El PSOE ve “inamovible” a Podemos ante la reforma de la ‘ley del solo sí es sí’

Los contactos entre el PSOE y Unidas Podemos (UP) siguen, a distintos niveles y en secreto, para encontrar una salida a la reforma de la ley de libertad sexual o del solo sí es sí, pero sin mucho éxito. El presidente y líder socialista, Pedro Sánchez, ha corroborado que las posiciones de su socio de coalición “están inamovibles”, según confesó este lunes a la ejecutiva de su partido, por lo que ha dado la instrucción de apretarles al máximo, sin provocar una ruptura. “Vamos a meterles más presión, exponerles a sus contradicciones, pero sin romper”, indicó dentro de la reunión, según fuentes de la cúpula socialista. En el PSOE temen que tras el enquistamiento de Irene Montero e Ione Belarra frente a cambiar la ley esté la postura que, según concluyen, es la del exlíder de UP, Pablo Iglesias, para forzar un adelanto electoral de las generales para el 28 de mayo, que ni Sánchez ni Yolanda Díaz respaldan. PSOE y UP aguardan ahora que sus aliados en el Congreso les ayuden en el trámite de enmiendas a encontrar una alternativa a la norma que por ahora se atisba muy complicada.

La situación de gran malestar y desconfianza entre los dos socios de la coalición ha llegado a tal punto de gravedad que en la reunión de la ejecutiva del PSOE celebrada este lunes hasta se especuló un buen rato sobre la hipótesis de que Unidas Podemos realice algún tipo de maniobra este martes en la Mesa del Congreso para no respaldar la aceptación parlamentaria de su proposición para reformar la ley del solo sí es sí, registrada por la vía de urgencia. Unidas Podemos no ha dado ninguna pista pública de que pudiera intentar ese tipo de jugada. El propio portavoz parlamentario, Pablo Echenique, ya avanzó la semana pasada que UP permite la calificación de casi todas las iniciativas formalmente bien planteadas, incluso las de Vox, en ese primer filtro que solo depura a las que no cumplen con los requisitos mínimos del reglamento de la Cámara. UP, además, solo tiene tres componentes en la Mesa del Congreso que se reunirá este martes para facilitar ese paso, frente a los seis que suman PSOE, PP y Vox.

La proposición socialista, la única registrada, iniciará por tanto este martes su camino parlamentario, aunque es difícil pronosticar cuando se discutirá realmente y con qué apoyos contará al final. El único respaldo ya contado es el del PP, que ayer ratificó que la votará a favor con el argumento de que copia otra iniciativa tramitada por los populares en diciembre, por lo que aprovechó para cuestionar la lentitud y actitud del PSOE y su presidente para resolver esta crisis.

Unidas Podemos (UP), por su parte, no avanza cuál será su posición cuando el debate de la reforma legal llegue realmente al Congreso, probablemente el 7 de marzo, en la víspera del 8-M, el Día Internacional de la Mujer. En UP lo que sí se hace a diario es confirmar con duras expresiones que no están de acuerdo con la intención del PSOE de cambiar esa norma que ha provocado como efectos indeseados más de 500 rebajas de condenas a delincuentes sexuales y decenas de excarcelaciones. UP reprocha al PSOE que se haya dejado influir por la derecha política, mediática y judicial y le achaca ahora que no les llame para negociar una solución a este embrollo. El PSOE lo niega y asegura que los contactos y llamadas nunca se han roto a todos los niveles, políticos y técnicos.

El Ministerio de Igualdad que encabeza Irene Montero aprovechó este lunes para difundir que la ministra y sus colaboradoras “nunca se han levantado de la mesa”, que su disposición a negociar y llegar a un acuerdo cuanto antes “siempre ha sido plena” y “absoluta”, que este fin de semana habían vuelto a pedir una cita con el PSOE y que la posibilidad de consenso era viable “siempre que se mantenga el consentimiento” como núcleo de la ley. Es decir, la tesis en la que llevan asentadas ya varias semanas.

Los máximos dirigentes del PSOE y del Gobierno escucharon este lunes al presidente, en maitines y también en la ejecutiva del partido, la conclusión de que UP está “inamovible”. Actitud que luego la vicesecretaria general socialista y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, retrató como un “círculo” sin salida que el PSOE ya no está dispuesto a dejar que se “eternice”. La ministra portavoz, Isabel Rodríguez, corroboró que para el Gobierno “hay urgencia” e hizo un llamamiento a todos los aliados parlamentarios para que avalen esas prisas ahora en la tramitación de la reforma. No será fácil. Por ahora, los socios habituales en el Congreso se están “haciendo la estatua”, en expresión de uno de sus portavoces, a la espera de que los partidos de la coalición les den una solución consensuada, que no se vislumbra.

Todo tipo de sospechas

En el PSOE cunden todo tipo de sospechas sobre las razones ocultas de Montero y Belarra para cerrarse a encontrar una alternativa, sin tocar nunca la figura del consentimiento de la mujer, que ya está y estaba en las leyes vigentes. El asunto ha sido discutido ya en varias ejecutivas socialistas delante del presidente Sánchez, como confirman fuentes de este órgano. Varios ministros y responsables del PSOE presumen que detrás de la negativa desde hace meses de Montero a tocar la ley está el interés de Pablo Iglesias por provocar un adelanto electoral y que las generales se convoquen el 28 de mayo, junto con las elecciones autonómicas y locales, en contra del criterio de Sánchez y Díaz.