Yolanda Díaz marca terreno frente al PSOE
La vicepresidenta, contrariada por la renuncia a los Presupuestos y por las acusaciones cruzadas de corrupción
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, dejó esta jueves una imagen abierta a la interpretación política: sentada en el banco azul y con gesto muy serio mientras Pedro Sánchez, María Jesús Montero y Félix Bolaños aplaudían la aprobación de la ley de amnistía. La también líder de Sumar ha protagonizado en los dos últimos días claros gestos para marcar terreno frente a sus socios de Gobierno. El miércoles, en la sesión de control al Ejecutivo, se desvinculó claramente del ruidoso intercambio de acusaciones de corrupción entre los socialistas y el PP. Y este jueves no ha dudado en mostrar también su desacuerdo con la decisión de Sánchez de renunciar a unos nuevos Presupuestos y apostar por la prórroga de los actuales tras la convocatoria de las elecciones anticipadas en Cataluña.
Díaz reveló en los pasillos del Congreso que La Moncloa tomó la decisión de no abordar unas nuevas cuentas del Estado para 2025 sin previo aviso a sus socios y cuando delegaciones de Sumar y del PSOE se encontraban reunidas precisamente para acercar criterios sobre la elaboración de los Presupuestos. “Respetamos la decisión del presidente del Gobierno, no la compartimos, sobre todo porque hay que seguir gobernando y los trabajadores y la ciudadanía que está viviendo una crisis de inflación sin precedentes necesita seguir ganando derechos”, afirmó la vicepresidenta y ministra de Trabajo en el Congreso.
La víspera, Díaz ya había dado claras muestras de su incomodidad ante el intercambio de durísimas acusaciones de corrupción entre Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, y la estrategia de los socialistas de responder a los ataques del PP sobre el caso Koldo con otras menciones a escándalos que han salpicado a los populares. “No voy a participar de este espectáculo”, advirtió la líder de Sumar en respuesta a una pregunta del portavoz parlamentario del PP, Miguel Tellado. Díaz incluso criticó algunas decisiones pasadas de los socialistas como el indulto al banquero Alfredo Sáenz por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Fuentes próximas a la vicepresidenta restaron importancia a su actitud tras la aprobación de la ley de amnistía y se limitaron a señalar que la situación del país no aconseja que los políticos prodiguen las celebraciones públicas. Las mismas fuentes aseguraron que, pese a estas diferencias de criterio, no se ha producido ningún desencuentro de relevancia entre Díaz y el presidente del Gobierno.
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