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El juez afirma que un empresario del ‘caso Koldo’ tenía un “pase especial” en el Ministerio de Transportes

El sumario apunta a que Víctor de Aldama mantenía una relación cercana con el asesor de Ábalos

Víctor de Aldama, en el palco del estadio Ruta de Plata durante un partido entre el Zamora CF y el Real Ávila, en una imagen de archivo.
Víctor de Aldama, en el palco del estadio Ruta de Plata durante un partido entre el Zamora CF y el Real Ávila, en una imagen de archivo.Emilio Fraile

El magistrado Ismael Moreno, instructor del caso Koldo en la Audiencia Nacional, afirma que el empresario Víctor de Aldama, presidente del Zamora Club de Fútbol y uno de los principales imputados en esta investigación judicial, “tenía un ‘pase especial’ en el Ministerio de Transportes”, según un auto avanzado por Abc y al que ha tenido acceso EL PAÍS. En ese ministerio trabajaba Koldo García, el asesor del entonces ministro socialista José Luis Ábalos. García es señalado como la persona que “facilitó” el camino a los cabecillas de la trama para que consiguieran contratos de suministro de mascarillas de esta Administración y de otros organismos públicos al inicio de la pandemia de covid en 2020. A cambio de esa labor, el excolaborador del PSOE cobró presuntamente comisiones ilegales.

Preguntado en una entrevista en RNE por esos “pases especiales” para acceder al Ministerio de Transportes, Ábalos ha asegurado que “ignora” que exista esa figura. “Si existiera, no me consta”, ha señalado.

El juez Moreno, la Fiscalía Anticorrupción y la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sitúan a De Aldama en la cúspide de la presunta red corrupta, junto al también empresario Juan Carlos Cueto —este último ha acudido este miércoles a declarar a la Audiencia Nacional, donde ha negado que pagase comisiones ilegales a cambio de las adjudicaciones—. La tesis de las pesquisas es que el presidente del Zamora “influyó” para que Transportes, donde ya “gozaba de cierta prevalencia” al haberse movido antes por allí para intentar hacer negocios, le concediese contratos públicos a la compañía Soluciones de Gestión y Apoyo a las Empresas S. L., que usaban como tapadera y detrás de la cual se encontraban presuntamente él y Cueto.

Todo comienza cuando estalla la crisis sanitaria del coronavirus y se decreta el confinamiento. Los investigadores mantienen que, mientras millones de españoles se encerraron aterrorizados en sus casas ante un virus que acabó con la vida de decenas de miles de ciudadanos, los imputados decidieron enriquecerse de manera ilegal y urdieron un plan para introducirse en el seno de la Administración mediante Koldo García, gracias a los contactos que este había tejido como asesor de Ábalos.

Primero, la Fiscalía señala que De Aldama se enteró de que Transportes necesitaba comprar material sanitario; y contactó con Cueto, “dado que [el presidente del Zamora Club de Fútbol] no disponía de los medios humanos y materiales necesarios, así como de la financiación suficiente para acometer el proyecto en solitario”. A continuación, los cabecillas tiraron entonces de Koldo García, con quien De Aldama ya “mantenía una vinculación directa y personal”, según el juez. Ambos habían coincidido en México, con motivo de una visita oficial de Ábalos a la región. Los cerebros de la trama querían, por tanto, que el asesor del ministro les abriera presuntamente las puertas de las adjudicaciones.

Supuestamente, gracias a su mediación, Soluciones de Gestión fue seleccionada para varias concesiones antes de que se hicieran públicas de forma oficial, las necesidades de los organismos públicos dependientes del Ministerio de Transportes. Por ejemplo, en días previos a la adjudicación del primero de los contratos, el 16 de marzo de 2020, esta empresa firmó un acuerdo de prestación de servicios con otras dos vinculadas a la trama, donde se hacía alusión a una adjudicación pública que no se produciría hasta el 21 de marzo. “Koldo, prevaliéndose de la situación derivada de su relación personal con funcionarios públicos y/o autoridades, estaría ejerciendo su influencia”, expone el juez, que remacha: “Las intervenciones telefónicas y la actividad operativa [de la Guardia Civil] ha puesto de manifiesto la posible entrega de dinero de Aldama a Koldo a través de Cueto”.

Además, el auto del magistrado Ismael Moreno subraya que, a las pocas semanas de estallar la crisis del covid, De Aldama envió un correo electrónico a Íñigo Rotaeche, el apoderado de Soluciones de Gestión y “hombre de confianza” de Cueto, según los investigadores. Era el 13 de abril de 2020. Y Cueto y Koldo Garcia figuran en copia de ese e-mail, que “pertenece a una cadena de correos en la que los diferentes interlocutores ultiman un calendario de vuelos con la compañía Iberia”: “En el correo electrónico reseñado, Aldama daba la siguiente instrucción a Rotaeche: ‘Por cierto, dile que tiene que tocar el precio a la baja, que lo hablo con el ministerio”.

Con estas operaciones urdidas durante la pandemia, el magistrado Moreno calcula que Cueto obtuvo un beneficio de 9,6 millones de euros; y De Aldama, de 5,5 millones. Los investigadores han detectado igualmente un notable “incremento patrimonial” en aquella época (superior a 1,5 millones de euros) de Koldo García, que manejaba enormes cantidades efectivo y que adquirió varias casas. Anticorrupción añade que existen indicios de que el asesor de Ábalos, para “ocultar” su enriquecimiento ilícito, “usó a terceras personas” de “su círculo familiar” más próximo (como su hermano Joseba, su mujer y su hija menor de edad, de apenas dos años), a las que utilizó como testaferros para ingresar dinero en sus cuentas y poner inmuebles a su nombre.

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