El secretario de Salud Pública catalán deja el cargo “por motivos de salud”
Joan Guix enfrentó la gestión de los primeros casos y fue asumiendo un segundo plano a medida que avanzaba la pandemia
El secretario de Salud Pública de la Generalitat de Cataluña, Joan Guix, dejará el cargo “por motivos de salud”, ha informado el Govern en un comunicado. Guix (Barcelona, 1950), epidemiólogo con amplia experiencia en el ámbito de la salud pública, ostentaba el cargo desde 2015 y fue el encargado de enfrentar la gestión de los primeros casos de covid-19 registrados en Cataluña, aunque asumió un segundo plano a medida que avanzaba la pandemia y se encarnizaba la disputa política. El episodio más controvertido se produjo cuando el president Quim Torra desdeñó a Guix y a su equipo al incorporar como asesor personal para diseñar la desescalada al infectólogo Oriol Mitjà.
El Departamento de Salud no ha profundizado en los motivos de la marcha y se ha limitado a apuntar que son cuestiones de salud. La decisión se hará efectiva el próximo martes y aun no hay sustituto para un cargo del que depende, en este momento, la gestión de la peor pandemia del último siglo en una zona especialmente castigada por el azote del coronavirus. Cataluña ha registrado más de 65.900 casos positivos y 12.180 fallecidos.
Guix fue el encargado de anunciar públicamente la detección del primer caso positivo por covid-19. También el primer fallecido. Y la detección del brote de Igualada. Pero a medida que avanzaba la crisis sanitaria, sus apariciones públicas se fueron diluyendo. El segundo plano que asumió —una actitud distinta a la tomada en otras crisis sanitarias que tuvo que afrontar— coincidió con la gresca política en el Govern —formado por Junts per Catalunya y ERC, siempre en turbulenta relación— y la estrategia que tomó Torra de ir a la contra de las decisiones del Ministerio de Sanidad mientras la consejera de Salud, Alba Vergés (ERC), optaba por la prudencia.
El ataque más claro de Torra a la gestión de Guix y Vergés culminó con la incorporación del infectólogo Oriol Mitjà como su asesor personal para diseñar la desescalada. A pesar de no ser epidemiólogo, Mitjà y un grupo de trabajo externo se encargaron de desplegar la propuesta de desconfinamiento, aunque la Generalitat nunca tuvo competencias para aplicarlo. Vergés respondió a Torra dando un golpe en la mesa con una rueda de prensa en la que Guix explicaba cómo se tenía que desplegar el proceso de desconfinamiento.
El papel del Departamento de Salud y su equipo de salud pública también ha estado en tela de juicio por el baile de cifras de casos positivos y fallecidos. Aunque ellos fueron los primeros en ampliar la búsqueda de decesos y recoger las muertes también a través de las funerarias (aparte de las de los hospitales) para tener una radiografía más real del impacto de la pandemia, el Ministerio de Sanidad reprochó la semana pasada a Cataluña la irregular notificación de los decesos a la red española de vigilancia epidemiológica. Cataluña tenía cerca de un millar de casos pendientes de reportar.
Además de la gestión de la pandemia del coronavirus, Guix tuvo que enfrentarse, durante sus años como secretario de Salud Pública, a otras crisis sanitarias, como los brotes de legionela en el Vallès o el episodio de enterovirus que provocó daños neurológicos en decenas de niños. Guix ha sido director del Servicio Regional del Camp de Tarragona de la Agencia de Salud Pública de Cataluña, también gerente de la Agencia de Salud Pública de Barcelona y gerente del Instituto Municipal de Salud Pública del Ayuntamiento de Barcelona.
El hasta ahora secretario de Salud Pública no se retira. Aunque deja la primera línea, seguirá como presidente de la Corporación Sanitaria del Maresme y la Selva.
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