El Ayuntamiento de San Sebastián coloca las placas de Enrique Cuesta y Antonio Gómez en el lugar donde fueron asesinados
No ha habido representación de la izquierda ‘abertzale’ por expresa petición de la familia de las víctimas del terrorismo
Enrique Cuesta y Antonio Gómez, asesinados hace 39 años por los Comandos Autónomos Anticapitalistas (CCAA) han recibido esta mañana en San Sebastián un sentido homenaje. Una placa en plena calle recordará el lugar donde fueron tiroteados. Cuesta, entonces delegado de Telefónica falleció, en el acto; y su escolta, cinco días después a consecuencia de los disparos. La hija de Enrique, Cristina Cuesta, expresidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo, Covite, y directora de la Fundación Miguel Ángel Blanco, ha asegurado que “en este acto solo faltan los asesinos y quienes siguen justificando a ETA”. La familia ha pedido que en el homenaje no hubiera representación de la izquierda abertzale. La viuda de Antonio Gómez, Pepi Gutiérrez, ha viajado a San Sebastián por primera vez desde el atentado.
El Ayuntamiento ha colocado ya once placas en la cuidad, entro de la iniciativa impulsada desde la pasada legislatura para dar visibilidad en el espacio público a las víctimas del terrorismo y de la violencia política. Juan María Araluce, José María Elícegui Díez, Antonio Palomo Pérez, Luis Francisco Sanz Flores, Alfredo García González, Gregorio Ordóñez, Francisco Martín González y Fernando Múgica Herzog, asesinados todos ellos por ETA ya tienen la suya; y Begoña Urroz Ibarrola, asesinada por el DRIL, fue la última en ser homenajeada.
Los terroristas dispararon a Enrique y Antonio a la altura del número 22 de la avenida Sancho el Sabio el 26 de marzo de 1982. Enrique Cuesta Jiménez tenía 54 años, y Antonio Gómez García, 24. Además de Cristina Cuesta han tomado parte en el homenaje sus propias hijas Cristina e Irene, y la viuda del escolta, Pepi Gutiérrez, junto a su hijo Javier, sus nietos y su nuera. Les han acompañado representantes de todos los partidos salvo EH Bildu, encabezados por el alcalde, Eneko Goia. También han arropado a las dos familias el viceconsejero de Derechos Humanos, Memoria y Cooperación, José Antonio Rodríguez Ranz, y víctimas de ETA como Ana Iribar, Iñaki García Arrizabalaga o Bárbara Dührkop.
Cristina Cuesta ha manifestado tras la ofrenda floral que le gustaría que las placas provocaran una reflexión en los ciudadanos. “Me gustaría que sirvieran para que muchos ciudadanos donostiarras se preguntaran qué hicieron o qué dejaron de hacer cuando en San Sebastián se asesinaba a 99 personas por distintos grupos terroristas, 96 por ETA y el resto por grupos afines”. También ha querido rendir especial homenaje a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. “Este también es un homenaje a lo que representa Antonio y su familia hoy aquí”, los 61 profesionales de los Cuerpos y Fuerzas de seguridad del Estado y militares que fueron asesinados en la capital guipuzcoana “por defendernos y por contribuir a lograr lo que tenemos hoy, un estado de libertad y de seguridad, aunque con deficiencias”.
Javier Gómez, el hijo del escolta asesinado ha resaltado en su discurso que este tipo de actos, en contraposición a los homenajes a etarras, sirven para construir “la memoria y la reconciliación de la sociedad vasca y la española”. El alcalde de San Sebastián, Eneko Goia ha señalado que este es un acto “sencillo pero sincero” de recuerdo a dos personas que perdieron la vida en la ciudad “de una forma absolutamente injusta”.
Algunas de las placas han sido pintadas de negro en repetidas ocasiones por grupos de desconocidos. El Ayuntamiento no ha esperado ni 24 horas para limpiarlas o sustituirlas. Goia ha destacado el esfuerzo de la viuda del policía, Antonio Gómez. “Me produce una especial satisfacción en el sentido de que hemos tenido oportunidad de que vuelva aquí y hacerle llegar que seguimos manteniendo vivo el recuerdo de quien era su marido”, ha manifestado el acalde de San Sebastián.
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