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El presidente de la Fundación Franco: “Habíamos superado la guerra, pero nos llevan a lo mismo”

Chicharro promete batallar en los tribunales la ilegalización y mudar la sede de país si es necesario

Juan Chicharro, presidente de la Fundación Francisco Franco, en el parque  de El Retiro de Madrid.
Juan Chicharro, presidente de la Fundación Francisco Franco, en el parque de El Retiro de Madrid.Óscar del Pozo
Natalia Junquera

La Fundación Franco, que el Gobierno quiere ilegalizar, cuenta, según su presidente, Juan Chicharro, con cerca de 1.500 socios y “benefactores”. “Un señor nos acaba de donar una casa. El año pasado otro nos donó 75.000 euros”, asegura. Promete batallar en los tribunales la ilegalización y mudar la sede de país si es necesario. Atesora un archivo de 30.000 documentos ―“cartas de Hitler, de Mussolini, del duque de Alba... Franco era muy meticuloso, lo guardaba todo”―, pero no está dispuesto a cederlo a un centro público. “Cualquier investigador con carné los puede consultar aquí. Desde que yo la presido, nunca hemos puesto impedimento alguno”.

Pregunta. Dice su fundación: “La denominada represión franquista es algo tan falaz como bien demostrada su falsedad”. ¿Quién fusiló a las víctimas que son recuperadas de fosas comunes con agujeros de bala en el cráneo?

Respuesta. En toda guerra hay represión. Pero fue reprimida muy pronto por el propio Franco. No voy a negar que hubo quien se tomó la justicia por su mano. Hubo ajustes de cuentas al principio de la guerra. Unos y otros. Lo que ocurrió con las checas fue de una crueldad tremenda. Esta ley es sectaria porque se olvida de un bando. Hay montones de fosas, como la de Camuñas.

P. Esa se abrió. Lo hizo el mismo forense que ha exhumado cientos de fosas de víctimas del franquismo, Francisco Etxeberria.

R. Se abrió y se cerró porque eran todos nacionales. [Se recuperaron los restos de varios sacerdotes, que la Iglesia quería proponer para su beatificación y sus asesinos fueron juzgados y ejecutados durante el franquismo].

P. ¿Qué relación tenían entonces los falangistas que mataban con el franquismo?

R. Ninguna. Eran asesinatos particulares que se dieron sobre todo al principio de la guerra en determinados pueblos. Franco nunca los permitió. Eran falangistas pero no solo. Sucedió a los dos lados.

P. ¿Está de acuerdo en que se exhumen las fosas para que los familiares puedan recuperar los restos?

R. Sí, claro, pero todas.

P. Dice su fundación: “El antiguo régimen no fue, en ningún caso, una dictadura”. ¿Qué fue?

R. Un régimen autoritario. A partir de 1959, España cambió, no iban fusilando gente por la calle.

P. No había elecciones.

R. Sí había, pero eran particulares. El régimen fundamentaba su democracia orgánica en la familia, el municipio y el sindicato, y ahí sí se producían. En algunos aspectos era una democracia mucho más avanzada. Los alcaldes no eran elegidos por el pueblo, sino por el Ministerio de la Gobernación en función de la población, pero lo que son los concejales, no.

P. Dicen: “Los partidos políticos son construcciones artificiales que sólo sirven para dividir”.

R. Cierto. Responden a intereses, manipulan a la población y al final dividen y enfrentan.

P. ¿Tiene relación con alguno?

R. Con Vox. Santiago Abascal, Javier Ortega Smith, algunos diputados militares me han garantizado que se opondrán a esta ley. Pedí ver a José Luis Martínez Almeida y Cayetana Álvarez de Toledo, del PP, pero no quisieron.

P. Dice que la ley es sectaria porque solo habla de un bando y unas víctimas, pero los crímenes del bando republicano se juzgaron en la Causa General, el régimen hizo un protocolo de exhumaciones del bando nacional. Hubo unos crímenes que se castigaron y otros que no.

R. Eso no es del todo cierto. La mitad de mi familia fue asesinada por el bando popular y no sabemos dónde están. Hubo, efectivamente, una Causa General, porque en una guerra hay ganadores y perdedores, pero la realidad última es que de más de 55.000 condenas a muerte solo se ejecutaron 24.000 y esos eran asesinos en serie.

P. “Franco tenía muy claro que siendo la libertad un bien supremo nunca sería posible su adquisición allá donde reinaban la miseria y la ignorancia, y como buen militar sabía que el objetivo final no se puede alcanzar nunca sin la toma previa de otros intermedios”. Ha dicho que el golpe militar de 1936 estaba justificado.

R. Totalmente. La situación era insostenible. Las elecciones de 1936 fueron un fraude. Se estaban matando por las calles. Eso nos llevó a una guerra civil, una desgracia terrible que ya habíamos superado y ahora los nietos de aquellos nos están llevando otra vez a lo mismo. Porque el español es como un gato: si lo pones contra la pared, al final salta a la cara y saca las uñas. Este Gobierno está echando a los españoles contra la pared. Coarta nuestra libertad. Es el colmo.

P. Habla de libertad pero defiende la dictadura franquista, donde no existía.

R. Yo no estoy en el año 60, es 2020. No propago la violencia. Los que defienden esa vía de la libertad a toda costa es que nunca han pasado hambre. El primer derecho humano es poder comer, tener una casa, una estabilidad. Lo que pasó en el franquismo es que cuando alcanzó ese nivel de bienestar, empezó a abrir libertades. Franco era mucho más inteligente de lo que se cree.

P. Habla del bienestar económico que trajo Franco, pero muchas personas fueron desterradas, expoliadas y depuradas en sus trabajos.

R. Eso es una leyenda. No se pueden generalizar casos concretos.

P. ¿Si era todo tan idílico en el franquismo por qué miles de personas se exiliaron en otros países?

R. Al exilio se fueron bastante pocos. No volvieron los que tenían delitos de sangre. No así los dirigentes y culpables que se fueron a vivir a cuerpo de rey a México después de saquear cajas.

P. ¿Cree que esos juicios franquistas que se anularán y que en muchos casos terminaban en ejecución, por ejemplo contra alcaldes, miembros de sindicatos o partidos políticos se hacían con garantías?

R. Las garantías de la época. Entonces fusilar era la cosa más corriente del mundo. Hoy el mundo ha cambiado por completo.

P. Pero su fundación defiende el franquismo hoy.

R. Sí. Franco cogió a una España pobre y analfabeta y dejó un país próspero. Ahora hay colas de hambre, 50.000 muertos en la epidemia, el doble que en la batalla del Ebro.

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Sobre la firma

Natalia Junquera
Reportera de la sección de España desde 2006. Además de reportajes, realiza entrevistas y comenta las redes sociales en Anatomía de Twitter. Especialista en memoria histórica, ha escrito los libros 'Valientes' y 'Vidas Robadas', y la novela 'Recuérdame por qué te quiero'. También es coautora del libro 'Chapapote' sobre el hundimiento del Prestige.

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