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La contaminación en Barcelona llega a triplicar los nuevos límites fijados por la OMS

La ciudad cerró 2021 dentro de los límites legales, a excepción del último trimestre

Clara Blanchar
Barcelona contaminacion
Vista aérea de Barcelona, bajo la capa de contaminación, el pasado mes de septiembre.David Triadú (EL PAÍS)

La contaminación en Barcelona por partículas en suspensión y dióxido de nitrógeno (NO2) causada en buena parte por el tráfico, llega a triplicar los nuevos valores de referencia de calidad del aire fijados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El informe de 2021 del portal contaminació.barcelona alerta de que la ciudad cerró el año superando ampliamente los nuevos umbrales respecto a las partículas en suspensión PM10. Las mediciones mostraron valores entre un 141% y un 158% superiores a los nuevos valores de referencia, en función de si se miden con estaciones más o menos próximas al tráfico. En dióxido de nitrógeno, los valores medios del año más que duplican los nuevos límites en estaciones de fondo (222%) y los triplican en las que están próximas al tráfico (344%).

En septiembre pasado, y ante las evidencias científicas sobre el impacto de la contaminación en la salud, la OMS rebajó notablemente los niveles de contaminación que se consideran peligrosos. La mayor reducción es la del NO2: hasta ahora, se consideraba que el umbral de seguridad estaba en una exposición anual de 40 microgramos por metro cúbico. Las nuevas directrices lo rebajan hasta 10 microgramos por metro cúbico.

En el caso de las partículas de mayor tamaño, PM10, el umbral se reduce de 20 a 15 microgramos por metro cúbico. Y las partículas pequeñas (PM2,5), la disminución es de 10 a 5. En los próximos meses, la Comisión Europea debe adaptar los umbrales legales, incrementando las exigencias en la calidad del aire. Los topes legales actuales de la UE están muy lejos de los nuevos valores de la Organización Mundial de la Salud: son 40 microgramos de dióxido de nitrógeno por metro cúbico, 40 de PM10, y 25 de las partículas pequeñas en suspensión.

La buena noticia en los datos del primer informe que compila la información sobre contaminación en 2021 en Barcelona es que la ciudad cerró la media del año dentro de los actuales límites de contaminación legales. Es el segundo año consecutivo que ocurre, por la caída del tráfico y la actividad económica debido a la pandemia. Los datos indican, sin embargo, que la ciudad volvió a superarlos entre octubre y diciembre, coincidiendo así con una de las fases de recuperación económica de los dos años de convivencia con el coronavirus.

Esa tendencia de contaminación al alza supone “un riesgo significativo de incumplimiento legislativo en 2022″, alerta el informe de la web sufragada por la Fundación ambiental ENT y que cuenta con una subvención del Ayuntamiento. También señala que el uso del transporte público no ha recuperado los niveles prepandémicos, mientras que el tráfico privado sí: “La covid ha provocado una crisis de confianza en el transporte público. Su uso continuaba a finales de año un 20% por debajo de los valores previos a la pandemia, mientras que los niveles de transporte privado eran similares a los del año 2019″.

Los datos muestran, en el caso del NO2, que el año pasado se saldó de media con 34,3 microgramos por metro cúbico en las estaciones próximas al tráfico (un 2,4% más que en 2020) y 22,2 microgramos en las más lejanas (las de fondo, un 6,3% menos). Pero en el último trimestre se superaron en los dos casos los 40 microgramos por metro cúbico. Las estaciones que mayor contaminación registran son las del Eixample (ubicada en Urgell / València) y la de Gràcia Sant Gervasi (en la plaza de Gal.la Placídia).

Las partículas PM10 registraron una media de 23,7 microgramos por metro cúbico en estaciones de tráfico (aumento del 4% interanual) y 21,2 microgramos por metro cúbico en las de fondo (11% de aumento), respectivamente. Esas partículas grandes también subieron el último mes del año. Sobre las partículas pequeñas (PM2,5) solo hay datos hasta junio, y no se superó el umbral legal en ningún caso.

Reforzar las medidas

]El impulsor del portal divulgativo, el físico y doctor en ciencias ambientales, Miquel Ortega, valora así las revelaciones del informe: “Los niveles de contaminación actuales nos muestran que tenemos un amplio margen de mejora en términos de salud si reducimos la contaminación en la ciudad. Cada microgramo menos de contaminación cuenta”, dijo.

El experto también alerta del empeoramiento en los últimos meses, justo cuando la OMS ha endurecido los baremos: “La tendencia en los últimos meses es negativa, especialmente si tenemos en cuenta lo lejos que estamos de los nuevos valores guía de la Organización Mundial de la Salud y que a medio plazo los niveles máximos legales de contaminación se van a reducir, por eso sería deseable reforzar sin demora las medidas hasta ahora adoptadas”.

El ruido y el consumo también afectan la salud

En su informe anual, la web contaminació.barcelona reprocha al Ayuntamiento la falta de indicadores actualizados sobre dos cuestiones que sus autores consideran que tienen también un gran impacto sobre la salud y la contaminación: la contaminación acústica que provoca el ruido y la huella que provoca el consumo.

“Queremos enfatizar la necesidad de incorporar la dimensión del consumo a las estimaciones de emisiones de gases con efecto invernadero en la ciudad y actuar sobre esta dimensión de forma más decidida”, propone el informe.

Sobre el ruido, apunta que pese a varios compromisos, los últimos datos publicados son de 2017 y que el Programa de Reducción de la Contaminación Acústica 2021-2030 no se ha aprobado. “Tampoco consta que se haya reunido la Mesa de Ruido y Salud creada en 2017, pero que no se ha reunido desde 2019″. En cambio, el texto recuerda que sí se midieron los niveles de ruido en la ciudad entre marzo y junio de 2020 (los más duros de la pandemia), lo que demuestra que es posible.

La Agencia de Salud Pública de Barcelona publicó durante el año pasado el informe Ruido ambiental y salud en la ciudad de Barcelona (con los datos de 2017). Entre otras cuestiones revelaba que el ruido es responsable de causar molestias intensas a 210.000 vecinos; de causar trastornos graves del sueño a 60.000 y de causar 150 muertes cardiovasculares al año.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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