Barones del PP piden a Casado que negocie si Sánchez da el primer paso
Los líderes territoriales creen que el bloqueo del Consejo no resta votos al partido
El bloqueo del PP a la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) no provoca turbulencias internas en el partido, pero sí hay incomodidad de puertas adentro. Pablo Casado ha lanzado un órdago al PSOE, y asegura que solo pactará si los socialistas aceptan cambiar antes el sistema de elección del Consejo, que lleva más de mil días con el mandato caducado. En el PP apenas se han escuchado voces que hayan instado en público al líder de la oposición a moverse para sacar de la parálisis a los órganos constitucionales —el Tribunal Constitucional y el Defensor del Pueblo están en la misma situación que el Poder Judicial—. Solo lo ha hecho, en EL PAÍS, el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.
En privado, no obstante, algunos líderes autonómicos reconocen que el PP tiene la “responsabilidad” de renovar y que Casado debe “dar pasos” para lograr un pacto. No obstante, los barones populares consultados creen que le corresponde a Pedro Sánchez mover ficha.
En el sistema vigente desde 1985, son las Cortes, por un acuerdo parlamentario, las que seleccionan a los 20 vocales: ocho de entre juristas de reconocida competencia y 12 de entre una lista de jueces propuesta y avalada por los miembros de la carrera.
En Madrid y en Berlín, donde se desplazó el jueves para participar en un encuentro del Partido Popular Europeo, Casado ha repetido el mismo mensaje. El PP condiciona un pacto para renovar el Consejo a que se reforme la Ley Orgánica del Poder Judicial para que, en la siguiente renovación, los 12 vocales jueces sean elegidos directamente por los jueces. A Casado ya no le sirve un compromiso del PSOE de que se estudiará o abordará una reforma legislativa para el futuro, quiere verla aprobada antes de renovar el Consejo actual. Dice que no se fía del Gobierno y por esa desconfianza creciente justifica que haya ido sumando condiciones en los casi tres años que han pasado desde que caducó el mandato de los vocales.
En algunas presidencias autonómicas del PP describen esas condiciones crecientes de forma más prosaica: como vaivenes. “Hemos dado tantos bandazos en este asunto que creo que nos castigaría más la gente si no nos mantuviéramos firmes ahora”, reflexiona un presidente. “Si el PP da otro bandazo, nos pasaría más factura que mantener el bloqueo”, estima.
De todas las exigencias que ha ido planteando el PP para pactar la renovación de los órganos constitucionales —desde que Unidas Podemos quedara fuera de la negociación al veto a los jueces Victoria Rosell (alto cargo del Gobierno) y José Ricardo de Prada (el juez del caso Gürtel)—, la última, sobre el cambio de sistema de elección, es la mejor considerada por los líderes territoriales. “Ahora Pablo sí ha dado con la tecla, la gente quiere que los jueces elijan a los jueces. Ahora sí tiene una posición sólida”, defiende un presidente autonómico. El PP ha abrazado este cambio de modelo, aunque nunca lo modificó en sus años de Gobiernos con mayoría absoluta. Casado se ha comprometido a hacerlo de una vez en caso de llegar a La Moncloa.
Los barones creen que Casado tiene la obligación de renovar, pero también que es Sánchez quien debe dar el primer paso y ceder para favorecer un acuerdo, según las fuentes consultadas en los principales gobiernos autonómicos populares. De lo contrario, nadie duda en el PP de que la parálisis puede prolongarse toda la legislatura.
“Hay que dar pasos. Es una cuestión de Estado que hay que abordar. Hay que hacerlo por responsabilidad”, defiende un presidente autonómico del PP en privado. No obstante, el análisis en los distintos gobiernos populares consultados es que, siendo eso así, la pelota está en el tejado de Sánchez. “Si el presidente del Gobierno quiere renovar, tiene que ceder, sobre todo cuando lo que está planteando el PP es algo asumible. Tiene que ceder primero quien más le interesa y quien está en una posición mayoritaria. El primer paso lo tiene que dar el Gobierno. Si no lo hace, esto se va a quedar así toda la legislatura”, apunta el barón popular.
El mensaje es similar en otras presidencias del PP: le corresponde a Sánchez mover ficha. “Cuando alguien quiere normalizar la situación, tiene que dar un paso adelante”, opina un barón que apunta además otra clave: la incomunicación entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición está dificultando el acuerdo. El Gobierno ha rechazado esta semana una llamada de Sánchez a Casado y en el PP se quejan de que el jefe del Ejecutivo ningunea al PP y sus formas no ayudan a buscar el entendimiento.
Hasta ahí llegan los emplazamientos a Casado en el PP. Varios líderes autonómicos se quitan de en medio de este asunto —algunos prefieren guardar silencio incluso en privado—. Según transmiten, esta no es una cuestión que les inquiete. “No es algo que políticamente preocupe en las autonomías, no nos quema en el día a día. Con la posición del PP amortiguamos el golpe”, reconocen en una presidencia. En la dirección de Casado y entre sus líderes regionales se ha extendido la idea de que al PP no le desgasta el bloqueo.
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