Las bajas de más de 11.000 profesores y el cambio en las cuarentenas ponen a prueba el sistema de sustitución
La sexta ola dificulta a las comunidades completar sus plantillas docentes, pero la avalancha ha sido menor a la prevista
Las bajas laborales entre el profesorado provocadas por la sexta ola de la pandemia han dificultado este lunes la reanudación del curso escolar en primaria y secundaria. Los contagios por covid y otras enfermedades entre los profesores —11.380 contabilizadas por este diario en 15 comunidades, lo que supondría en torno al 1,6% de sus plantillas docentes— y el cambio de las cuarentenas han dejado este lunes un panorama incierto en muchos centros educativos. Antes de Navidades, si el profesor de Primaria daba positivo, se confinaba toda la clase, pero el maestro podía impartir conocimientos a distancia si era asintomático y no necesitaba una baja laboral. Ahora si resulta positivo y en la clase hay menos de cinco casos, el profesor debe aislarse en casa pero la clase necesitará un sustituto para los alumnos que siguen acudiendo al colegio con presencialidad, por lo que las sustituciones aumentan.
A la espera de la fotografía completa (Asturias y Cantabria no han dado datos; Cataluña solo ha comunicado las 2.088 sustituciones que ha hecho, no todas las bajas que tiene; unas autonomías han comunicado solo la cifra de ausencias por covid, otras solo el total…), tanto el Ministerio de Educación como las comunidades han intentado transmitir calma y optimismo porque habían previsto que la avalancha de bajas sería mucho mayor –hasta el 5% de las plantillas docentes-, dadas las cifras diarias de contagios durante las fiestas.
Pero los cálculos del ministerio (que incluyen la cifra completa de Cataluña) dejan finalmente el impacto inicial, este lunes, en el 2% (unas 15.000 ausencias). Los sindicatos, sin embargo, estiman porcentajes más altos (entre el 4% y el 6%). En todo caso, asumiendo que la mayoría de las bajas sí son por covid (así lo admite por ejemplo el Gobierno gallego), la situación supera con mucho la de antes de Navidades, cuando se alcanzó el mayor número de profesores de baja laboral por covid desde el inicio de la pandemia: 6.897 docentes.
En paralelo, al previsible aumento de las sustituciones por el cambio en las cuarentenas consensuado en la Comisión de Salud Pública entre el Ministerio y las autonomías, se suma el aumento de la carga de trabajo para los profesores, pues si una clase presenta menos de cinco alumnos contagiados, el maestro debe desdoblar su trabajo entre la clase presencial y las de distancia. “El profesor atenderá a las clases presenciales y deberá programar las tareas y la atención de los cuatro alumnos confinados, con lo que aumenta la carga lectiva”, denuncia Vicent Mañés, presidente de la asociación de directores de colegios públicos. El colegio público que dirige Mañes en Catarroja (Valencia) no sufrió este lunes ausencia de profesores, pero en cambio 25 estudiantes de 250 comunicaron ser positivo por coronavirus, un 10% del alumnado.
En secundaria, Toni González Picornell, presidente de la asociación de directores de institutos públicos de España, ha elevado la estimación de ausencias del profesorado entre el 7% y el 8%. “Nos hubiera gustado tener test de antígenos para hacer pequeños cribados y reducir el riesgo”, lamentó. A diferencia de otros países, España no ha potenciado las pruebas de detección de covid en profesores y alumnos, salvo en Cataluña para los contactos de los contagiados.
El número de bajas laborales ha sido desigual en las 17 regiones, pero en algunas con alta incidencia de contagios se ha notado de manera severa, como en País Vasco, con 800 docentes de baja (el 1,9% de la plantilla), cuatro veces más que hace un año tras las primeras Navidades en pandemia. Madrid contabilizó este lunes 2.377 profesores de baja, el 2,5% de su plantilla de sus 90.000 docentes. El consejero madrileño de Educación, Enrique Ossorio, vio el vaso medio lleno y en declaraciones a RNE dijo que estaba más preocupado a mediados de diciembre, cuando los contagios subieron “muchísimo” y de manera “vertical”, y que los informes de la Dirección General de Salud Pública sobre la propagación del virus tras las Navidades le infundieron “tranquilidad” y “seguridad” para volver a las clases presenciales.
