cambio, se mantienen otras novedades que se estrenan este segundo trimestre —y que fueron acordadas entre todas las comunidades autónomas—, como la eliminación de las cuarentenas generalizadas en infantil y primaria. Solo se cerrará cuando se produzcan al menos cinco positivos o más del 20% de estudiantes en una semana. Con todo, no tendrán que confinarse los estudiantes con pauta de vacunación completa o los que hayan pasado la covid en los últimos tres meses.

El consejero Josep Gonzàlez-Cambray admitió ayer “dificultades” en la gestión en una videoconferencia con las direcciones para presentarles el cambio de protocolo. Y es que las instrucciones están provocando auténticos quebraderos de cabeza entre el profesorado, por sus numerosas indicaciones, alguna contradicción, constantes cambios y porque los centros las recibieron horas antes de reabrir las puertas. También entre las familias. Las redes sociales se llenan de quejas porque cada centro o ambulatorio da indicaciones contradictorias sobre qué hacer con los contactos estrechos. También abundan las quejas sobre el colapso del sistema y las dificultades de realizar el test en las farmacias porque no les ha llegado la receta. Asso admitió los problemas y aseguró que se están corrigiendo.

Mientras, la covid continúa haciendo mella en las escuelas: en los tres primeros días de clase, se registraban más de 11.000 positivos diarios y ya hay 46.205 alumnos y 7.183 trabajadores confinados, según los datos actualizados ayer del portal Traçacovid (que mide la incidencia de la pandemia en los centros educativos). Esto supone que en tres días de clases se ha doblado el número de estudiantes en cuarentena (el lunes eran 22.572), mientras que el de docentes ha aumentado un 30% (5.509).

Educación no facilita la cifra de docentes que están de baja, pero el Traçacovid indica que actualmente hay 7.183 profesionales confinados, que incluye profesores, administrativos y personal de apoyo de la pública y la concertada. En todo caso, el departamento reconoce la excepcionalidad de la situación por las cifras “históricas” de nombramientos de sustitutos: 4.865 desde el viernes. Como muestra un botón: el pasado lunes se batió la cifra de 1.517 sustitutos asignados en un solo día, un 147% más que el 11 de enero del año pasado. El sindicato Ustec aseguró el miércoles que el 30% de las vacantes no se cubren por la falta de especialidades y por enfermedad de los propios sustitutos. La secretaria general de Educación, Patrícia Gomà, no ofreció la cifra oficial y quitó hierro al asunto: “Las bajas por covid son cortas, así que hay mucha rotación entre los sustitutos y los titulares también se reincorporan pronto”. No obstante, Educación se ha visto obligada a abrir la bolsa de sustitutos para incorporar nuevos profesionales de retén.