Navarra, 15 años a la cabeza de España en calidad de vida según el INE

El Instituto Nacional de Estadística (INE) sitúa a Navarra en la cima de la calidad de vida en España desde hace 15 años. El Indicador Multidimensional de Calidad de Vida (IMCV) analiza nueve variables en todas las comunidades autónomas, desde la calidad ambiental pasando por las condiciones materiales de vida, la seguridad o el ocio, y el territorio navarro ha conseguido la mejor media de forma consecutiva desde que se estrenó este estudio con datos de 2008. Las zonas verdes o la calidad de la educación y la sanidad son algunos de sus puntos fuertes. En el último informe, referente a 2021, La Rioja y Aragón siguen a la Comunidad foral en los primeros puestos; en el otro extremo se sitúa Andalucía.

Navarra es la mejor posicionada en general, pero eso no significa que sea líder en todas las categorías. Es la primera en entorno y medio ambiente, donde se evalúan las zonas verdes, el ruido o la contaminación, y la segunda en condiciones materiales de vida, trabajo, salud y educación. En la dimensión de ocio y relaciones sociales cae a la sexta posición, y en experiencia general, un apartado que recoge la percepción de sus habitantes, es la quinta mejor, aunque son llamativos los bajos resultados en “sentimientos positivos”. En seguridad, destaca la falta de correlación entre la percepción ciudadana y los bajos datos de criminalidad. La variable gobernanza y derechos básicos no se ha actualizado en los últimos 15 años.

Navarra destaca por ser la segunda comunidad con menor concentración de partículas contaminantes y por disfrutar de una enorme diversidad de parajes naturales, desde los Pirineos al norte, al desierto de las Bardenas Reales, al sur. La Comunidad foral tiene la menor tasa de población en riesgo de pobreza (8,3%) y la segunda mayor renta mediana. Es también la Administración que mayor porcentaje de ciudadanía cubre con las rentas mínimas, pues alcanza a 3 de cada 4 personas que la necesitan. Entre los indicadores en los que Navarra tiene mucho que mejorar está la reducción del porcentaje de familias que viven en hogares con deficiencias, donde ocupa la novena posición.

Tanto Txerra García de Eulate, director general del Observatorio de la Realidad Social del Gobierno de Navarra, como Manuel Rodríguez, decano del Colegio de Sociólogos de Navarra, destacan la solidaridad ciudadana que reina en la comunidad. Para Rodríguez esta característica se encarna en el concepto “auzolan”. Se trata de un tipo de “apoyo sociocomunitario, muy vinculado históricamente a lo rural”, explica el sociólogo, pero que “pese al potentísimo proceso de industrialización, sigue formando parte de la cultura navarra”.

Navarra lidera junto a Euskadi el ránking en los indicadores de menor porcentaje de salarios bajos y desempleo. No obstante, la percepción de la ciudadanía es otra. Según los datos de 2018 –no se han actualizado en esta última edición-, la ciudadanía navarra es la cuarta más descontenta con sus condiciones laborales.

La comunidad registra la segunda mayor esperanza de vida de España (84,3 años), por detrás de Madrid. Tiene la segunda mejor tasa de abandono escolar (5,7%), únicamente superada por Euskadi por solo una décima, y los mayores porcentajes de jóvenes con formación superior, que García de Eulate atribuye al hecho de contar con dos universidades para una población de alrededor de 660.000 habitantes.

El decano de los sociólogos navarros aprecia un problema en el horizonte: el peso de la juventud es cada vez menor por el envejecimiento de la población. Rodríguez destaca que la comunidad afronta el reto de garantizar el relevo generacional. “El tejido productivo de la comunidad puede ser muy relevante como foco de atracción”, completa García de Eulate. “En concreto, la atracción de personas migrantes, que nos exige seguir trabajando en la cohesión y en su integración”.

Más del 16% de la población navarra es de origen migrante. Ello no ha derivado en fricciones, asevera Rodríguez: “No se ha percibido un conflicto étnico de peso en Navarra, tan solo roces puntuales”. Un apunte con el que el decano de los sociólogos navarros pretende desterrar los discursos que apuntan a la inmigración como culpable del aumento de la criminalidad. Esta dimensión, la de la seguridad personal, es una de las más complicadas de analizar, porque existe un “ligero desacople entre las tasas de criminalidad y la percepción de seguridad”.

Sensación de inseguridad y pocos “pensamientos positivos”

La ciudadanía considera que es una región más insegura de lo que demuestran las denuncias registradas. García de Eulate cree que es “porque hay pequeños hechos que distorsionan esa concepción” y que son más llamativos en Navarra, mientras que en otras comunidades “en las que hay muchísimos más, pasan más desapercibidos”. El sociólogo añade otro factor: “Aquí, no digo que sea una realidad, las fuerzas de seguridad han sido concebidas en algunos momentos casi como enemigos y ese imaginario colectivo, en cierta medida, sigue ahí”. Puede decirse que “forma parte del corpus cultural de una comunidad” y que puede llevar a percibir a los cuerpos policiales “más como elementos represivos que de seguridad”, señala.

En cuanto a la dimensión del ocio y las relaciones sociales, el Indicador Multidimensional de Calidad de Vida del INE concluye que la ciudadanía navarra es muy activa en el deporte y los eventos culturales. En general, los navarros están satisfechos con su vida, aunque esto no quiere decir que destaquen por tener pensamientos positivos. Todo lo contrario. Es un dato llamativo que genera bromas entre los expertos consultados. “Casi iba a decir que es por el clima”, ríe Rodríguez. “Las comunidades del norte tienden a ser más austeras en la forma de vida y más serias”. Añade un factor interesante: “Navarra es una comunidad que lee más periódicos que ninguna. En ellos, a veces hay un mensaje tan negativo en términos generales y tan alejado de la realidad, que eso impacta. Hay algunas personas que en las encuestas responden que todo está muy mal, aunque a ellos, reconocen, no les va tan mal, pero ese discurso acaba calando”.

Rodríguez cree que, en líneas generales, la ciudadanía navarra sí percibe la buena calidad de vida de la que disfruta, lo que no excluye que haya aspectos que mejorar. Cuestiones como el estado de la atención primaria, apunta este experto, “puede generar ciertos rebotes sociales en momento determinados”. Para García de Eulate, el indicador del INE es un modo de “ver dónde se puede mejorar y de qué forma”.