El PP catalán arranca el curso sin la presencia de Alejandro Fernández y alineado con Feijóo

El Partido Popular ha arrancado este sábado el curso político con un acto municipalista en Esplugues de Llobregat con la ausencia de Alejandro Fernández, presidente de la formación en Cataluña, de vacaciones en Asturias, la comunidad de donde es originaria su familia. Fernández ha aireado recientemente su absoluto rechazo a la decisión de Alberto Nuñez Feijóo de incluir a Junts en la ronda de contactos previa al debate de investidura. El partido asegura oficialmente que Fernández tenía comprometida esta semana desde hacía tiempo y que no era viable cambiar el acto de fechas. Los dirigentes han ladeado la posición de Fernández sobre Junts y se han alineado absolutamente con Feijóo.

Con el objetivo de no dar más pábulo a las críticas, no ha acudido ningún dirigente nacional, a diferencia de lo sucedido en el arranque del curso del PP en Madrid con Isabel Díaz Ayuso donde sí que estuvo el presidente del partido. Ante un centenar de concejales, la eurodiputada Dolors Montserrat, Manu Reyes, alcalde de Castelldefels y presidente del PP de la provincia de Barcelona y Santi Rodríguez, secretario general del PP —el único que ha aludido a Fernández y le ha disculpado por estar de viaje— han cerrado filas con Feijóo y no han citado en ningún momento la polémica suscitada a propósito de Junts.

“¡Vamos a estar con nuestro presidente!”, ha dicho Reyes, que ha acusado a Pedro Sánchez de estar dispuesto a vender y trocear el país para “seguir en la poltrona”. Montserrat ha avisado que el socialista está a dos pasos de ceder el referéndum y ha apelado a que el partido debe ser una pinya como en los castells. Rodríguez ha acusado a PSC y comunes de abonarse a la política de la confrontación al ceder sus diputados para que ERC y Junts tengan grupo propio. “Han rechazado el pacto de la convivencia y han elegido el de la confrontación”, ha dicho Rodríguez que ha subrayado los buenos resultados del partido en toda Cataluña.

El acto, organizado por el partido popular de Barcelona, ha reunido a un centenar de concejales y ha sido, de hecho, una sesión de autoestima, complicidad y de reconocimiento ante los resultados del partido que ha cerrado una década horribilis logrando cuatro alcaldías el 28-M y empatando con los comunes como tercera fuerza. Dani Sirera, líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, y Nacho Martín Blanco, diputado provincial, que han renovado las caras visibles del partido, han estado en el acto.

Tras años en el pozo, miembros de la dirección explican que no comprenden las críticas de Fernández justo cuando ahora empiezan a remontar. El líder del PP catalán, designado en 2018, ha sido el único dirigente regional del PP que ha mostrado su disconformidad por incluir a Junts en los contactos. “Junts sí es mi rival”, dijo. No solo una vez: lo ha repetido en varias ocasiones en la red y “sin miedo”. Su postura ha generado un profundo malestar tanto en Génova como en sectores del PP catalán que no alcanzan a entender la dimensión del órdago a no ser porque piense que tiene pocas posibilidades de ser elegido.

Frente a ese panorama, la dirección del PP de Barcelona ha querido celebrar el acto para poner en valor sus resultados con dos mesas redondas: una con concejales donde ya gobiernan —Badalona, Castelldefels, Pontons y Monistrol de Montserrat— moderada por Xavier García Albiol, y otra con ediles de la oposición moderada en este caso por Dani Sirera, que fue clave para otorgar la alcaldía al socialista Jaume Collboni. “Los resultados en Barcelona han sido espectaculares”, ha afirmado Josep Tutusaus, alcalde de Pontons y secretario general del PP en Barcelona, que ha recordando que el partido ha pasado en la provincia de 38 a 142 ediles y de dos a cinco diputados.

“Hemos ganado dos elecciones, tenemos mayoría en el Senado y somos el primer partido de España y de Europa. Tenemos que tener la idea de que vamos a gobernar nuestro país”, ha afirmado exponiendo la dificultad que tendrá Pedro Sánchez para ser eventualmente investido. “Tiene que pactar con 24 partidos. ¡A veces si no nos ponemos de acuerdo nosotros mismos dentro de un partido imaginado pactar con 24!”, ha afirmado ante la carcajada general. “No guardéis las cartas. Queremos tener el partido engrasado. No sabemos cuando habrá elecciones”.

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