Junts esgrime ante el PSOE la ‘enmienda Cataluña’

Y ahora la enmienda Cataluña. Junts continúa en el Congreso con su particular relación con el Gobierno del Estado y con la política nacional, en todos sus aspectos. La formación que lidera Carles Puigdemont amagó este jueves con propinar otra simbólica derrota parlamentaria al Ejecutivo de coalición del PSOE y Sumar al mantener, casi hasta el final, vigente una enmienda para boicotear un proyecto para la creación de una Oficina del Autor que persigue proteger más la propiedad intelectual en este nuevo mundo digital. Lo de menos era la materia en cuestión. El objetivo era dejar visible el mensaje. Y coló, al menos aparentemente. Junts negoció in extremis con el Gobierno y retiró esa enmienda porque sostiene que logró introducir en su relación especial con el Ejecutivo la enmienda Cataluña: “Las leyes que no respeten las competencias de Cataluña no pasarán”. Ni Junts ni el PSOE explicaron en qué consiste exactamente esa cesión.

El diputado de Vox, José Ramírez, que defendió en el pleno la enmienda de totalidad para devolver el proyecto de Ley de creación de la Oficina Española de Derechos de Autor, empezó por reconocer que en realidad la propuesta, retomada ahora por el ministro de Cultura, Ernesto Urtasun (Sumar), de una iniciativa similar que decayó por las elecciones al final de la anterior legislatura, tendría que haber recogido la unanimidad de la Cámara. Ramírez intentó ser crítico, pero lo máximo que le salió para oponerse fue que el texto era “otra cáscara vacía que consume los recursos de los españoles sin darles a cambio un mínimo de utilidad”. La oficina se creará porque salió adelante con 314 votos a favor y solo los 33 de Vox en contra. Pero el morbo había estado hasta casi última hora en la bancada de Junts. Otra vez.

Antes de entrar en el pleno, a primera hora, el portavoz de Junts en la materia, Eduard Pujol, convocó a los periodistas para adelantarles en catalán y sin preguntas que su partido retiraba su enmienda a la totalidad a ese proyecto. En los despachos del PSOE respiraron en parte aliviados, porque se evitaban así tener que vivir estresados hasta el momento de la votación para saber si el PP y Vox se sumaban estratégicamente a esa enmienda y les sacudían otra derrota parlamentaria. El PP está agitando en estos días mucho la idea de que el Gobierno está “agotado” y gana menos votaciones y leyes que ellos en las Cortes, sumando ahí iniciativas que promueven en el Senado, donde tienen mayoría absoluta, y otras que presentan en el Congreso y desglosan por puntos para que se adhiera cualquier formación y cada votación se pueda convertir luego en la venta mediática en una especie de múltiple pseudomoción de censura.

El problema para el PSOE, como admiten en privado muchos de sus dirigentes, es que Junts es cada vez más imprevisible. Y, además, están en un momento de la legislatura, en el Congreso y en Cataluña, en el que quieren hacer ver su poder de influencia. El diputado de Junts, Eduard Pujol, ya no tuvo la oportunidad de esgrimir sus argumentos en el hemiciclo, al retirar su enmienda, pero lo hizo en la puerta y ahí fue claro y preciso contra el Gobierno. Primero presumió de haber logrado sacar adelante con la amnistía una de las dos leyes aprobadas hasta ahora en este mandato. Y luego explicó que ahora su formación quiere “poner al servicio de Cataluña una determinada manera de negociar”.

Fue ahí cuando Junts comunicó la existencia de la enmienda Cataluña: “Siempre que dependa de Junts no se aprobará ninguna ley que no refuerce y respecte Cataluña. Así de sencillo. Si refuerzan Cataluña tendrán siempre el voto afirmativo. El respeto es una actitud general que se tiene que traducir en los textos cuando se presentan leyes. En este sentido, las cosas, y conviene que el Gobierno se lo meta en la cabeza, no volverán a ser como eran antes”, remachó Pujol. Y por si quedaba alguna duda, añadió: “La enmienda Cataluña es un mecanismo, una cláusula que hace que se respeten siempre las competencias de Cataluña. Es la modificación del articulado de una ley que se nos presenta cuando este texto no respeta el ámbito competencial de Cataluña. El Gobierno tiene que entender que aquellos textos de ley que no respeten Cataluña no pasaran. Reflexión muy sencilla, la pedagogía de los siete votos”.

Fuentes de ERC, PNV, EH Bildu y del Gobierno de la Generalitat suscribieron, sin embargo, las tesis del ministro en las que aseguran que en este caso la Oficina del Autor no resta ninguna competencia a la comunidad autónoma catalana.