Los marineros que socorrieron al ‘Villa de Pitanxo’ señalan al patrón por cambiar de versión

La defensa de Juan Padín, el patrón del buque gallego Villa de Pitanxo hundido el 15 de febrero de 2022 a 450 kilómetros de las costas de Terranova (Canadá), se complica. Una docena de marineros del pesquero Playa de Menduiña Dos, que rescató a los tres únicos supervivientes del naufragio y recuperó los cadáveres de varios fallecidos, han declarado este miércoles como testigos en la Audiencia Nacional y han señalado al patrón por cambiar de versión para eludir responsabilidades, según fuentes jurídicas. El juez Ismael Moreno mantiene imputado a Padín, al que retiró el pasaporte, por 21 delitos de homicidio por imprudencia grave y contra los derechos de los trabajadores.

Manuel Lampón, abogado de la mayoría de familias de las víctimas (hubo 9 muertos y 12 desaparecidos), ha explicado que los marineros del Playa de Menduiña Dos han relatado cómo, tras rescatar a Padín, este dio a bordo una versión distinta a la que ofreció después al llegar a tierra. “Los tripulantes se han ratificado en las declaraciones que realizaron ante la Guardia Civil”, ha apuntado el letrado. Según han expuesto, el capitán aseguró primero que el barco “embarró, escoró y, lógicamente, en esa maniobra empezó a entrar mucha agua que provocó la parada del motor, sin que nunca se llagaran a arriar los cables”.

Sin embargo, este habría cambiado de versión tras contactar con la armadora, según estos testigos. Padín y su sobrino, Eduardo Rial (el segundo superviviente), afirmaron oficialmente que, después de sufrir una parada “repentina” en el motor principal en plena recogida del aparejo, el pesquero se hundió “de forma muy rápida” por los golpes de mar que lo escoraron. Según aseguró la armadora a través de una nota, donde recogía la versión de Padín, la maquinaria del buque dejó de funcionar y este quedó “sin propulsión ni gobierno”, expuesto a olas de hasta 10 metros y a vientos de 56 kilómetros por hora. Además, el patrón dijo que había a bordo trajes de supervivencia para todos los miembros de la tripulación y que dio orden de que se los pusieran cuando el barco comenzó a hundirse.

Pero el tercer superviviente, el marinero Samuel Kwesi, ofrece una versión distinta, similar a la que los tripulantes del Playa de Menduiña Dos afirman que oyeron a Padín. Tras corroborar en un primer momento la tesis de su jefe, Kwesi cambió su relato ante la Guardia Civil y aseguró que le habían presionado para que les respaldara. Este contó al instituto armado que fueron las maquinillas que recogen los aparejos las que dejaron de funcionar y luego se paró el motor; que Padín no atendió a las advertencias que le habían hecho los marineros para que soltase la red, lo que podría haber permitido corregir la escora; y que el capitán tampoco dio la orden de abandonar el barco ni de colocarse los trajes de supervivencia.

Según fuentes jurídicas, este miércoles, varios marineros del pesquero Playa de Menduiña Dos han dicho que también habían escuchado cómo el patrón y su sobrino advertían a Kwesi de que “cuidado con lo que decía”. “Hubo una reunión donde se dieron indicaciones de lo que tenían que decir al llegar a tierra”, ha expuesto el abogado Manuel Lampón. Los testigos también han asegurado que nadie llevaba traje de supervivencia, excepto el capitán, su sobrino y el cocinero, que falleció en el naufragio.