Muere Amancio Cabrero: “Confieso que he luchado”

Tras una larga y azarosa vida, este miércoles nos dejó Amancio Cabrero Ledesma a los 87 años. Nacido en Madrid en 1936, en plena Guerra Civil, muchos le recordaran tras su rotundo bigote y las gafas oscuras, poniendo rostro al cartel electoral de la Candidatura de los Trabajadores de Madrid que por miles fue distribuido por todas las calles y pueblos de la provincia. Fue el nombre que la ORT tuvo que adoptar para poder presentarse a las elecciones generales de 1977, al no haber sido legalizada por el Gobierno de Adolfo Suárez. Fue creador en 1962, con otros compañeros, de la Acción Sindical de Trabajadores (AST), organización sindical que acordó participar en las nacientes CC OO. Amancio había iniciado su actividad laboral en la Empresa Nacional de Óptica (Eosa) y continuará su tarea en Fagor.

En 1970, bajo la dictadura, Amancio potenciará la Organización Revolucionaria de Trabajadores (ORT). Es su cabeza visible, la clandestinidad impide por seguridad que otros compañeros sean figuras públicas. Ese protagonismo delegado le obliga marchar al exilio, a Bayona. con su mujer y sus dos hijos, perdiéndose en directo los últimos años del franquismo. Su actividad en este periodo de clandestinidad se dirige a construir una estructura de apoyo a la organización y a reforzar las relaciones en el exterior con otros partidos afines.

Tras su regreso a España en 1976 y después de una visita oficial a la República Popular China, invitado por el Partido Comunista, es designado para representar a la ORT ante los organismos unitarios de la oposición al franquismo mediando activamente para la unión de las dos plataformas de oposición: Junta Democrática y Plataforma de Organismos Democráticos, confluyendo en la denominada Platajunta.

Sin haber logrado la legalización como partido político, el cartel con su cara inundó las calles, las vallas, las fachadas en representación de la Candidatura de los Trabajadores. En 1978 se empleó a fondo en una amplia campaña de apoyo al sí a la Constitución en tribunas y actos públicos por toda España. En 1979, surgió la posibilidad de fusionarse con el PTE de Eladio García Castro y Amancio aparecía en todas las negociaciones para formalizar la unión entre ambos partidos que resultó, finalmente, un fracaso. En 1980 se celebrará la Asamblea que ratifique la disolución de la ORT, Amancio da la cara hasta el final. Su esfuerzo de años se ha visto frustrado por la nueva situación política.

Amancio vuelve a Fagor, la cooperativa de electrodomésticos que esta vez le encargará la delegación de Ventas de Madrid. Con los nuevos rumbos de la política es designado gerente de la Agencia de Desarrollo de la Comunidad de Madrid. Años más tarde será designado como subdirector del Imade, puesto que ocupará hasta la victoria de Alberto Ruiz-Gallardón.

Milita en el PSOE desde 1993 hasta el año 2000, cuando lo abandonará defraudado por las políticas desarrolladas por José Luis Rodríguez Zapatero. El 15-M renovará su ilusión y decide incorporarse a Podemos, formación a la que ha pertenecido hasta su fallecimiento.

Amancio, con una trayectoria vital de 87 años, se atreve a manifestar su “confieso que he luchado”. Su vida ha sido una historia entregada a la lucha política. Una lucha sin resultados personales, más allá de la satisfacción de haber sido consecuente en todo el proceso, de haber dado respuesta a todas las exigencias que en cada momento político se presentaban, de haber compartido experiencias y vivencias con miles de mujeres y hombres empeñados en la misma aventura democrática. Amancio ha sido un hombre consecuente, valiente y entregado a la causa democrática.

Francisca Sauquillo es abogada, activista, política. Prologó el libro ‘Amancio Cabrero: vivir, luchar, soñar’, sobre la trayectoria del líder de la ORT.