El Congreso aprueba el decreto anticrisis con la única oposición de Vox
El Gobierno consigue el aval a sus medidas económicas, a la regularización de sanitarios y a la reforma exprés del Poder Judicial
El Gobierno ha logrado salvar este jueves en el Congreso otra tacada de cruciales votaciones parlamentarias. El Ejecutivo ha obtenido un aval muy amplio a su segundo paquete de medidas anticrisis, más incluso que el logrado en el primero, porque esta vez PP y ERC no se han opuesto. Además, el Congreso ha dado su aval a la reforma exprés de la ley del Poder Judicial para facilitar la renovación de cuatro plazas del Tribunal Constitucional, al decreto para regularizar la situación de 67.000 sanitarios y a la Ley de Memoria Democrática.
No había muchas dudas de que el Congreso no pondría impedimentos al paquete de medidas anticrisis aprobado hace dos semanas que incluye, entre otras cosas, un cheque de 200 euros para los trabajadores con ingresos anuales inferiores a 14.000, el alza de un 15% de las pensiones no contributivas, la rebaja del IVA de la electricidad y el impuesto especial a las grandes energéticas. La única incógnita era qué haría el PP tras haberse opuesto en su día al primer bloque de ayudas para compensar la carestía de los combustibles. Tras la intervención del portavoz popular en el pleno, Jaime de Olano, la duda persistía porque el diputado, sin entrar en las medidas concretas, se dedicó a descalificar toda la respuesta del Gobierno ante la crisis y aventuró: “Van a fracasar de nuevo”. Olano cerró su discurso sin anticipar tampoco cuál iba a ser la posición de su grupo, que poco después anunció que se abstendría.
ERC también había votado en contra del anterior decreto, en pleno enfrentamiento con el Gobierno tras revelarse el espionaje del CNI a dirigentes independentistas. Esta vez Esquerra se ciñó al contenido de un grupo de medidas que, según su diputado Joan Margall, “van en la buena dirección, aunque sean insuficientes”, y votó a favor. Junts per Catalunya
se abstuvo. Solo la extrema derecha se mantuvo en el no. Ciudadanos se descolgó con un discurso parecido al PP, acusó al Gobierno de tomar medidas “cortoplacistas y que aumentan la inflación” y, a pesar de todo, se abstuvo.
Los extensos apoyos recibidos no impidieron que el Gobierno escuchase críticas y advertencias de sus aliados habituales. Una se repitió en boca de grupos como ERC, PNV o EH Bildu: que el Ejecutivo debe abordar cambios “estructurales” y no limitarse al goteo de medidas que viene aprobando desde hace semanas.
El debate constató el creciente malestar del PNV con la actitud del Ejecutivo. Su portavoz, Aitor Esteban, ya se lo había dicho a Pedro Sánchez el miércoles durante el debate del estado de la nación y esta vez lo ha rematado su diputada Idoia Sagastizabal. Como ya había hecho Esteban, la parlamentaria se dirigió al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, para avisar: “Están minando nuestra confianza”. Sagastizabal se quejó sobre todo de que el Gobierno no le explica antes sus medidas y que luego presenta las votaciones como “un todo o nada”. Esquerra también insistió en que no va a dar cheques en blanco al Gobierno y lo animó a seguir profundizando en medidas de izquierda. “Si son valientes, nos vamos a encontrar. Si vienen con medidas de marketing, no tendrán nuestro voto”, afirmó el diputado Margall.
Tampoco tuvo problemas el Ejecutivo para sacar adelante la reforma exprés del Poder Judicial, en este caso con el rechazo de toda la derecha y el apoyo de los aliados habituales. En una tarde de pasiones desatadas en el Congreso, sobre todo con la ley de memoria democrática, el debate supuso un capítulo más de un interminable rosario de acusaciones mutuas. La derecha insistió en su tesis de que el Gobierno “asalta las instituciones” y la izquierda reiteró por enésima vez que es el PP quien bloquea la renovación de las instituciones para garantizarse el favor judicial.
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