El ‘Villa de Pitanxo’ naufragó tras una parada “repentina” del motor en mitad del temporal
El pesquero se quedó “sin propulsión ni gobierno” y se hundió rápidamente, según la versión del patrón, Juan Padín
Una parada “repentina” del motor principal del Villa de Pitanxo, mientras el pesquero gallego era zarandeado por el temporal en Terranova (Canadá), fue el origen del siniestro marítimo que, de momento, se ha saldado nueve muertos, doce desaparecidos y tres supervivientes. Así lo ha comunicado la empresa armadora, Pesquerías Nores, que ha hecho pública este lunes la explicación ofrecida por el patrón del barco, Juan Padín, uno de los tres supervivientes, sobre cómo se produjo el naufragio. Familiares de las víctimas, que reclaman al Gobierno que se reanude la búsqueda del barco y los desaparecidos, han cuestionado esta versión que, alegan, se ha divulgado sin escuchar a todos los supervivientes.
La parada del motor principal, según este relato, se produjo durante la maniobra de virada del aparejo, según ha precisado la compañía. Una vez que la maquinaria del pesquero dejó de funcionar, el barco se quedó “sin propulsión ni gobierno” y expuesto al viento y las olas. El pesquero tenía en ese momento las redes desplegadas, llenas y en arrastre de regreso al barco.
El Villa de Pitanxo, que faenaba a unos 450 kilómetros al este-sureste de Terranova, con olas de hasta 10 metros de altura, la temperatura rondaba los siete grados bajo cero —con una sensación térmica de menos 17 grados— y el viento soplaba a 30 nudos desde el oeste (56 kilómetros por hora), quedó a merced del mar.
Así, sin propulsión y a merced de la naturaleza, soportó los golpes de mar hasta que se escoró y se fue a pique “de forma muy rápida”, siempre según el relato de la empresa Pesquerías Nores. Fue entonces cuando un golpe de mar (lo más probable) o la entrada masiva de agua por la popa (especialmente por la zona de recogida de redes) o ambas circunstancias combinadas con el parón de los motores, inundó el barco, que escoró y se hundió, siempre según la versión de la empresa.
El pesquero, que tenía 50 metros de eslora (largo) y 10 de manga (ancho), estaba faenando en los caladeros de la Organización de Pesquerías del Atlántico Noroeste (NAFO, por sus siglas en inglés), donde se captura sobre todo fletán negro, raya, gallineta nórdica, camarón boreal y bacalao.
Los familiares, algunos de los cuales se han sorprendido por la versión que ha facilitado la empresa, no se explican cómo el barco, si se quedó si gobierno (sin timón), pudo virar. María José de Pazo, familiar de uno de los desaparecidos (su padre es el maquinista del buque, Francisco de Pazo), cree que la empresa debería haber esperado a oír a todos los supervivientes antes de ofrecer una versión definitiva y plantea la duda sobre cómo pudo acometerse el viraje sin motor.
Los armadores se han reunido este mediodía con las familias de los tripulantes fallecidos y desaparecidos para trasladarles esta información y el estado de las repatriaciones. Además, han mostrado su “total disposición” para impulsar que las tareas de rastreo se reanuden “cuanto antes” y para averiguar las posibles causas del trágico accidente.
Las familias de las víctimas del naufragio han afirmado este lunes, jornada de luto oficial en toda España por el naufragio, que “el mejor homenaje a la bandera y a las familias” es seguir buscando a los doce desaparecidos.
Ha pedido “que se den las instrucciones reales y efectivas” para retomar el dispositivo de búsqueda, pues “estamos perdiendo un tiempo valioso”. En estos momentos, según De Pazo, otros barcos pesqueros con bandera española están trabajando cerca de la zona en la que se hundió el Villa de Pitanxo y les trasladan que “faenan con normalidad” y que la climatología en este momento “es normal para iniciar la búsqueda”.
Las familias reclaman que el Gobierno, dado que no hay barcos ni aviones del Salvamento Marítimo español en Canadá, llame a las empresas armadoras y les paguen para que ellos puedan dedicarse “exclusivamente” a buscar hasta el miércoles a sus familiares.
Por otro lado, el regreso de los supervivientes y la repatriación de los fallecidos rescatados se retrasa ligeramente. Detalles burocráticos de última hora han retrasado la salida del avión A-400 del Ejército del Aire que repatriará a España a los tres supervivientes y cinco de los nueve cuerpos hallados tras el naufragio del pesquero Villa de Pitanxo, el martes pasado, en aguas de Terranova (Canadá). La llegada a Santiago de Compostela está prevista en torno a las nueve de la noche, hora peninsular española, tres horas después de lo previsto. El despegue del aeropuerto de San Juan de Terranova, la ciudad a la que los supervivientes y los nueve cadáveres hallados fueron trasladados el viernes y el sábado por sendos barcos, se producirá en torno a las dos de la tarde, hora local en Terranova (cuatro horas y media menos que en la Península).
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