Turismo rural, la autenticidad como valor diferencial

El turismo rural en Andalucía estrena el primer puente del año con una ocupación media estimada del 60%, casi 10 puntos superior a la media registrada a nivel nacional para esa misma fecha, aunque es cierto que solo en la comunidad andaluza se vivió un puente festivo. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de pernoctaciones en alojamientos rurales de la región durante 2024 ascendió a 1.438.190.

El turismo rural se distingue por ofrecer una experiencia auténtica cuya esencia radica tanto en los atractivos de los destinos como en el trato con la comunidad o el tipo de alojamiento en el que se puede pernoctar. Esta autenticidad es su verdadero valor diferencial, en comparación con lo que se busca en otros destinos.

En un enclave privilegiado, en las estribaciones de Sierra Morena y en el parque natural de Despeñaperros, el complejo turístico La Aldeílla, en Aldeaquemada (Jaén), se presenta como la opción perfecta para quienes buscan descansar en armonía con la naturaleza. Son seis casas rurales (con capacidad cada una para seis personas) que evocan y respetan la arquitectura del siglo XVIII, cuando el rey Carlos III fundó estos parajes. “La Aldeílla es mucho más que un lugar para alojarse, es un punto de partida para numerosas actividades al aire libre, desde senderismo y cicloturismo hasta la observación de fauna y visitas a abrigos rupestres, los huéspedes pueden disfrutar de experiencias únicas en un entorno natural incomparable”, manifiesta Francisco J. Cano, uno de los empresarios que regenta este complejo, que ofrece rutas guiadas para descubrir paisajes singulares como la Cascada La Cimbarra, el Charco del Negrillo o la Dehesa Navalacedra. Un enclave que está considerado como la Zona Turística y Reserva Starlight más grande del mundo por su contribución a la conservación y protección del cielo nocturno, por lo que son muchos los viajeros que llegan atraídos por el astroturismo.

Es la provincia de Huelva la que presenta una ocupación más elevada (71%) en los alojamientos rurales para este puente del Día de Andalucía. La mayor parte de la oferta la encontramos en el parque natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche y muchos de los productos y servicios forman parte de la marca Parque Natural de Andalucía, creada por la Junta de Andalucía y que certifica actualmente más de 1.800 productos naturales, artesanales y servicios turísticos proporcionados por más de 170 empresas ubicadas en espacios protegidos. Bajo esta denominación se pueden encontrar desde el turismo de naturaleza, con actividades como el astroturismo, el oleoturismo o rutas de senderismo, hasta productos naturales como el aceite de oliva virgen extra o manufacturas artesanales de madera, corcho y cerámica.

“Los principales retos del turismo rural son la digitalización de las instalaciones y también una mayor profesionalización de los empresarios del sector. Hay mucho de vocacional en ellos, pero quizás falta mejorar la formación”, indica el catedrático de la Universidad de Jaén, Juan Ignacio Pulido, director de la Cátedra de Turismo Interior de Andalucía. Pulido sí que valora la “mejora sustancial” experimentada en la calidad de la oferta de alojamientos rurales además de una apuesta por la sostenibilidad ambiental. Y tras destacar que el gasto medio es mayor en el turismo de interior que en el de otros destinos clásicos (en 2024 alcanzó los 91 euros por persona y día) este experto llama la atención sobre la tendencia creciente que se está dando por las experiencias turísticas exclusivas y de lujo, con clientes que buscan productos vinculados con la salud, la desconexión digital, la gastronomía o el astroturismo.

También la desestacionalización de los destinos es otro de los retos del turismo rural. Actualmente, los puentes, Semana Santa, fin de año o vacaciones estivales acaparan los principales picos de demanda.

Pero los que visitan estos entornos rurales son, ante todo, unos amantes de la naturaleza. De ahí la pujanza de paquetes conectados con el entorno natural. Como el Geoparque Mundial de la Unesco Sierras Subbéticas, que se localiza al sur de la provincia de Córdoba y que se extiende a lo largo de 32.560 hectáreas en ocho municipios: Cabra, Carcabuey, Doña Mencía, Iznájar, Luque, Priego de Córdoba, Rute y Zuheros. Se trata de un entorno rodeado de bosque mediterráneo, aves emblemáticas, cultura milenaria, riqueza monumental y gastronomía autóctona, y con productos turísticos como georrutas de senderismo (La Tiñosa, Río Bailón), cicloturismo por la Vía Verde del Aceite, rutas BTT de largo recorrido para los más exigentes o actividades náuticas en el embalse de Iznájar.

Repetidores

Desde el portal Escapada Rural se indica que la gran mayoría de las personas que hicieron turismo rural en 2024 son repetidores, una muestra, aseguran, de que “el turismo rural genera satisfacción y, por ende, repetición”. No obstante, aluden a otros indicadores que constatan la bajada observada en el volumen de personas que hacen tres o más escapadas al año, los que son considerados por el sector como heavy users. “Este cambio de tendencia evidencia que es el momento de encontrar nuevas oportunidades para un sector que funciona como motor económico para los destinos de interior de nuestro país gracias a la afluencia de viajeros que genera, como así lo perciben el 94% de propietarios de alojamientos rurales”, se indica en el informe de este portal especializado en turismo rural.

“Es incuestionable que el turismo tiene un impacto positivo en el desarrollo de los territorios, al igual que la hostelería aporta al paisaje urbano y a la construcción de ciudadanía. Los bares y restaurantes, especialmente en los territorios más despoblados y en los barrios, son espacios de convivencia y de disfrute y aportan a la integración y cohesión social, además de su contribución económica. Y hoy, el turismo es el motor de crecimiento y estabilidad de toda la economía”, apunta Emilio Gallego, secretario general de Hostelería de España. Un estudio de la patronal de hostelería ha revelado que los municipios con bar reciben un 56% de turistas nacionales más que los que no tienen, y un 53% de internacionales. Las estimaciones econométricas apuntan a que la presencia de uno de estos establecimientos favorece la llegada de entre 20 y 27 turistas nacionales y entre tres y seis extranjeros cada semana.

Además del entorno natural, los visitantes valoran los atractivos monumentales de los pueblos rurales. Lo saben bien los municipios que forman parte de la Asociación Los Pueblos más bonitos de España, que el año pasado recibieron 7,8 millones de visitantes, un 30% de ellos turistas internacionales. En Andalucía hay 19 municipios dentro de esta red. Localidades como Almonaster la Real (Huelva), Zuheros (Córdoba), Baños de la Encina y Segura de la Sierra (Jaén) o Mójacar, Lucainena de las Torres y Níjar (Almería). Precisamente, Níjar es el destino más visitado, con más de dos millones de turistas el último año.

El turismo rural atrae también a los amantes del senderismo. A destacar la ruta entre Despeñaperros y Miranda del Rey que discurre por el castillo de Castro Ferral, el principal vestigio de la Batalla de las Navas de Tolosa y que jugó un papel vital en la contienda más importante de la Reconquista gracias a su ubicación estratégica, en la zona de paso entre Andalucía y la Meseta.

O el Corredor Verde del Guadiamar, un espacio de más de 2.700 hectáreas y que abarca los municipios sevillanos de Aznalcázar, Aznalcóllar, Benacazón, Huévar, Olivares, Sanlúcar la Mayor y Villamanrique de la Condesa. A través de sus más de 60 kilómetros de senderos se convierte en una vía ecológica fundamental que alberga numerosas especies de flora y fauna y donde se pueden observar observar aves migratorias, mamíferos autóctonos y una vegetación exuberante.