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Interior instala a los migrantes recién llegados a Canarias en los aparcamientos de las comisarías

Los constantes desembarcos en Lanzarote y Tenerife han desbordado, una vez más, las instalaciones policiales

María Martín
Aparcamiento de la comisaría de Arrecife donde aguardan los migrantes a ser identificados por la policía, en una imagen de este domingo.
Aparcamiento de la comisaría de Arrecife donde aguardan los migrantes a ser identificados por la policía, en una imagen de este domingo.

La Policía Nacional está custodiando a los migrantes que han desembarcado en Lanzarote en el aparcamiento de la comisaría de Arrecife. Los agentes han sacado sus vehículos y los coches patrulla del garaje y han extendido un puñado de esterillas de yoga para acomodarlos. En la mañana de este domingo había cerca de un centenar de personas tiradas en el suelo, denuncian fuentes policiales. Según puede verse en las imágenes a las que ha tenido acceso EL PAÍS, los migrantes permanecen tumbados, algunos sobre el asfalto, pegados los unos a los otros. No es la primera vez que el Ministerio del Interior improvisa soluciones en Lanzarote para custodiar a los migrantes que llegan en patera. Hace unos días fueron unas carpas desmontables en el puerto y hace un par de años una nave sucia donde se llegó a hacinar a cientos de personas.

Las carencias en las instalaciones policiales para los inmigrantes es tan recurrente que, ya en 2008, el Defensor del Pueblo escribía en su informe anual sobre la comisaría de Maspalomas, en Gran Canaria: “Se concluyó que las dependencias —en realidad el aparcamiento del edificio sobre el que se disponen colchonetas— en las que se alberga a los extranjeros llegados en cayucos hasta su ingreso en un centro de internamiento de extranjeros, resultan inadecuadas para la primera acogida de estas personas por no disponer de los mínimos servicios indispensables para este fin”.

La ruta canaria, muy activa desde junio por las salidas desde Senegal, registra ahora una nueva variable con la llegada de cientos de personas que parten de las costas del sur de Marruecos y del Sáhara Occidental. Las derivaciones a otras islas se están realizando con cierta rapidez, pero de lunes a sábado, la isla ha recibido casi mil migrantes que viajaban en pateras o barcas neumáticas y, una vez más, las instalaciones se han visto desbordadas.

La orden, esta vez, ha sido habilitar el aparcamiento de la comisaría. La situación la ha denunciado el Sindicato Unificado de Policía en su cuenta de X (antes Twitter). El sindicato denuncia “falta de previsión”, falta de agentes y “caos”. Fuentes de la organización reivindican que es importante que se vea “lo que intentan esconder”. “Necesitamos personal, medios y lugares habilitados para los migrantes. Todo es provisional y la organización es nefasta”, critica.

Tras casi dos años custodiando a los recién llegados en una nave que no reunía las mínimas condiciones higiénicas, el Ministerio del Interior inauguró en febrero de 2022 un Centro de Atención Temporal para Extranjeros (CATE) en un anexo de la comisaría de Arrecife. Aquí se traslada a los recién llegados para su identificación y los interrogatorios policiales y pueden estar bajo custodia un máximo de 72 horas. Ese nuevo espacio, con carpas y módulos, tiene una capacidad aproximada de 250 personas, aunque ha llegado a haber 350. Tras cientos de llegadas en pocas horas, el CATE estaba desbordado este viernes y se improvisó el montaje de unas carpas en el muelle de Puerto Naos.

Preguntado, el Ministerio del Interior ha afirmado que se ha “habilitado” el garaje para acomodar a los últimos migrantes que han llegado y que se están haciendo los trámites de identificación de forma exprés para poder derivarlos a recursos de acogida. Mientras, las carpas del puerto, a la vista de los fotoperiodistas, permanecen vacías. “La carpa era una solución de contingencia, con los trabajos realizados en el interior de la Comisaría se han generado mejores condiciones y mayor capacidad”, explican fuentes del ministerio del Interior. En el garaje, aseguran las mismas fuentes, los migrantes cuentan con “comida, mantas, agua y regletas para cargar móviles”.

La situación de colapso no es única de Lanzarote. En Tenerife, el pasado sábado, unas 200 personas tuvieron que dormir en el muelle del puerto de Los Cristianos. Durante esta última semana, la capacidad del CATE de Las Américas, en el sur de la isla, se ha vuelto a ver desbordada. En este espacio hay cinco módulos con baño, una enfermería y varios espacios comunes donde la policía hace las labores de identificación. Este sábado, había allí unas 370 migrantes en esas instalaciones, pero casi 200 permanecían en el garaje de la comisaria en camas plegables, según una persona que frecuenta ese recinto. “Esta semana ha habido por lo menos una noche en la que unas 70 personas recién llegadas tuvieron que dormir en el suelo o en sillas de las zonas comunes”, describe. Imágenes a las que ha tenido acceso EL PAÍS confirman esta escena de hacinamiento. La limpieza es otra de las carencias que denuncia esta fuente: “Hay una única persona dedicada a la limpieza de estos espacios. Es imposible que se mantengan unos mínimos estándares de higiene”.


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Sobre la firma

María Martín
Periodista especializada en la cobertura del fenómeno migratorio en España. Empezó su carrera en EL PAÍS como reportera de información local, pasó por El Mundo y se marchó a Brasil. Allí trabajó en la Folha de S. Paulo, fue parte del equipo fundador de la edición en portugués de EL PAÍS y fue corresponsal desde Río de Janeiro.

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