Feijóo reconoce contactos del PP con Junts: “Hemos escuchado sus planteamientos”

El PP ha mantenido contactos discretos con Junts per Catalunya sobre la investidura de Alberto Núñez Feijóo, según ha revelado por primera vez este martes el propio líder del PP. “Ha habido contactos, lo hemos dicho, nunca lo hemos negado”, ha asegurado Feijóo en una entrevista en Telecinco, pese a que el PP no había aclarado hasta ahora que esas conversaciones se hubieran producido. De hecho, Feijóo anunció la semana pasada que renunciaba a reunirse con el partido de Carles Puigdemont después de escuchar las reivindicaciones que el expresident catalán fugado de la justicia ponía encima de la mesa. Sin embargo, hoy el líder del PP ha reconocido que su partido ya había hablado con Junts, pero no lo hizo público. “Hemos escuchado sus planteamientos. Tenemos un encargo de su majestad el Rey. Si hay partidos que quieren hablar con nosotros, hemos hablado, lo que pasa es que hemos dicho que no”, ha incidido Feijóo, revelando también que fueron “varios” los interlocutores del PP.

Feijóo ha rebajado el nivel de los contactos al ámbito municipal en Cataluña, apuntando a “concejales” de su partido que han hablado con Junts, pero fuentes de la dirección popular señalan que estos se han producido también a un nivel más alto, por parte de integrantes de la cúpula del PP. Las primeras conversaciones se hicieron para la negociación de la Mesa del Congreso, según estas mismas fuentes. El PP quería intentar que Cuca Gamarra se convirtiera en presidenta del Congreso, pero Junts planteó entre sus condiciones el compromiso con la amnistía y al final votó a la candidata del PSOE, Francina Armengol.

Aunque el digital Okdiario situó al vicesecretario Esteban González Pons al frente de esos contactos, Génova desmiente esa información de forma “categórica” y asegura que “a través de personas interpuestas”, Junts “hizo llegar al PP de manera indirecta sus condiciones para un acuerdo en la Mesa del Congreso”. “Nos llegó un recado días antes de que se votara la Mesa. Pero con esas condiciones, entre las que estaba la amnistía, dijimos que no, y la prueba es que no ganamos la Mesa”, afirman fuentes del equipo directo de Feijóo, que insisten en circunscribir los contactos al nivel “municipal” en Cataluña y también de “ámbitos de fuera de la política”, es decir, por la vía de empresarios o medios de comunicación.

El líder del PP ha admitido hoy los contactos después de haber renunciado a negociar oficialmente con Junts por la presión de los sectores más duros de la derecha y del PP catalán, cuyo líder, Alejandro Fernández, se posicionó en contra. Feijóo aguantó la presión hasta que Puigdemont compareció desde Bruselas el pasado martes exigiendo como “condición previa” al apoyo de Junts a la investidura de cualquiera de los dos posibles candidatos el compromiso y la ejecución de la amnistía. Ese mismo día, el líder del PP, que se había reunido a primera hora con Santiago Abascal, líder de Vox, para que este le confirmara sus votos para la investidura, anunció que desistía de la negociación con Junts. “Después de conocer la postura del señor Puigdemont, si nos va a proponer la amnistía como requisito, nos podemos ahorrar la reunión tanto Junts como el PP”, dijo Feijóo, aunque el partido independentista ya había puesto la amnistía encima de la mesa desde el principio. El PP, además, ya había hablado entonces con Junts, aunque no en una reunión formal y pública.

El reconocimiento de los contactos con Junts por parte de Feijóo contrasta con la posición de los sectores más españolistas de la derecha en contra del planteamiento que están haciendo los independentistas para participar en la gobernabilidad de España. Este martes ha sido José María Aznar quien ha dado voz a esos sectores. Y cada vez que el expresidente del Gobierno habla, se mueven los cimientos del PP.

Aznar ejerce de representante de los halcones de la derecha y trata de marcar el paso a los sucesivos líderes del partido con sus posiciones políticas, siempre sin medias tintas, de la mayor contundencia. Hoy lo ha vuelto a hacer. En la inauguración de unas jornadas de la fundación que dirige, el Campus FAES, Aznar ha pronunciado un discurso de tono catastrófico advirtiendo de que España se encamina a “un proceso de autodestrucción constitucional”, “inducido por el PSOE” con los independentistas. Aznar no ha escatimado en dramatismo. “Son tiempos dramáticos porque existe un riesgo cierto existencial para la continuidad de España como nación, como comunidad política de ciudadanos libres e iguales y como Estado bajo el imperio de la ley aplicada por jueces y tribunales independientes”, ha alertado.

“Hay quienes no paran de frivolizar, diciendo que este es un ejercicio sin coste. Nada más perverso que esta falsa normalidad con la que se quiere hacer pasar un proceso de autodestrucción constitucional”, ha advertido Aznar, que acusa al PSOE de promover la destrucción de la Constitución y de España como nación. “Debemos tener la idea clara de que el peligro no viene de fuera; está inducido por una fuerza política, el Partido Socialista, que se ha convertido en el desencadenante de un síndrome en el que los que tienen que defender la Constitución desde el Gobierno se convierten en sus principales atacantes”, ha afirmado el expresidente, muy crítico con la posibilidad de aprobar una amnistía para el independentismo catalán. “No hay ningún Estado cuyos dirigentes no hayan perdido la cabeza, que acepte ni siquiera como hipótesis una amnistía que, además de otorgar impunidad, convierte en legítima una gravísima intentona sediciosa contra la integridad constitucional, y es una invitación a volverlo a hacer”.

Aznar llama a una movilización cívica contra la amnistía

Ante ese dramático panorama que dibuja, el expresidente del PP llama a una movilización cívica como la que se levantó contra el terrorismo de ETA. “Hay que decir de nuevo ¡Basta ya! España no puede volver y no va a volver a un sistema basado en la exclusión, en el sectarismo, ni en la destrucción programada de la nación”, ha exhortado. “Es preciso activar todas esas energías que en el marco de una contienda democrática y de afirmación del Estado de derecho tiene que plantar cara con toda la determinación, a un plan que quiere acabar con la Constitución porque la Constitución es vista como un obstáculo para materializar su ambición de poder por esa izquierda irresponsable e insolidaria que reniega de la ciudadanía democrática, libre e igual”, ha instado Aznar, que habla de movilizarse en el marco de “una contienda democrática”.

Las palabras de Aznar, que solo ha escuchado en directo la vicesecretaria Carmen Navarro por parte de la dirección del PP, marcan el paso a Feijóo, presionado para lanzar una oposición durísima contra la amnistía. El líder popular anunció ayer una ofensiva política con mociones en todos los ayuntamientos, diputaciones y parlamentos autonómicos, y este martes ha avanzado que el PP utilizará su mayoría absoluta en el Senado para constituir la comisión general de las comunidades autónomas y llamar a los presidentes autonómicos a comparecer, aunque estos no están obligados a hacerlo.

El líder del PP, sin embargo, es un político periférico de origen gallego que la semana pasada llegó a decir que hay que buscar “un nuevo encaje territorial para Cataluña”, aunque se corrigió después a sí mismo tras el revuelo interno que causaron estas declaraciones. Feijóo intenta moverse, pero la derecha le recuerda que las coordenadas para un líder del PP ya están definidas.