Polémica en el Ayuntamiento de Vitoria tras la compra de dos sillas por 2.519 euros cada una

¿Cuántas sillas se pueden comprar con 5.000 euros? Depende, claro, del precio de las sillas. En principio, con 5.000 euros daría para unas cuantas. Al Ayuntamiento de Vitoria —gobernado por el PSE, con el apoyo de PNV y PP, desde 2023— solo le ha llegado para dos. El Consistorio de la capital vasca ha pagado 2.519,22 euros por cada una de las dos butacas adquiridas a finales de diciembre para el Palacio de Congresos Europa de la ciudad, lo que ha provocado una polémica política cuando EH Bildu ha hecho pública la factura. “Han tenido la desfachatez de gastarse 5.038 euros en comprar dos sillas”, espetaba Rocío Vitero, portavoz municipal de EH Bildu, al Gobierno local durante una comparecencia para debatir este asunto. La concejala de Promoción Económica, María Nanclares (PSE), acusó a EH Bildu de hacer “demagogia barata”.

La butaca en cuestión es la East River Chair, creada por la diseñadora holandesa Hella Jongerius y que tiene su origen en un modelo que se diseñó para la sala norte de delegados de la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. Hay quien la ha llamado la silla diplomática, aunque en Vitoria ha provocado todo lo contrario a lo que se le supone a un diálogo diplomático. “Vergüenza les debería dar decir que han gastado 5.038 euros en dos tristes sillas”, insistía Vitero durante la comparecencia. “Usted viene aquí a decir que nos hemos gastado dinero en unas sillas, pero nos estamos gastando el dinero en invertirlo en el Palacio Europa y mostrar la mejor imagen de nuestra ciudad”, le respondía Nanclares.

El destino de las butacas es el auditorio María de Maeztu, la sala principal del Palacio de Congresos Europa que gestiona el Ayuntamiento de Vitoria. El Gobierno municipal ha explicado que estas butacas no son las primeras de ese tipo que ha comprado el Consistorio y que lo que se ha hecho ahora es completar el número de sillas de ese modelo. Según la información que se recoge en la factura, el modelo es una “butaca pequeña con patas en roble natural con barniz protector y tirantes en blanco”. Una de ellas, en tono amarillo claro; la otra, verde. La concejala de Promoción Económica, María Nanclares, ha relatado que necesitaban más sillas y decidieron ampliar el número de este modelo (que no es el único tipo de butacas disponible en el Palacio de Congresos). “Le dimos muchas vueltas por la inversión que suponía y la imagen que podíamos dar a la ciudadanía, pero ante la necesidad de ampliar el número, la única alternativa que nos quedaba era esta compra”, ha detallado Nanclares: “Nosotros miramos mucho cuando hacemos una compra”.

El Gobierno municipal defiende esta adquisición en el contexto de las mejoras que se están llevando a cabo en el Palacio de Congresos Europa y que “revierten a la ciudadanía a través del comercio y la hostelería”. “Todas las inversiones que se están haciendo son positivas y están haciendo que el Europa bata récords año tras año con los eventos que estamos trayendo a la ciudad”, argumenta Nanclares. El centro registró en 2024 los mejores datos de su historia con una asistencia de 108.064 personas repartidas en 293 eventos.

“¿Necesitan sillas de lujo para los actos que están haciendo? ¿A quién se le ocurrió esta brillante idea?”, le preguntaba EH Bildu al Gobierno municipal en la comisión en la que se trató la polémica. “Si ustedes tuvieran que gestionar la economía de una familia, a ver a qué familia le explican que ustedes gastan 2.500 euros en una silla, ¿les suena lo que es la gestión responsable del dinero público?”, insistió Vitero. Nanclares manifestó que el Ayuntamiento hace “un ejercicio muy responsable” del gasto: “El presupuesto municipal de mi departamento es como la economía de mi casa: sé las vacas que entran y sé las que pueden salir. Y cuando veo la necesidad de reinvertir ese dinero, lo hago porque esa es mi responsabilidad”. Y le lanzó otra recriminación a la concejala de EH Bildu: “Usted no sabe lo que son los eventos internacionales y nacionales que estamos acogiendo en la ciudad”. Por su parte, Vitero le afeaba a la concejala socialista: “Lo que usted haga con su dinero, me da lo mismo, pero con el dinero público, no; a la ciudadanía le cuesta mucho pagar los impuestos”.

A pesar de lo duro de los reproches cruzados entre las representantes de PSE y EH Bildu, ambos partidos son socios presupuestarios. La polémica de las sillas ha sido una breve tormenta en unas aguas bastante calmadas entre ambas formaciones que no tienen, por el momento, intención de levantarse de la mesa de negociaciones que tienen abierta para diversos asuntos municipales. Otra cosa son las sillas en las que quieran sentarse a la hora de negociar. Por cierto, entre las facturas de los últimos años en el Ayuntamiento también hay un taburete por 938 euros. Y no es el grupo de música.