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Barcelona eliminará las terrazas ampliadas en pandemia en las calles más saturadas

El Ayuntamiento destinará cuatro millones a ayudas para los módulos de mesas en calzada y quiere bonificar la tasa en un 75%, como pedía el sector

restricciones barcelona covid
Terraza habilitada durante la desescalada de la pandemia en la calle de Dos de Maig, en una imagen de archivo.Albert Garcia (EL PAÍS)
Clara Blanchar

Barcelona ya tiene perfilado el futuro de las 3.700 terrazas de bares y restaurantes ampliadas durante la pandemia. Las 1.400 que se ubicaron en la calzada (en aparcamientos o chaflanes) se mantendrán siempre que se ubiquen en alguno de los siete modelos de tarimas homologadas por el Ayuntamiento, lo que permitirá eliminar los bloques de hormigón criticados por su estética. Sobre las 2.100 ampliadas en las aceras, dependerá de si se ajustan a la ordenanza municipal: si los bares cumplen con lo que les toca se mantendrán, y si no, se retirarán. Pero no hay cifra: “Se analizará caso por caso”, mantiene el consistorio.

En cualquier caso, el gobierno de la alcaldesa Ada Colau ha advertido este martes de que no se podrán quedar las terrazas ampliadas en las calles más saturadas o que hayan sido objeto de sanción por incumplimientos. El caso más ilustrativo es la calle de Enric Granados, ha señalado la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz.

Sanz (de los comunes) ha comparecido junto al teniente de alcalde de Economía Jaume Collboni (PSC) y al director del Gremio de Restauración, Roger Pallarols. La patronal se suma a las comparecencias cuando hay acuerdo. Los tres han dado cuenta de las modificaciones en la ordenanza municipal que esta tarde se ha dictaminado en la comisión de Urbanismo, aunque el desenlace no se sabrá hasta el pleno del día 23.

ERC ha votado en contra, desmarcándose de la unanimidad que marcó la aprobación de la ordenanza en 2018 tras una larga batalla entre Colau y el sector. Entiende que ha faltado participación y la reforma no es urgente, estando todavía en pandemia. “La ordenanza muestra el giro de los comunes, que sucumben a la Barcelona del sí a todo de su socio Jaume Collboni. Quién les ha visto y quién les ve”, ha espetado el concejal republicano Jordi Coronas, que ha señalado que Colau tendrá que apoyarse “en los partidos de derecha” para sacar adelante la ordenanza.

Sanz le ha reprochado “que salga del consenso” y ha defendido que “lo pactado en 2018 se mantiene”. El resto de grupos han reservado su voto para el día del pleno salvo Ciutadans que se ha abstenido. En la rueda de prensa de la mañana, Pallarols, que en el pasado fue concejal socialista en el consistorio, ha asegurado que es previsible que los grupos de la derecha (Junts, Ciutadans, Barcelona pel canvi y PP) apoyen el texto.

Además de la fórmula para dar cobertura legal a las terrazas sobre el asfalto, la retirada de mesas en los casos de saturación o si han sido multadas es la gran novedad de la ordenanza. Serán técnicos municipales o de distrito quienes analicen estas situaciones. Aquí, la pugna entre el Gremio y el Ayuntamiento está servida.

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Sanz y Collboni han insistido en defender que a grandes rasgos se mantiene la ordenanza de 2018. Collboni ha destacado que la consolidación de terrazas busca apoyar al sector. Y Sanz ha hecho hincapié en que se respetará la ocupación del espacio público o las zonas de paso en las aceras.

El Ayuntamiento ha anunciado también que doblará las ayudas previstas para instalar tarimas (de dos millones de euros a cuatro millones). Y que tiene la intención de mantener un año más la bonificación del 75% de la tasa a todas las terrazas de la ciudad (como pedían los restauradores), para apoyar al sector compensar los meses que no pudieron abrir o sufrieron restricciones durante los meses más duros de la pandemia. La ciudad recauda cada año 7,5 millones de euros con la tasa.

Sin fecha para el alquiler de habitaciones

La comisión de Urbanismo de este martes también dictaminó a favor (aunque la aprobación definitiva será en el pleno de la semana que viene) de la segunda versión del Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (el PEUAT). Votaron a favor el gobierno municipal (comunes y socialistas) y ERC. El resto de grupos votaron en contra.
La cuestión sobre la que discrepan los socios del ejecutivo, la regulación de habitaciones de alquiler, se zanja con una fórmula que contenta a los dos. El PEUAT las prohíbe (como quieren los comunes); pero se abre a regularlas con una ordenanza (aunque no tiene fecha), como piden el PSC.
Como ya adelantó este diario, finalmente, permitirá a los hoteleros hacer reformas estructurales sin tener que reducir el número de habitaciones. También amplía la zona de decrecimiento de pisos turísticos (si cierra uno no puede abrir otro) a la segunda corona.

Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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