García-Page: “Hay que impedir la competencia fiscal desleal entre autonomías”

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page (Toledo, 52 años) anunciará este miércoles, en el debate del estado de la región, su intención de elevar desde el Parlamento autonómico una proposición de Ley al Congreso para que el Gobierno recupere la gestión de impuestos como sucesiones y donaciones. El objetivo es fijar un mínimo de tributación que sea igual en toda España —al margen de los regímenes forales navarro y vasco— y que su recaudación se destine a las comunidades, como ocurre por ejemplo con el 50% del IVA y del IRPF.

La iniciativa, a la que el barón del PSOE lleva meses dándole vueltas, coincide con las críticas de las últimas semanas a Madrid desde otros territorios por su política fiscal. “Necesitamos una ley de armonización fiscal que establezca unos parámetros homologables entre todas las autonomías. Esto ya ha pasado de castaño oscuro. Hay demasiada frivolidad y competencia fiscal indebida”, afirmaba el lunes durante un receso en el Palacio de Fuensalida, sede de la Junta.

Pregunta. Madrid elimina en la práctica sucesiones y donaciones con una bonificación del 99%. Y es la única autonomía donde no se paga el de patrimonio.

Respuesta. Hay que impedir la competencia desleal entre autonomías, la desigualdad de renta en España no se puede traducir además en privilegios fiscales. No es razonable que haya personas que acumulan mucha riqueza y que decidan trasladarse ficticiamente a otra comunidad, a Madrid normalmente, para heredar o donar. Pero terminan enterrándose en Castilla Mancha.

P. ¿Tanto les afecta el efecto capitalidad de Madrid?

R. La capitalidad no se puede volver en contra del conjunto de España. Ser rico o pobre tendría que tener el mismo coste en cualquier parte del país. Morir en un sitio o en otro tendría que tener la misma repercusión fiscal. Es de sentido común. No es coherente que España reclame convergencia y cohesión fiscal con Europa y que las autonomías compitan entre ellas. Este absurdo tiene que acabar. Hay autonomías, del PP, que fiscalmente hacen planteamientos que solo le había escuchado antes a los independentistas.

P. ¿Qué planteamientos?

R. Quién tiene riqueza se puede permitir el lujo de jugar a la soberanía fiscal y eso siempre va en detrimento del concepto de igualdad y de cohesión territorial. Las autonomías manejamos un margen de impuestos relativamente pequeño, pero a veces simbólicamente suficiente como para producir ciertos niveles no digo de paraísos fiscales, pero sí de semicielos fiscales.

P. Usted dice que no hay que confundir a Madrid y al PP de Madrid, que gobierna desde 1995.

R. Madrid es probablemente el lugar más incluyente de Europa. Dicho esto, en Madrid hay quienes a veces se confunden de región y se creen que están en la Liguria, cuya capital es Génova. Y hay que distinguir: Madrid no es Génova. Y cuando se sale de la M-30 hay una España muy plural.

P. Castilla y León, presidida por el PP, ha confinado León y Palencia. ¿Desmonta las críticas de Pablo Casado y Isabel Díaz Ayuso a las restricciones impulsadas por el Gobierno?

R. Castilla y León está tomando medidas incómodas, pero sin ataduras partidarias. La dirección nacional del PP no ha demostrado en esta batalla coherencia argumental ni alternativa.

P. ¿Qué pretendía cuando se refirió a la bomba vírica de Madrid?

R. Advertir. En Madrid se ha producido una gran explosión del virus que ha provocado irradiación en el resto. Lo vimos en marzo, no podemos pecar de ingenuidad. Madrid padece el problema, es víctima del virus. Hay que ser coherente con la proporción del problema, Madrid es un gran intercambiador nacional que transmite con mucha facilidad cualquier tipo de inercia, buena o mala. Hay más posibilidades de contagio en el centro de España que entre A Coruña y Almería. Solo caben dos escenarios: que las medidas sean eficaces y que se reduzca claramente la trayectoria del virus. Y si no la única senda es que sean aún más severas. El camino contrario es temerario.

P. Madrid alega que el impacto económico será durísimo.

R. Me parece de un cinismo extraordinario separar la economía del virus y el virus de la economía. La economía está mal por el virus, es el origen del problema. O acabamos con el virus o no hay economía que valga.

P. ¿Se imaginaba que Madrid sería junto a Cataluña la comunidad que más confrontase con el Gobierno durante la pandemia?

R. No tiene nada que ver, lo que merece Cataluña es que los ciudadanos se independicen de algunos independentistas. Puigdemont debe ser un fanático de la independencia porque se ha independizado ya hasta tres veces de su propio partido. Independentista está claro que es, y como no se puede independizar de España, porque eso es imposible, pues se independiza de los suyos. Ya va por tres partidos o por cuatro. No sé ni el nombre que tienen.

P. En el reciente foro de A Toxa alertó de los populismos y extremismos territoriales.

R. El populismo hace las veces de la medicina placebo. Hubo un aprovechamiento del fenómeno social admirable del 15- M. Yo me puse la gabardina y me fui a algunas plazas cuando el 15-M. Y mucha gente del PSOE. Había muy buena intención y además, en una sociedad avanzada necesitamos cada cierto tiempo un 15-M. Lo que pasa es que hay quien con el tiempo ha querido aprovecharse del 15-M y hacer de él su partido político. El 15-M era mucho más que Podemos. De hecho, el Podemos de hoy es muy diferente de lo que predicaba. A estas alturas la diferencia es sustancial.

P. Usted presidió el primer Gobierno de coalición entre PSOE y Podemos. ¿Ve similitudes en los desencuentros que se suceden entre los dos socios del Ejecutivo?

R. Creo que el presidente, cuando saque los Presupuestos, va a tener esa sensación física que se tiene cuando uno supera una fiebre intensa. Va a dormir muchísimo mejor, lo cual a veces tiene que ver con que el sueño lo empiecen a perder otros.

P. ¿Los Presupuestos saldrán con ERC o Ciudadanos?

R. Me gustaría que no salgan de entrada contra nadie. Y tienen que ser generales: es decir, no tienen que ser para unos territorios más que para otros. Y tienen que ser del Estado. Y para que sean del Estado hay que creer en el Estado.

P. El Rey y el presidente del Gobierno asistirán el viernes a un acto en Barcelona, ¿resuelve la polémica que se generó por la ausencia del Jefe del Estado en la Escuela Judicial?

R. La Casa Real no puede defenderse por definición constitucional, con lo cual tiene que aguantar golpes que a veces tendrían explicaciones fáciles. Y La Moncloa tiene también que aguantar a veces críticas a los puntos o agujeros negros en sus explicaciones, pero defiende claramente a la institución de la jefatura del Estado. El Gobierno en todo momento se planteó ayudar a la imagen de la monarquía y del jefe del Estado en esta polémica.