El PP lanza la artillería contra Bárcenas en su alegato final en el juicio de la caja b

El PP ha tirado este miércoles de manual para defenderse de la contabilidad paralela que funcionó en el partido durante años, como ya dio por acreditado el Tribunal Supremo en su fallo sobre la trama principal de Gürtel. Durante su alegato final en el juicio sobre la caja b que se ha celebrado en la Audiencia Nacional, que ha quedado visto para sentencia, el abogado de la formación ha reiterado las excusas que repiten los populares desde que estalló el escándalo y ha centrado sus ataques en el extesorero popular Luis Bárcenas, al que atribuyen toda la responsabilidad. “Tenía un control absoluto de las finanzas”, ha insistido el letrado, recordando la declaración de un testigo.

Ocho años después de estallar el caso, cuando EL PAÍS publicó los papeles de Bárcenas, el PP no se ha movido de su posición. “Todo lo referido a mí y mis compañeros no es cierto; salvo alguna cosa publicada”, aseguró el entonces presidente del Gobierno y líder de los populares, Mariano Rajoy, en 2013. Unas palabras que han encontrado su eco este miércoles en una afirmación del abogado del partido, Jesús Santos: “Solo el 3,7% de los 459 apuntes del señor Bárcenas han podido ser refrendados”. Aunque la investigación dio por documentados realmente más de medio centenar, a lo que se añade la sentencia sobre la trama principal de Gürtel, conocida como Época I, que concluyó la existencia de un “sistema de corrupción institucionalizado”, en el que “el propio partido recibía su correspondiente beneficio”.

Además, durante este juicio, Bárcenas y otros cuatro ex altos cargos del PP han admitido que recibieron el dinero reflejado en los papeles del extesorero. Y un empresario ha relatado que participó en la entrega de diez millones de pesetas (60.000 euros) a los populares. “Frente a estos seis testigos que lo han reconocido, nos encontramos 34 que han negado las entregas y la existencia de una contabilidad opaca”, ha apuntado Santos este miércoles, en referencia a los trabajadores y exdirigentes del partido que han desfilado ante el tribunal, como los expresidentes Rajoy y José María Aznar, y los ex secretarios generales Javier Arenas, María Dolores de Cospedal, Francisco Álvarez Cascos y Ángel Acebes.

La estrategia del PP ha resultado clara: circunscribir al extesorero todas las irregularidades y que ejerza de cortafuegos. Según el abogado del PP, si constan en los papeles de Bárcenas algunas “transacciones legítimas” que nunca se declararon y que no aparecen en la contabilidad oficial, se debe a su “mala praxis” y a que él “eludió los controles del partido y abusó de la confianza del partido y de Álvaro Lapuerta”, su predecesor en el cargo y también señalado por múltiples declaraciones como gestor de la caja b.

Santos ha subrayado que varios testigos destacaron que Lapuerta era una persona “honorable” y que sufría desde 2004 un “grave deterioro cognitivo”. “Su secretaria declaró que nunca vio ninguna de esas supuestas tarjetas o tarjetitas en virtud de las cuales llevaba el control de las donaciones [a la caja b]”, ha añadido el abogado, que ha tratado de usar en su defensa hasta la declaración del empresario que reconoció que dio un dinero nunca declarado: “Contó que Lapuerta le advirtió: ‘Ojo, no esperéis nada a cambio”.

Las “mentiras” e “impostura” del extesorero

“Qué casualidad que estos papeles de Bárcenas saliesen a la luz en el momento en que se tuvo conocimiento de la llegada a la Audiencia Nacional de las comisiones rogatorias de sus cuentas en Suiza. El protagonista, que era Bárcenas, pasó a un segundo plano; y se puso en primer plano la financiación del PP”, ha vuelto a la carga el abogado de los populares. Gustavo Galán, letrado de Bárcenas, esperaba estas arremetidas: “No me ha sorprendido esta actitud. Era de esperar”, ha comentado al término del juicio.

Santos ha embestido sin descanso contra Bárcenas, al que el juez Santiago Pedraz ha citado a declarar el próximo 16 de julio en la línea de investigación sobre el delito de cohecho que aún sigue abierta. Santos le ha acusado de urdir una “estrategia” para utilizar estas “mentiras” contra “determinados cargos públicos” de la formación, especialmente contra Cospedal. También, de cambiar de versión repetidas veces para obtener beneficios. “Su colaboración con la Administración de Justicia es una impostura. Después de su condena a 29 años [en Época I], las consecuencias de asumir esta confesión no tienen ninguna trascendencia para él [...] Si realmente quiere colaborar con la justicia, lo que tenía que haber ofrecido es información sobre la procedencia de ese patrimonio que acumuló y del que se enriqueció”.

“[Los testigos] dijeron que Bárcenas era una persona opaca, que se encerraba en su despacho, que tenía un control absoluto de las finanzas, que hacía y deshacía, que era como un dios...”, ha reiterado el letrado del PP, que ha cuestionado también las investigaciones de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía, que concluyó que la caja b era del PP y no de Bárcenas. “Las respuestas del inspector jefe fueron evasivas y poco precisas”, ha dicho, antes de poner en duda los informes de Hacienda que ratificaron que parte de la reforma de la sede de Génova 13 se pagó en b.

Defensa del exgerente del PP

La jornada de este miércoles, la sesión número 27 desde que comenzara el juicio el pasado 8 de febrero, ha comenzado con el alegato final de la defensa de Cristóbal Páez, exgerente del PP, que afronta una petición del fiscal de 18 meses de cárcel por colaborar en el presunto plan para reformar con dinero negro parte de la sede de la calle Génova. “A mi defendido nadie lo sitúa en una reunión donde se hablase de pagos”, ha asegurado su letrado, que ha repetido también que “no hay ninguna prueba” que vincule a su cliente con la caja b. “Cuando fue nombrado gerente, no heredó ninguna caja b. Nadie le acusa de tal cosa”, ha reiterado el abogado: “Es una persona inocente alcanzada por un proyectil dirigido contra sus superiores en una batalla de la que era ajeno”, ha remachado. Páez ha admitido en el juicio que Bárcenas y Lapuerta le entregaron en efectivo 12.000 euros que nunca se declararon y que procedían de la contabilidad opaca.