Detenidos los abuelos de Émile, el niño de dos años hallado muerto meses después de desaparecer en los Alpes franceses

El pequeño Émile Soleil tenía dos años cuando desapareció en julio de 2023 en Le Vernet, una pedanía de los Alpes franceses donde pasaba las vacaciones con sus abuelos. Estos estaban a su cuidado, pero le perdieron la pista cuando jugaba a unos metros del domicilio familiar. Sus restos se encontraron meses después, en una zona que ya había sido rastreada, aumentando así el misterio. Tras meses de silencio, el giro de tuerca en la investigación ha llegado este martes, con la detención de los abuelos del menor y dos de sus tíos por homicidio voluntario y ocultación del cadáver.

Han sido dos años de pesquisas en las que la policía nunca descartó ninguna pista, tampoco la implicación de alguien de la familia. La madre y el padre de Émile estaban ausentes el día de su desaparición y fueron interrogados, así como la mayoría de los vecinos.

“Philippe Vedovini y su esposa, abuelos de Émile Soleil, junto con dos de sus hijos mayores de edad, fueron detenidos por los agentes de la unidad de investigación de la Gendarmería de Marsella acusados de homicidio voluntario y manipulación del cadáver”, declaró el fiscal Jean-Luc Blanchon en un comunicado.

La identidad de las otras dos personas detenidas, tíos del pequeño, no se ha dado a conocer aún. El fiscal ha precisado que los investigadores están realizando registros y rastreos en varios puntos de la zona, así como en la casa de los abuelos. El pasado febrero se celebró una misa funeral para despedir al pequeño, en la que los abuelos pidieron que “se dé paso a la verdad”. “Necesitamos entender, necesitamos saber”, señalaron entonces.

La desaparición de Émile conmocionó al país, sobre todo por el misterio que la rodeaba. Se esfumó al lado del domicilio familiar sin que nadie lo viera. Se rastreó el perímetro varias veces, a pesar de las dificultades, pues se trata de una zona elevada y escarpada, pero no se encontró el mínimo rastro del niño. La policía no descartó nada: que hubiera sufrido un accidente o un secuestro. Se llegó a especular con la posibilidad de que lo hubiera devorado algún animal tras caerse, o que alguien lo atropellara y escondiera el cadáver.

Nueve meses después, en abril del pasado año, un excursionista encontró restos de un cráneo, que se identificaron como los del niño. Entonces se cercó la pedanía, para que nadie pudiera acceder ni salir. No se descartó tampoco que los restos fueran colocados en la zona a posteriori, pues el perímetro había sido peinado en las batidas realizadas cuando desapareció el menor.

El alcalde de Le Vernet, François Balique, dijo entonces: “El misterio se desplaza, pero seguimos dentro del misterio”. La Fiscalía dijo que se informará sobre el resultado de las pesquisas y los registros de hoy, para arrojar algo de luz a un misterio que continúa.