El pacto PNV-PSE y el apoyo del PP impedirán que Bildu gobierne en Vitoria y en la Diputación de Gipuzkoa

El PNV y el PSE-EE han decidido reeditar el pacto que mantienen desde 2015 para gobernar juntos en los principales ayuntamientos y en las tres diputaciones vascas. En un comunicado conjunto, ambos partidos han anunciado este viernes que se comprometen a “buscar acuerdos que garanticen la gobernabilidad y la estabilidad de las instituciones”. La alianza impedirá que EH Bildu logre la alcaldía de Vitoria y la Diputación de Gipuzkoa, donde la coalición abertzale fue la fuerza más votada en las elecciones municipales y forales del 28-M. Así, la socialista Maider Etxebarria será la alcaldesa de Vitoria y la peneuvista Eider Mendoza saldrá elegida diputada general de Gipuzkoa. En ambos casos será necesario el concurso del PP, que ya ha anunciado que dará sus votos “gratis” para cerrar el paso a Bildu en todas las instituciones. Nada más conocerse hoy el pacto PNV-PSE, la secretaria general del PP, Laura Garrido, ha destacado que su partido “se ha convertido en una fuerza decisiva para garantizar la estabilidad” institucional y ofrecerá sus votos a cambio de formar parte de los gobiernos que apoyará.

La coalición PNV-PSE volverá a ser predominante en los gobiernos de los ayuntamientos y las diputaciones vascas durante la próxima legislatura. El PNV mantendrá el control de las diputaciones de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa y de los consistorios de Bilbao y San Sebastián, y los socialistas se harán con la alcaldía de Vitoria. Es un movimiento político que, en el caso de Vitoria y de la Diputación guipuzcoana, solo prosperará si el PP les presta sus votos. El presidente de los populares vascos, Carlos Iturgaiz, anunció el miércoles que su partido dará “gratis et amore” su apoyo a los candidatos “demócratas” con tal de que EH Bildu no gobierne. El PNV y el PSE no hacen ninguna alusión a ello en su comunicado.

Nacionalistas y socialistas dan continuidad a su acuerdo para “garantizar la gobernabilidad y la estabilidad” en Euskadi tras unas elecciones que reflejan “un mapa electoral diverso y fragmentado”, según dice el comunicado conjunto. Ambos partidos reivindican el “balance altamente satisfactorio” de los gobiernos de coalición que han conformado desde hace ocho años, incluido el Ejecutivo autónomo que preside Iñigo Urkullu. La reedición de estos pactos se llevará a cabo, precisan en la nota, “allí donde sea posible”. El entendimiento se hace esta vez más necesario tras la pérdida de respaldo electoral del PNV —los socialistas han aguantado— frente al ascenso de EH Bildu. El líder independentista Arnaldo Otegi ha afirmado esta semana que es “escandaloso” que PNV y PSE se apoyen en el PP para formar “una santa alianza contra EH Bildu”.

El acuerdo ha sido rápido, solo cinco días después de los comicios y cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acaba de convocar elecciones generales anticipadas para el 23 de julio. La sesión de constitución de los ayuntamientos de toda España se celebrará el próximo 17 de junio.

En Vitoria, el PNV cayó el 28-M a la cuarta posición tras gobernar estos últimos cuatro años. La primera fuerza es EH Bildu, con siete ediles. El PSE, el PP y el PNV tienen seis cada uno, y Podemos cuenta con dos. Para que la socialista Etxebarria salga investida alcaldesa necesita los votos del PNV y del PP. En las Juntas Generales (Parlamento provincial) de Gipuzkoa, la situación es similar. En este caso, la ventaja de EH Bildu sobre el PNV es mayor (22 escaños frente a 17). La elección de la peneuvista Mendoza también precisa de los apoyos de socialistas y populares.

El PP sabe que tiene la llave en estas dos plazas. Iturgaiz explicó el miércoles que el cordón sanitario a EH Bildu es “una regla de oro del Partido Popular”. “Que no se preocupe nadie, que somos una garantía”, aclaró. Está por ver si este partido plantea ahora alguna contrapartida a cambio de sus votos o incluso solicita formar parte de alguno de los ejecutivos de Vitoria y Gipuzkoa, algo que al menos el PNV ya ha descartado tajantemente.

Peneuvistas y socialistas consideran que “Euskadi, por su realidad socioeconómica, su alta capacidad de autogobierno y la estabilidad que PNV y PSE-EE [aportan] a las instituciones, tiene capacidad de estar a la vanguardia”, según sostienen en el acuerdo que han suscrito. La comunión PNV-PSE proporciona mayorías absolutas en los principales municipios en los que no la había y estas dos fuerzas han resultado las más votadas. Es el caso de Bilbao y San Sebastián, además de las localidades vizcaínas de Barakaldo, Basauri, Leioa, Santurtzi, Sestao, Ermua, Muskiz y Trapagaran; las guipuzcoanas Elgoibar, Legazpi, Zarautz, Eibar, Irun, Lasarte-Oria, Zumarraga; y Legutio en Álava. La alianza también pone en peligro que EH Bildu siga al frente del Ayuntamiento de Durango (Bizkaia) y del de Oion (Álava).

Bildu, por su parte, ha asegurado que, aunque se quede fuera de los gobiernos de Vitoria y Gipuzkoa, dará sus votos al PNV si presenta candidatos en los ayuntamientos de Labastida y Laguardia (en la Rioja Alavesa) con la finalidad de impedir que el PP, primera fuerza en ambos casos, se haga con estas alcaldías.