Marlaska refuerza el control de la ruta canaria y asegura que se trata a los migrantes con “parámetros humanitarios”

El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, y el presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo, se esforzaron este lunes por mostrar sintonía ante el exponencial repunte de las llegadas de inmigrantes a las costas de las islas, 8.561 personas en los primeros 15 días de octubre, una cifra sin precedentes desde la crisis de los cayucos de 2006. El ministro ha participado en la reunión de la Autoridad de Coordinación frente a la Inmigración en el Centro de Coordinación Regional de Canarias. A su término, ha asegurado a los medios que España tiene “músculo suficiente” para atender la situación y ha anunciado el refuerzo de los medios para controlar la ruta migratoria canaria con dos nuevos aviones.

El máximo responsable político de las fronteras ha asegurado también que “nadie ha pernoctado” en el aparcamiento de la comisaría de Arrecife (Lanzarote) y que “todas las personas están siendo atendidas con parámetros humanitarios”. Fue toda la respuesta que ofreció después de que el domingo EL PAÍS revelara que la Policía Nacional tuvo que cobijar a un grupo de migrantes en un garaje de las dependencias policiales tras verse desbordadas por los desembarcos en la isla más occidental del archipiélago.

Grande-Marlaska sí reconoció la complicada situación actual. Canarias ha recibido 571 personas diarias de media en la primera quincena de octubre, según el balance del ministerio que dirige. Son cifras récord desde la crisis de los cayucos de 2006, cuando la ruta canaria marcó su máximo histórico. Desde el 1 de enero hasta el 15 de octubre han arribado 23.537 migrantes al archipiélago, lo que supone un crecimiento interanual del 79,4%. Este dato convierte este año en el segundo con más llegadas, superando los 23.271 de la anterior crisis migratoria, en 2020. El máximo histórico se registró en 2006, cuando arribaron 31.678 personas en todo el año.

El ministro ha subrayado, con todo, que los esfuerzos de contención en los países de origen y de tránsito han posibilitado impedir la salida de otros 12.500 migrantes. “No existen soluciones mágicas ni atajos, sino un trabajo constante y sostenido en el tiempo que España lleva realizando desde hace cinco años y que ha evitado, solo en 2023, la llegada a Canarias de más de 12.000 migrantes”. Y ha completado: “Hemos evitado poner en riesgo las vidas del 40% de estas personas”. Pese a ello, Interior ha considerado necesario reforzar los controles migratorios con dos nuevos aviones. Un CN-235 se desplegará en Dakar (Senegal) para patrullar durante los próximos 45 días las costas de Senegal y Mauritania, y un Beechcraft Super King Air 350i se unirá a las tareas de patrulla desde Canarias.

En lo que va de lunes, al menos cinco embarcaciones con otras 352 personas, 45 de ellas menores de edad, han sido auxiliadas y acompañadas a puertos de Lanzarote, Fuerteventura, Tenerife y El Hierro por Salvamento Marítimo, según ha informado a Efe una portavoz de la sociedad estatal. Este trasiego se suma al del domingo, día en el que arribaron a las islas más de 670 personas inmigrantes, en lo que supuso otra jornada sin descanso para los equipos de emergencia.

Aprietos

Estas llegadas han puesto en algunos aprietos a los recursos en islas menores como El Hierro o Lanzarote. En esta última isla, la Policía Nacional se vio obligada el domingo a custodiar a los migrantes en el aparcamiento de la comisaría de Arrecife, la capital de Lanzarote, para lo cual fue necesario vaciar el lugar de coches y extender esterillas de yoga. El ritmo de llegadas también saturó el viernes el Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) en Arrecife. Estas instalaciones, con capacidad para 200 personas, son el lugar donde la Policía Nacional traslada a los recién llegados para identificarlos. Esta situación obligó al Consorcio de Seguridad y Emergencias de Lanzarote a instalar carpas en el propio muelle de Puerto Naos que funcionasen como un CATE provisional. En la noche del 6 de octubre, unas 200 personas, recién desembarcadas de dos cayucos localizados en las cercanías de la costa de Tenerife, tuvieron que dormir al raso en el Puerto de Los Cristianos (Tenerife) por no haberse podido tramitar a tiempo las identificaciones.

El ministro se ha esforzado por subrayar que Interior está dedicando “todos los medios” a hacer frente a una oleada migratoria que atribuye a la “desestabilización” en el Sahel. “Tenemos un músculo lo suficientemente importante”, ha asegurado, y ha detallado que en los últimos cinco años se han incrementado en un 11,8% los efectivos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil hasta 7.930 agentes. En El Hierro se ha incrementado desde principios de septiembre en un 18% la dotación de la Guardia Civil.

El ministro se vio escoltado en todo momento por el presidente canario, Fernando Clavijo, quien ha incidido en sus declaraciones en la situación de los 3.800 menores que ha acogido el Gobierno autonómico. Ha calificado de “insuficiente” el reparto de unos 360 menores a otras regiones y ha explicado que ha planteado al ministro la conveniencia de analizar “en profundidad” la reforma de la Ley del Menor, ya que no fue concebida para afrontar la llegada masiva de personas de esta edad desde fuera de España. El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en funciones, José Luis Escrivá, ha asegurado este lunes en Aranjuez (Madrid) que también cree que este acuerdo es insuficiente y ha afeado este lunes a las comunidades autónomas su falta de solidaridad en la acogida de estos menores, informa Efe.

Clavijo, por último, ha reclamado que la gestión del fenómeno ha de ser europea. “No podemos estar con distintas políticas dependiendo por dónde se entre en Europa”, y ha advertido que el fenómeno migratorio “va a continuar en el tiempo” porque “es algo inherente a la humanidad”.

Ambos mandatarios, eso sí, se esforzaron por mostrar cordialidad ante los medios. Grande-Marlaska, incluso, ha señalado la buena relación” que mantienen los dos desde la anterior etapa en la presidencia del líder nacionalista (2015-2019). En las últimas semanas, sin embargo, el repunte de llegadas ha elevado la tensión entre el Gobierno central y el canario. La semana pasada, Clavijo cargó contra la “desidia y el abandono” del Gobierno central para afrontar el repunte migratorio en las islas, y ha exigido más “lealtad institucional”. En su alocución, ha indicado que la migración no se puede atender desde la “demagogia”, sino dando una respuesta “digna” a un fenómeno que somete a Canarias. Poco antes, el ministro había asegurado que las islas tienen capacidad para atender a los migrantes, algo que Clavijo tachó de “estupideces”.