El banco donde Corinna Larsen recibió 65 millones de Juan Carlos I cuestionó el origen del dinero
Poco después de que la entidad revisara la cuenta, la examante del rey emérito trasladó su fortuna a otra entidad
El banco Gonet & Cie, a cuya filial en Bahamas se transfirieron en 2012 los 64,8 millones que Juan Carlos I donó a Corinna Larsen, cuestionó internamente el origen del dinero e hizo preguntas que molestaron a los gestores de la cuenta cinco años después de recibirlo, según se desprende de la investigación judicial suiza a la que ha tenido acceso EL PAÍS. Poco después de que la entidad revisara la cuenta, la por entonces amante del actual rey emérito trasladó su fortuna a otro banco de Estados Unidos.
En julio de 2017, el despacho en Ginebra de Dante Cánonica, el abogado que dirigía la Fundación Lucum del entonces jefe del Estado y asesoraba en sus sociedades pantalla a Corinna Larsen, cruzó varios correos con Pascal Hammerer, entonces consejero delegado de Gonet Bahamas. En dichos correos, este último recabó más datos para aclarar el origen de los 64,8 millones recibidos a nombre de la sociedad Solare, propiedad de Larsen. Unas peticiones de información que los gestores de ella interpretaron como “amenazas”.
Yves Bertossa, el fiscal suizo que investiga el caso, interrogó en junio de 2019 a Nicolas Gonet, el dueño del banco, sobre estos correos, fechados el 20 de julio de 2017, y la razón por la que en uno de ellos se dice textualmente: “La cosa va a arder”. El banquero, que declaró como testigo, le respondió así: “El banco había sido demandado por el bufete Canonica que nos reprochaba unos gastos abusivos, así como haber realizado churning [práctica ilegal de venta y compra excesiva de acciones para captar comisiones]. Nos defendimos, el tono subió, y este intercambio de correos electrónicos se enmarca en este contexto. Además, habíamos obtenido información complementaria, sobre todo por la prensa, de las relaciones de Corinna y Juan Carlos, lo que justificaba recuperar la información sobre la apertura de la cuenta y las preguntas al respecto”.
Así, el departamento de cumplimiento del banco, que en junio de 2012 había aceptado recibir en su oficina de Bahamas los 64,8 millones desde la cuenta de la fundación Lucum en el banco Mirabaud & Cie en Ginebra sin poner pegas, quiso revisar el origen del dinero. Empezó a hacer preguntas incómodas. Y ese intento desató el malestar de los Canonica, padre e hijo. El correo que Guerric Canonica, el hijo de Dante, remitió el 20 de julio de 2017 a Pascal Hammerer, el primer ejecutivo del banco en el paraíso fiscal de Bahamas, en respuesta al enviado por este último a su padre y a él, es una muestra de la tensión que generó la millonaria cuenta oculta de Corinna Larsen.
“Me tomo la libertad de indicarle que he traído al establecimiento de Ginebra de su grupo una cuenta de varias decenas de millones, parcialmente bajo administración, y que estoy a punto de sugerirle al cliente que repatríe los activos que posee en un banco en Schwyz [ciudad suiza], con el que no está completamente satisfecho, por una suma de 45 millones de francos suizos. Los correos de este tipo [se refiere al enviado por el ejecutivo de la filial en Bahamas], que contienen amenazas poco disimuladas contra un cliente de mi despacho no me tranquilizan. Dirijo, a mi pesar, copia de este correo al señor Nicolas Gonet con quien siempre he mantenido excelentes relaciones, deseando que esto continúe. Les invito a retirar su correo electrónico cuyo contenido me tomo muy en serio, si no me veré obligado a considerar la terminación de cualquier relación con el grupo”.
El consejero delegado del banco en Bahamas aceptó el envite y respondió que comenzarían desde cero una nueva revisión de la actividad de la cuenta y del origen de los fondos. Pero la relación ya se había enturbiado y el dinero —al menos, 39 millones— salió muy pronto en dirección a otra cuenta de Larsen en el banco Fieldpoint de Nueva York, según desveló este periódico.
Explicación al fiscal
Nicolas Gonet, el propietario del banco, lo explicó así al fiscal Bertossa: “Corinna ordenó que transfirieran en 2017 o 2018 la mayor parte de los activos de Solare a un banco en Nueva York. En 2015 o 2016 Corinna nos había presentado a un tal Tom Conway que a partir de entonces sería quien gestionaría sus asuntos. Conway acostumbraba a trabajar con algunas entidades bancarias y sospechábamos que los activos se transferirían a una de ellas”.
El banquero declaró que tras el cruce de correos se revisó de nuevo la cuenta de la amiga del rey emérito, pero afirmó que no tuvo acceso a la investigación. “Nunca dudamos de que los activos de Solare pertenecían a Corinna. De hecho, el uso de esos activos se realizó en beneficio de ella. No había transferencias en beneficio del rey de España”, aclaró al fiscal jefe del cantón de Ginebra.
Gonet aseguró en su declaración que fue Larsen quien le pidió en 2012 que el dinero se enviara a la filial de su banco en Bahamas. “Para mi banco hubiese sido preferible que se abriese en Suiza”.
—¿Quién tomó la decisión en la reunión del 31 de mayo de 2012 de abrir una cuenta en Gonet Bahamas y no en Gonet Ginebra?— preguntó el fiscal al banquero.
—Corinna explicó que no deseaba abrir una cuenta en Suiza porque se habían dado varios casos de robo de datos— respondió.
—Fue Nicolas Gonet quien nos propuso abrir la cuenta en Gonet Bahamas. No queríamos ocultar los activos en el extranjero— contestó Larsen al fiscal.
Gonet explicó al fiscal que tuvo un contacto telefónico con Yves Mirabaud, el presidente del banco suizo donde inicialmente estaban los 64,8 millones, en la que este le explicó que no deseaban mantener los activos porque consideraba “arriesgado para el banco a nivel mediático conservar el dinero donado a Corinna, la amante del rey”.
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