Los implicados del ‘caso Koldo’ sabían que había una “investigación policial” tres meses antes de las detenciones
El juez de la Audiencia Nacional llega a esa conclusión tras analizar las conversaciones telefónicas de los implicados en la trama de mascarillas
El juez Ismael Moreno detalla que los principales implicados del caso Koldo —que investiga la supuesta corrupción en la compra de mascarillas por parte del Ministerio de Transportes y otros organismos, al inicio de la pandemia de 2020— conocían, al menos desde casi tres meses antes de los arrestos practicados la pasada semana, que uno de ellos, Víctor de Aldama (empresario y presidente del Zamora Club de Fútbol), se encontraba en el punto de mira de una “investigación policial”. El magistrado llega a esa conclusión tras analizar una conversación telefónica del pasado 28 noviembre, que mantuvieron sobre las ocho y media de la tarde Koldo García, el antiguo asesor del exministro socialista José Luis Ábalos; y Juan Carlos Cueto, otro empresario imputado por su supuesta participación en la trama. En aquel momento, la Guardia Civil mantenía intervenidos sus móviles por orden judicial.
Este no es el único indicio de que los miembros de la red corrupta sospechaban que se les investigaba, según el sumario. El pasado 3 de febrero, el exasesor de Ábalos, que ya había adoptado “medidas de seguridad”, mantuvo una conversación con otro de los implicados, Rogelio Pujalte, titular de un depósito judicial en Murcia y dueño de una mercantil al que la trama transfirió presuntamente 100.000 euros procedentes de los contratos adjudicados. En esa conversación, Pujalte alertó a Koldo García para que no usase la aplicación de mensajería instantánea Telegram, a través de la cual también se pueden hacer llamadas telefónicas. El exasesor de Ábalos le responde que nunca la ha utilizado e intenta tranquilizar a su interlocutor afirmando que lo sabe “todo”, y que también conoce “que están, cómo están, cuándo están”.
En su conversación, Koldo García asegura al murciano que están así “por culpa del perro”. Y, según concluye la Guardia Civil, García se refería con esas palabras a De Aldama, que había tenido que declarar ante la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF, dependiente del Ministerio de Hacienda) tras detectar que Soluciones de Gestión y Apoyo a las Empresas S. L. había cometido presuntamente un fraude de 200.000 euros en el Impuesto de Sociedades. Esa compañía es el epicentro de la trama que se adjudicó los millonarios contratos de mascarillas para, entre otros, el Ministerio de Transporte. Pujalte le responde: “Yo, cuando me dicen po de ti, pues po lo primero que hago es ponerme en contacto [sic]”. Los investigadores aseguran que, con ello, el empresario murciano “está avisando a Koldo que está siendo objeto de investigación”.
Un año antes, el 15 de febrero de 2023, el exasesor de Ábalos había celebrado una reunión con Cueto en la marisquería La Chalana, de Madrid, en el transcurso de la cual ambos dieron muestras de saber ya entonces que Aldama estaba siendo investigado, aunque entonces creen que se trataba únicamente de la ONIF. La conversación entre ambos fue escuchada por agentes de la Guardia Civil, que los seguían. Los efectivos del instituto armado reflejaron en su informe que ambos hablaron, precisamente, de la inspección que había abierto la Agencia Tributaria a De Aldama por las plusvalías obtenidas por dos de sus empresas, MTM 180 Capital y Deluxe Fortune, por intermediar en los contratos de las mascarillas. Ambos se emplazaron entonces a verse al día siguiente en una cafetería de la calle Génova, de Madrid, para seguir hablando sobre ello.
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