En Cataluña, la Generalitat ha nombrado este lunes 1.517 sustitutos, que se suman a los 571 del pasado viernes. Aunque el Govern no aporta las cifras del año anterior, sí lo hace el sindicato Ustec (el mayoritario del sector en la comunidad), que se nutre de la información del Departamento de Educación. Estos reflejan un crecimiento de un 130% de las sustituciones (1.524), respecto los del primer día de clase en enero del año pasado (639). Igualmente, triplican los realizados el 10 de diciembre (569), justo después del puente de diciembre y casi quintuplican los asignados los días de noviembre y diciembre en que más nombramientos se hacían (unos tres días a la semana), informa Ivanna Vallespín.
Mientras, Andalucía ha contabilizado este lunes 925 bajas laborales entre sus 106.000 docentes, 28 menos que el año pasado. El consejero andaluz de Educación, Javier Imbroda, ha repetido de manera textual las palabras de la ministra, Pilar Alegría, que la semana pasada exhortó a ser cautos sin crear pánico: “Prudencia sí, pero no alarmismo. Los centros educativos funcionan con normalidad y dan ejemplo de responsabilidad, asumiendo las circunstancias tan excepcionales y el respeto a las normas. Lo fundamental es que nuestros niños y jóvenes estén en sus colegios e institutos, que es la manera de salvaguardar sus derechos”.
En toda España, el sindicato CC OO, que eleva la horquilla de bajas laborales entre el 4% y el 6%, ha reclamado la contratación de profesores de refuerzo para salvar la papeleta: “En el curso 2020-2021 se llegaron a contratar 39.000 y este curso han quedado 20.000. El ejemplo extremo es Murcia, que ha quitado todos los refuerzos covid y además ha reducido el cupo ordinario. Hoy es imposible mantener el cupo de 20 alumnos por clase y la distancia de seguridad de un metro y medio”, critica Francisco García, responsable de Educación en CC OO. “Para resarcir las bajas actuales haría falta contratar de manera urgente unos 37.000 docentes, pero además en dos o tres semanas la situación podría empeorar por no adoptar suficientes medidas”, añade García.
La foto fija de esta vuelta al cole tras las Navidades la dará este viernes el Gobierno tras recopilar todas las cifras de ausencia de las 17 comunidades. El pasado 24 de diciembre se registró el pico de alumnos y profesores en cuarentena: 176.745 estudiantes estaban aislados (el 2% de los 8,5 millones) y 27.456 eran positivos por coronavirus. Mientras, 6.897 profesores estaban en cuarentena (el 0,9% de los 741.211 docentes) y 5.769 de ellos estaban contagiados. Solo 20 días antes, el 3 de diciembre, la cifra de docentes en cuarentena era la tercera parte: 2.179.
Entre los estudiantes confinados en casa justo antes de Navidades destacaban por regiones los 66.650 alumnos catalanes (el 4,72%) y 39.446 madrileños (el 2,8%), a gran distancia de otras regiones como País Vasco, con 15.401 alumnos aislados. Ahora bien, el porcentaje de alumnos vascos era similar al registrado en Cataluña (el 4,3%) y Andalucía no facilitó su cifra de estudiantes al Ministerio de Educación. En paralelo, justo antes de Nochebuena había 5.433 aulas (el 1,3% de las 416.872) de 1.647 centros en cuarentena por brotes. En este diagnóstico global solo había el pasado 24 de diciembre 12 centros educativos cerrados (el 0,04% del total).
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