El pasaporte covid entra en vigor en Cataluña sin resolver las dudas sobre su aplicación

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña avaló ayer el pasaporte covid en bares, restaurantes, gimnasios y residencias. La demanda de amparo judicial hecha el martes por el Govern, encontró eco con la validación judicial de una medida pensada para contener un nuevo rebrote del virus. La resolución del Superior catalán aprueba la exigencia de controles para acceder a recintos cerrados, pero no disipa las dudas que pesan sobre cómo se debe realizar el filtro.

El Gremio de Restauración de Barcelona hizo un llamamiento a la colaboración de los clientes de bares y restaurantes para implantar el pasaporte de vacunación “mientras sea necesario”. La Asociación de Empresas de Cataluña de Actividad Física y Fitness (ADECAFF) ha reprochado al Govern que aplique el certificado covid en gimnasios sin tener en cuenta al sector ni consensuar de qué manera se tiene que implementar la medida.

Desde hoy, quien quiera acceder al interior de un bar, restaurante, gimnasio o residencia de la tercera edad, deberá acreditar que está vacunado, o bien aportar una prueba con resultado negativo. También sirve demostrar que se ha pasado la enfermedad en los últimos seis meses. Es la misma exigencia que que impera desde el 8 de octubre en las puertas de las discotecas y los locales de ocio nocturno. El auto judicial razona que son medidas idóneas “para la lucha contra la propagación del virus”, pero advierte a la Generalitat de que no se trata de ningún en cheque en blanco: “no está de más dejar constancia que la adición acentuada y sin freno de más y más actividades va alcanzando una altura que va a requerir cuanto menos una mayor motivación y justificación reforzada”, indica el tribunal.

El Departamento de Salud deja a los locales la responsabilidad de establecer los mecanismos de verificación de cada cliente, a lo que el director del gremio de restauración, Roger Pallarols, respondió que será menester buscar la solución más adecuada, en función de las características de cada negocio. “No es lo mismo un gran restaurante, con mucho personal, que un pequeño local”, consideró. Para Pallarols, una manera de facilitar el trabajo de los restauradores sería poder exigir la exhibición del pasaporte covid cuando se toma nota del pedido, una vez el cliente ya está sentado en la mesa. Pero, el protocolo de Salud fija que “los responsables del local tienen que designar personal para el control de accesos”. A ese personal controlador se le encarga “hacer la comprobación” de los certificados aportados por la clientela.

Generalizar la exigencia

Joaquim Boadas de Quintana, secretario general de la Feca-Sarm, la patronal catalana de la hostelería y el ocio nocturno, alerta que la experiencia de las discotecas con el pasaporte covid pone de relieve que el control no es ágil ni sencillo. “Para evitar falsificaciones hay que comprobar con el documento de identidad que el titular del certificado se corresponde con la identidad de la persona”. En este sentido, el gremio de restauradores de Barcelona entiende, sobre todo en los primeros días, que habrá que confiar en la paciencia y la complicidad de los clientes. Los restauradores entienden que el pasaporte es una herramienta para evitar “pasos atrás” y volver a cerrojazos que dejaron al sector muy afectado, pero han exigido que el pasaporte se extienda a todos los sectores.

Magda Campins, presidenta del Comité Científico Asesor para el control de la pandemia, puso de relieve el miércoles que el informe técnico que el comité remitió a Salud recomienda generalizar la exigencia del pasaporte antivirus, incluso para acceder a cines y teatros. La secretaria de Salud Pública, Carmen Cabezas, respondió que, de momento ese escenario no se contempla. Pese a ello, admitió que el ritmo de contagios presenta un incremento apreciable. En la Atención Primaria, las consultas por covid han crecido un 35% en una semana.

La decisión del Superior catalán llega pocos días después de que el Tribunal Superior del País Vasco denegara aplicar la medida en los locales de ocio nocturno y los restaurantes con más de 50 comensales. Cataluña ejerce, de facto, como laboratorio sobre la implementación generalizada del pasaporte antivirus. Galicia, Aragón, Baleares, Murcia y Navarra cuentan con el aval de sus tribunales superiores de justicia para imponer el pasaporte covid, pero de manera acotada.

En Navarra, la justicia ha autorizado que se aplique para acceder a restaurantes de más de 60 comensales, establecimientos con licencia de discoteca o salas de fiesta, mientras que en Aragón se exige para entrar a locales de ocio nocturno y para participar en comidas y celebraciones con un numeroso grupo de invitados.