Aznar, Rajoy y tres ex secretarios generales del PP declaran sobre las múltiples pruebas de la caja b
El juicio, en el que tres ex altos cargos del partido ya han reconocido los pagos de los ‘papeles de Bárcenas’, encara desde este martes su fase de mayor trascendencia política
El juicio sobre la caja b del PP encara su fase de mayor trascendencia política. Después de que el extesorero Luis Bárcenas acusase a los ex secretarios generales y expresidentes del partido de conocer la contabilidad paralela, todos ellos declararán como testigos esta semana, a excepción de Ángel Acebes, que lo hizo el pasado 15 de marzo. Dos expresidentes del Gobierno: José María Aznar y Mariano Rajoy, deberán responder sobre una caja b que funcionó en el partido durante sus mandatos. También comparecerán altos cargos del PP que ya admitieron haber recibido el dinero reflejado en los papeles de Bárcenas.
Era martes, 18 de septiembre de 2018, cuando José María Aznar llegaba rodeado de cámaras a la comisión de investigación del Congreso abierta por la presunta financiación ilegal del PP. El expresidente esbozaba media sonrisa, se sentaba, se servía agua y abría un cuaderno azul de notas dispuesto a negar durante más de cuatro horas cualquier conocimiento sobre una contabilidad paralela que, en ese momento, la Audiencia Nacional ya había dado por acreditada, aunque el fallo se encontraba recurrido. “Sobre la supuesta caja b del PP, mientras usted no demuestre su existencia —y no está demostrada su existencia— yo digo que no existe ninguna caja b del Partido Popular, lo afirmo”, esquivaba. “No he sido jamás ni imputado ni jamás llamado a declarar como testigo”, esgrimía también orgulloso Aznar. Pero, desde entonces, todo ha cambiado.
El Supremo ratificó el pasado octubre la sentencia sobre la trama principal de Gürtel, conocida cómo Época I, donde se dio por confirmada la contabilidad opaca. Y a Aznar lo han llamado a testificar este miércoles en el juicio que arrancó el 8 de febrero en la Audiencia Nacional centrado en la existencia de esa caja b que se nutría de donaciones de empresarios y que presuntamente se prolongó en el tiempo, al menos, de 1990 a 2009. De esos 19 años, él lideró el PP durante 14.
Junto a Aznar y en solo tres días, desfilarán ante el tribunal toda una batería de ex altos cargos de la formación conservadora. Varios de ellos, como los dos expresidentes, declararán por videoconferencia. El martes están citados tres ex secretarios generales: Javier Arenas, Francisco Álvarez Cascos y María Dolores de Cospedal; el expresidente balear y exministro Jaume Matas; los exdiputados Jaime Ignacio del Burgo y Eugenio Nasarre; y Pío García-Escudero, expresidente del Senado. El miércoles, Aznar, Rajoy y el exministro José María Michavila, entre otros. Y el jueves se seguirá, por ejemplo, con el exministro Federico Trillo y con el exvicepresidente Rodrigo Rato.
Todo ello, en una vista que ya deja las primeras pruebas que respaldan la existencia de esa contabilidad paralela que llevaba Bárcenas de su puño y letra.
Los perceptores. Tres antiguos altos cargos del PP han reconocido la veracidad de los apuntes de los papeles de Bárcenas en las primeras ocho sesiones de la vista oral. Además del extesorero popular, que ya lo había confesado en 2013 cuando entregó al juez instructor Pablo Ruz un pendrive con documentación que respaldaba su versión; Cristóbal Páez, exgerente del partido, ha admitido en el juicio que cobró 12.000 euros en dos pagos de 6.000 reflejados en la contabilidad paralela. Según confirmó, el dinero se lo entregó en un sobre Bárcenas y su predecesor en la tesorería, Álvaro Lapuerta: “Me lo guardé. Me lo había ganado honradamente. No se reflejó en nómina”, detalló.
Luis Fraga, senador del PP durante 21 años y sobrino del fallecido fundador del partido, Manuel Fraga, también ha prestado al tribunal un testimonio similar. Reconoció que se le abonaron dos pagos de 3.000 y 6.000 euros recogidos en los papeles de Bárcenas, a los que otorga “toda credibilidad”. Según Fraga, que calificó a su “amigo” Bárcenas como un hombre “metódico” que apuntaba todo, percibió esos importes como “compensación de gastos electorales” que había adelantado de su bolsillo. Una excusa que cuestionó posteriormente el ex secretario general Ángel Acebes. Este, además de negar la existencia de la caja b, afirmó que “era la primera vez que escuchaba con sorpresa que el PP le daba una cantidad concreta a un candidato para su campaña personal”.
En la instrucción, los investigadores acreditaron hasta 55 de los más de 400 apuntes contables del extesorero. En esa línea se espera avanzar ahora. Varios altos cargos que declararán esta semana los admitieron: como García-Escudero, Del Burgo y Nasarre. Y el constructor Alfonso García Pozuelo, citado también esta semana a testificar, confesó en el juicio de Época I que dio dinero negro al PP a cambio de adjudicaciones.
Las hojas contables. Mientras tanto, el PP trata de poner en duda la veracidad de los papeles de Bárcenas. Frente a ello, el cajero del partido, Luis Molero, informó al tribunal de que las hojas contables que usó el extesorero “eran las que tenía el partido”. “Yo tenía acceso a ellas. El señor Bárcenas me pedía hojas de este tipo”, especificó. Jorge Trías, exdiputado popular, también afirmó que vio esa contabilidad paralela antes de que saliera a la luz y que, incluso, Bárcenas se la dejó para analizarla.
Un partido como intermediario. El juicio de la caja b ha evidenciado cómo el PP también funcionaba como intermediario en favor de terceros. Alberto Recarte, expresidente de Libertad Digital, ha explicado al tribunal que en 2004, junto al locutor Federico Jiménez Losantos, se reunió con importantes dirigentes del partido para que les ayudaran a buscar accionistas que respaldaran la ampliación de capital que habían puesto en marcha. Según detalló Recarte, entre otros, se lo pidieron a Ángel Acebes, José María Aznar y Esperanza Aguirre. La entonces expresidenta de la Comunidad los recibió en su despacho del Gobierno autonómico. Buscaban, en palabras de Recarte, personas con “una ideología liberal conservadora cercana a la nuestra”: “Entendíamos que era bueno para el PP y para España”.
Entre quienes adquirieron esas participaciones se encontraban Luis Bárcenas y Álvaro Lapuerta. De hecho, la sentencia de Época I considera probado que Bárcenas sacó 149.000 euros de la caja b del partido para adquirir 1.360 acciones de Libertad Digital. Ahora, en este juicio sobre la caja b, se juzga si también Lapuerta extrajo otros 139.700 euros de esa contabilidad paralela para hacerse con otras 1.360 de la sociedad tras comentarle Acebes la petición que le había hecho Recarte y Losantos, como así mantiene la Fiscalía Anticorrupción.
En el último escrito de confesión de Bárcenas, firmado el pasado 26 de enero y enviado al ministerio público el 2 de febrero, el extesorero detalla que sacaron dinero negro de la caja b para comprar esas acciones de Libertad Digital con el objetivo de apoyar a un “medio que resultaba afín a las ideas del PP”, que había defendido “especialmente” la teoría de la conspiración sobre los atentados yihadistas del 11-M y la “tesis de la autoría de ETA”.
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